Trece empresas en Costa Rica fueron certificadas como operador económico autorizado (OEA) durante el 2017, mientras que en lo que va de este 2018 se han sumado cinco compañías.
Ser OEA significa que la empresa es un operador de comercio seguro que aplica estándares internacionales de seguridad en su cadena logística, lo que genera beneficios tanto para ellos como para la administración aduanera.
Actualmente, hay 34 compañías en Costa Rica que cuentan con la certificación de OEA; entre ellas, Café Britt, Pozuelo, Monge, Bridgestone y Florida Ice & Farm (Fifco).
Uno de los principales beneficios que reciben estas empresas es la simplificación y facilitación de los procedimientos y operaciones aduaneras.
Ese punto incluye la reducción en controles físicos y documentales, ampliación de los horarios de la aduana, así como prioridad en la atención y movilización de las cargas en pasos fronterizos.
Erick Herrera, gerente país de Bridgestone Costa Rica, destacó que las revisiones se disminuyen considerablemente, dando mayor agilidad a los procesos.
“En el caso de transporte terrestre, hay una prioridad en la movilización de las cargas en pasos fronterizos, mejorando el tiempo de entrega de mercadería en nuestros mercados centroamericanos”, mencionó Herrera.
Otra de las ventajas de la certificación es que las empresas tienen un contacto directo –un ejecutivo OEA– en la Dirección General de Aduanas (DGA) y en las aduanas del país, que les ayuda a resolver consultas y gestiones.
“Un año después de haber obtenido la certificación podemos constatar que hemos tenido una mejora en la atención a nuestras consultas y resolución de problemas por parte de la Dirección General de Aduanas”, dijo Gisela Sánchez, directora de Relaciones Corporativas de Fifco.
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Para el conglomerado nacional, ser OEA también genera una mayor seguridad en el transporte de las cargas. Sus medidas de seguridad han tenido como resultado una disminución de un 100% en el robo de sus contenedores.
Las compañías OEA también reciben capacitación en materia de procedimientos y técnica aduaneras y, además, se benefician de los acuerdos de reconocimiento mutuo (ARM).
Los ARM se dan entre dos o más administradores aduaneros que reconocen entre sí los procesos de certificación y proporcionan recíprocamente beneficios adicionales a los OEA de los países partes de estos acuerdos (Costa Rica tiene un ARM firmado con México y en proceso con Colombia y el resto de Centroamérica).
A la lista de beneficios se suma que, desde febrero del 2017, está vigente el Convenio Marco de Cooperación entre el programa OEA y el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), Servicio Fitosanitario del Estado (SFE) y el Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa).
Este acuerdo tiene por objetivo el beneficio de atención prioritaria en los procedimientos y servicios en que participan el SFE y Senasa, a las empresas exportadoras e importadoras de productos agropecuarios que se encuentran certificadas OEA, así como el intercambio de información para el control y seguridad de los procesos de comercio internacional de mercancías.
Para Café Britt, la certificación garantiza la seguridad de la cadena logística de la compañía, facilita el flujo de las mercancías y los negocios a nivel internacional.
“Ha sido un esfuerzo de acuerdo con el enfoque estratégico de aumentar las exportaciones de Café Britt. Asimismo, es una muestra adicional de la estandarización de calidad que sigue la compañía, no solo en el producto que ofrecemos, sino en los procesos que seguimos”, afirmó el CEO de la compañía, Philippe Aronson.
¿Cómo se obtiene?
El programa es voluntario, gratuito y está habilitado para exportadores, importadores, operadores portuarios marítimos y terminales de carga de exportación.
Las empresas deben cumplir con una serie de condiciones y requisitos establecidos como historial satisfactorio de cumplimiento aduanero, tributario y judicial, gestión administrativa, solvencia financiera y medidas de seguridad.
María Iris Céspedes, jefe del Área de Relaciones y Asuntos Externos de la DGA, indicó que el proceso tarda en promedio 80 días hábiles y que, tras presentarse la solicitud y documentos, se realiza un análisis y verificación de admisibilidad de la documentación.
Luego se procede a la evaluación y verificación de requisitos y la emisión de la certificación que es otorgada por cuatro años, con una autoevaluación cada año.
En el caso de Grupo Monge, que recibió la certificación en este 2018, el proceso de otorgamiento del distintivo tardó un año y medio.
“Abrimos todos nuestros libros financieros y procedimientos logísticos para que el equipo auditor de la DGA revisara el historial de pago de obligaciones tributarias, el cumplimiento de normas jurídicas y de seguridad, así como la gestión administrativa y solvencia financiera del grupo”, explicó Pablo Arce, gerente de Mercadeo de Monge.
Pozuelo, por su parte, inició el proceso para OEA en agosto del 2013 y se certificó en octubre del 2014 tanto en exportaciones como en importaciones.
“La empresa manifestó la intención de certificarse y a partir de ese momento obtuvimos apoyo del personal de Hacienda en todo el proceso, desde la revisión de la información solicitada hasta visitas de campo y consejos para mejorar”, dijo Iván Bulgarelli, director de Operaciones de Pozuelo.
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Café Britt tuvo que esperar 15 meses para obtener la certificación en la modalidad de importación en marzo del 2013. Dos años después, la compañía realizó la solicitud para importación y exportación; en esta ocasión el proceso fue mucho más expedito (aproximadamente seis meses) ya que contaban con la certificación previa.
En el caso de Fifco, su proceso de certificación tomó seis meses y requirió la participación de diferentes áreas de la empresa, entre ellas talento, bodegas, seguridad, compras, riesgo, importaciones, tecnología y finanzas.
Para Bridgestone, el proceso fue más rápido: alrededor de tres meses.
“El proceso fue relativamente sencillo ya que estamos certificados con la norma BASC (Business Alliance for Secure Commerce) que nos pide cumplir criterios similares, por lo que no tuvimos mayores retos en la implementación”, señaló el gerente país de la compañía.
Las firmas OEA reciben beneficios que les permiten agilizar el movimiento de sus mercancías y mejorar su competitividad, mientras que las aduanas lograr enfocar sus recursos y esfuerzos en aquellos operadores de comercio de alto riesgo.