Constantemente escuchamos acerca del “manejo del cambio”, lo cual implica conducirlo, dirigirlo. Sin embargo, el cambio se ha vuelto una constante en nuestras vidas, no solo desde el punto de vista laboral, sino personal, siendo cada vez más cortos los periodos en donde nada cambia. Entonces, si forma parte de nuestro día a día, ¿porque no hablamos de vivir el cambio?
Cambiar tiene elementos muy humanos, que empiezan por conocernos a nosotros mismos. No podemos transitar a otra situación, si no sabemos dónde estamos actualmente. Algunos elementos claves del cambio son:
- Creencias: Las creencias son los filtros con los que vemos la vida y la base de los juicios que tenemos con respecto a algo o alguien. Parten de la experiencia, cultura, familia, etc. Algunas veces tienen fundamento, otras no. El problema es cuando las consideramos hechos y esto nos impide ver las cosas desde otros ángulos.
- Nuestro cerebro: Por naturaleza nuestro cerebro busca ahorrar energía y esto lo hace repitiendo patrones que ya conoce. Cuando buscamos hacer algo diferente implica más conexiones neuronales que nos cansan. Sin embargo, esta es una gran oportunidad para que nuestro cerebro continúe modificándose hasta que muramos. Es decir, cuando nos resistimos a hacer cosas nuevas, estamos de alguna forma poniendo nuestro cerebro en “pausa” evitando que siga desarrollándose.
- Miedos: El miedo es el principal freno para el cambio, aunque muchas veces la mayoría de nuestros miedos no se cumplan, si nos detienen. Nos da miedo dejar lo que ya conocemos, miedo al fracaso, al que dirán, a la incertidumbre. Es importante identificar lo que nos detiene para poder gestionarlo.
- Motivadores: ¿Sabe usted que lo motiva? ¿Cuál es su profundo para qué? Las motivaciones en cada uno son muy diferentes, para algunos son las relaciones sociales, para otros, el aprendizaje, el poner en práctica habilidades, la libertad, el poder.
Identificar y entender estos elementos es fundamental para vivir el cambio personal y apoyar a otros a vivirlo, cuando hablamos de equipos o colaboradores.
Ciertamente el cambio no es fácil, y como dice el autor Matti Hemmi , cuando salimos de nuestra zona de confort pasamos a la zona de pánico que es la que muchas veces evitamos, sin embargo, después viene la zona mágica y de aprendizaje que es la que nos impulsa y nos desarrolla. Aprendamos a vivir el cambio.
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