“Ahora que el regreso de colaboradores a las oficinas está cada vez más cerca, uno de los principales desafíos que las empresas enfrentan es determinar la densidad adecuada para cumplir con un distanciamiento adecuado para la seguridad de sus colaboradores”.
Lo dice Alberto Bonilla, director de desarrollo de la compañía Garnier & Garnier Desarrollos Inmobiliarios.
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Sostiene que la primera tarea fundamental consiste en hacer un análisis del edificio con el objetivo de detectar los “puntos de riesgo” y definir protocolos de acción que protejan tanto a los trabajadores como a los visitantes.
“Es importante evaluar quiénes se reincorporarán primero y cuáles puestos podrían mantenerse más tiempo bajo la modalidad de teletrabajo, con el objetivo de que se encuentre la menor cantidad de colaboradores esenciales en la oficina al mismo tiempo”, expresa en un artículo de pronta publicación en EF.
Estructuras divisorias
Para Bonilla, es vital instalar estructuras que dividan los puestos de trabajo, así como que estas estaciones sean asignadas a un único empleado.
“Lo anterior en vez de seguir la reciente tendencia mundial de no asignar espacios permanentes por colaborador”, sugiere.
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Velar porque se respete la distancia mínima de 1,5 metros entre personas será vital, de acuerdo con el especialista, en todos los espacios: ascensores, cubículos, recepción y salas de reunión.
En aras de garantizar la eficacia de las medidas, recomienda señalizar y colocar rótulos con los protocolos en todas las áreas.
“Estas recomendaciones facilitarán el retorno a las oficinas e incrementarán la seguridad del proceso”, afirma.