El sobreendeudamiento es una situación más común de lo que podemos pensar, pero en pocos meses y con unos cuantos pasos es posible salir los préstamos personales y las tarjetas de crédito que quitan la tranquilidad y el sueño.
“Lo importante no solo es salir de deudas. Lo más importante es no volver a caer”, recalcó Belisa Tenorio, asesora en finanzas personales y fundadora de Alquimista Financiera. “Hay un método donde una persona puede salir de esa situación”.
En Costa Rica la cantidad de tarjetas de crédito aumentó de casi 1,3 millones en 2009 a más de 3 millones en 2024, distribuidas entre 1,2 millones de personas que deben ¢1,55 billones, de acuerdo con datos del Banco Central de Costa Rica (BCCR).
El crédito de consumo también aumentó de ¢6,7 billones en enero de 2022 a casi ¢8,4 billones en noviembre de 2024, según datos del BCCR.
Un estudio de la Oficina del Consumidor Financiero (OCF), presentado en en febrero de 2024, mostró que algunos perfiles de consumidores con hábitos personales y condiciones económicas que inciden en su endeudamiento. Además, 40% de los costarricenses tienen suficiente conocimiento sobre temas financieros y 55% no logra ahorrar.
Inicio fatal
Lo más común es que acepte una oferta de tarjetas con la justificación de que la necesita, la requiere y le urge para emergencias. El problema es que pronto se está usando en viajes, compras impulsivas, artículos o productos que ya tienen (como otra pantalla de televisión), para seguir la moda o mantener el estatus.
Hasta el 70% de las personas que empiezan a usar una tarjeta de crédito para emergencias terminan usándolas en compras innecesarias y que no corresponden a ninguna urgencia, como un concierto. Algunas personas llegan a tener hasta el 90% de sus ingresos comprometidos y múltiples tarjetas de crédito.
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A eso se agrega que la mayoría de los tarjetahabientes desconocen las diferencias entre fecha de corte, fecha de pago mínimo o fecha de contado y cómo se establecen los intereses.
Cuando quieren consolidar o refundir deudas tampoco calculan correctamente los montos de sus deudas (principal e intereses) y no toman en cuenta que una extensión de los plazos puede implicar pagar un mayor monto.

Paso 1: el problema
Para definir un plan para salir de deudas se debe hacer un autodiagnóstico de cuál es la situación y porqué se llegó ahí: si fue por falta de control de impulsos, tratar de vivir por encima de las posibilidades o desconocimiento.
Se debe realizar un análisis de la situación financiera: ingresos, gastos, balance patrimonial y monto que podría destinar a pagos del principal de la deuda con la cual iniciará el plan. Es una fotografía del estado financiero de la persona.
El análisis personal repasa las causas, incluyendo la falta de objetivos. Tener objetivos personales —y la disciplina y constancia para cumplirlos— facilita que los ingresos y los gastos se enfoquen en esas metas, evitando los egresos que desvíen a la persona y el desperdicio del dinero. Tener objetivos también ayuda a evitar aceptar otras tarjetas o créditos.
Paso 2: crear un fondo
Tras el análisis y la definición de objetivos personales, la persona puede dar un paso adicional: ahorrar para tener un fondo de emergencias. Esto es más factible para personas que tienen endeudamientos alrededor o inferior al 35%.
Dependiendo de la situación personal, ese colchón financiero debería superar los $500 (para una persona que vive con sus padres) o los $1.000 (para personas independientes o que tienen la responsabilidad de una familia).
Esta es una medida básica, pues si la persona no tiene recursos para enfrentar una emergencia real (una enfermedad, un desperfecto mecánico del vehículo, un arreglo urgente de la vivienda o un incidente) puede recurrir a otra deuda.
Cuando el endeudamiento es muy alto, e incluso dificulta cubrir los gastos básicos a nivel familiar y hasta para trasladarse al trabajo, lo recomendable es recurrir a ejecutivos con poder de decisión en las sucursales bancarias para lograr un arreglo de pago.
En este caso se debe llevar la documentación para demostrar la imposibilidad de cumplir los compromisos, saber que el arreglo no será de la noche a la mañana (pues hay estudios y análisis de equipos de los bancos) y se debe seguir cumpliendo con los pagos mensuales.

Paso 3: deudas pequeñas
En el autodiagnóstico se indican las deudas para definir una estrategia. ¿Alguna recomendable?
“Bola de nieve”, dice Tenorio. “El ser humano necesita sentir que tiene éxito para avanzar y sentirse motivado”.
Después de enlistar las deudas en una hoja de cálculo para tener claro cada deuda, su tasa de interés, el monto de la mensualidad o pago mínimo en caso de las tarjetas de crédito y el saldo.
La primera deuda a reducir y saldar totalmente es la que tenga el saldo más bajo. Con el monto definido para iniciar el plan, la persona lo destina al principal.
Ojo: no es al adelanto de una mensualidad.
Al mismo tiempo que paga la mensualidad correspondiente, destina el monto definido en el autodiagnóstico al principal.
¿Dónde lo hace?
Si paga en forma presencial debe indicar a la persona que le atiende en cajas cuál monto paga a la mensualidad y cuál paga al principal.
Si paga en forma virtual, aunque hay diferencias en las plataformas, normalmente los servicios en línea tienen la funcionalidad para pago del principal.
Pagando la mensualidad correspondiente y el monto adicional al principal podrá salir en pocos meses de una deuda pequeña con plazo a dos años.

Paso 4: siguientes deudas
Al haber cancelado la primera deuda, la persona ahora podrá destinar el dinero de la cuota mensual del crédito o tarjeta canceladas y el monto para pago de principal a la siguiente deuda.
En este caso, al tiempo que sigue pagando la respectiva mensualidad o pago mínimo, ese “dinero liberado” lo destina al principal.
Asi, una deuda que tenía un plazo de 62 meses podría cancelarla en la mitad del tiempo, estima Tenorio. “He tenido alumnos que tienen préstamos de siete años en un vehículo, lo pagan en año y medio o en dos”, afirma.
Utilizando el mismo método, se siguen pagando las siguientes deudas o tarjetas de crédito, de forma que en menos de tres años puede salir de un alto endeudamiento.
Pero recuerde que hay tres claves: no dejar de pagar ninguna de las deudas; pagar al principal de la deuda que se está cancelando; y ajustar los gastos personales.
Nada de esto implica afectar la calidad de vida. Al mismo tiempo que dedica un monto de los ingresos al pago de las mensualidades y del principal, se puede definir un monto mensual para proyectos personales que mejoren la situación individual o familiar.
Y, por favor, trate de no endeudarse más.