La salud económica de Costa Rica está estrechamente ligada al comportamiento del consumidor estadounidense. El nivel de confianza de los hogares en Estados Unidos es un indicador predictivo clave para la dinámica de los dos principales motores de la economía costarricense: el turismo y las exportaciones de bienes.
Según datos del Instituto Costarricense de Turismo (ICT), Norteamérica representa el principal mercado emisor de turistas hacia el país. Asimismo, cifras de la Promotora del Comercio Exterior (Procomer) confirman que Estados Unidos es el destino del 47% de las exportaciones de bienes costarricenses, incluyendo dispositivos médicos y productos agrícolas.
Por esta razón, cualquier señal de debilitamiento en la confianza del consumidor estadounidense se convierte en una pieza de inteligencia de negocios crítica para las empresas en Costa Rica.
Una caída en este indicador anticipa una posible contracción en el gasto discrecional, como los viajes internacionales, y una moderación en la demanda de bienes de consumo.
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La confianza de los consumidores en Estados Unidos cayó a su nivel más bajo desde la entrada en vigor de los aranceles del presidente Donald Trump en abril, según datos publicados este martes, que revelan una creciente preocupación por la inflación.
El índice de confianza del consumidor del Conference Board bajó 3,6 puntos, hasta 94,2, en setiembre, frente a los 97,8 revisados del mes anterior.
Los analistas esperaban una caída menor, según el consenso publicado por MarketWatch.

El índice no había estado tan bajo desde abril, cuando el anuncio de Trump de aranceles masivos desató una ola de preocupación.
La caída a un nivel no visto en cinco meses sugiere que la incertidumbre económica está calando en la percepción de los hogares, un factor que podría moderar el consumo en el último trimestre del año, un periodo clave para las exportaciones costarricenses que se preparan para la temporada de fin de año.
En sus respuestas, “los encuestados hicieron referencia con mayor frecuencia en septiembre a los precios y la inflación, que se han convertido una vez más en los principales factores que influyen en su visión de la economía”, señala la economista del Conference Board, Stephanie Guichard, citada en un comunicado.
“Las referencias a los aranceles disminuyeron este mes, pero se mantuvieron altas y continuaron asociadas a la preocupación por el aumento de los precios”, agrega el texto.
La inflación en Estados Unidos ha aumentado ligeramente desde que Trump lanzó su política arancelaria poco después de regresar a la Casa Blanca en enero.

Desde entonces, el mandatario impuso fuertes tarifas aduaneras tanto a aliados como a adversarios en un intento por reestructurar las relaciones comerciales de Estados Unidos.