Si tiene una pyme y está en búsqueda de financiamiento alternativo a la deuda bancaria, podría interesarle formar parte de los primeros dos Fondos de Inversión de Capital de Riesgo (FICR) en Costa Rica.
Estos dos fondos —FICR Sector Turismo y FICR Avance Empresarial— tienen en su mira invertir alrededor de $400 millones en pymes nacionales. Estos fondos ya recibieron el aval de la Superintendencia General de Valores (Sugeval) y fueron inscritos por Mutual Fondos el pasado 8 de junio.
Según explica Allan Rodríguez, presidente de FCS Capital que es la firma gestora profesional de ambos instrumentos, estos fondos pretenden ayudar a empresas que vieron truncado su crecimiento debido a las afectaciones por la pandemia de la covid-19 en el país.
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“Los dos fondos están dirigidos a pymes en proceso de expansión, es decir, que no es capital semilla ni emprendimiento, y son para empresas que requieran recursos que puedan asumir a través de la modalidad de capital”, dice Andrés Víquez, director de Finanzas Corporativas de FCS Capital.
Los FICR son unas figuras que se pueden entender como portafolios de inversión en los cuales un grupo de inversionistas ponen recursos para impulsar un objetivo común, que, en este caso, es capitalizar el crecimiento de pequeñas y medianas empresas que no cotizan en bolsa.
Los fondos tienen la expectativa de invertir como mínimo alrededor de $500.000 dólares por cada una de las empresas seleccionadas. En su rol de gestora, FCS Capital es la firma encargada del proceso de reclutamiento de las pymes que serán promovidas.
Esta primera etapa de búsqueda y canalización de recursos durará alrededor de tres de los diez años de vida de los FICR. Como lo entrevén sus nombres, FICR Sector Turismo irá dirigido a empresas turísticas y FICR Avance empresarial tiene como objetivo empresas de cualquier sector de la economía. Cada instrumento pretende reunir $200 millones.
Las empresas interesadas en formar parte de los fondos deberán contar con las siguientes características:
Características de las empresas en las que invierte el FICR |
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Empresas consideradas pyme de acuerdo con la definición del MEIC. |
Empresas que cuenten con al menos 5 años consecutivos de operación. |
Empresas comprometidas en la adopción de buenas prácticas ASG |
Empresas con ventas anuales de alrededor $1 millón |
Firmas consideradas pyme
El primer requisito es ser una empresa considerada como pyme de acuerdo con la definición del Ministerio de Economía, Industria y Comercio (MEIC). El MEIC considera a una pyme como una micro, pequeña o mediana empresa que realiza actividades económicas en los sectores de industria, comercio, servicios o que desarrollen actividades de agricultura orgánica.
La fórmula para definir el tamaño de la empresa, es decir, si es micro, pequeña o mediana, implica valores en los datos de ventas netas, activos fijos y totales, así como la cantidad de empleados en los sectores de comercio y servicios. Para más detalle puede visitar el apartado de pymes sitio web del MEIC.
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Cinco años de experiencia
Para participar del proceso de selección la empresa debe contar con al menos cinco años consecutivos de operación. No obstante, se harán excepciones, especialmente en pymes turísticas debido a la paralización que tuvo el sector durante los meses de restricción sanitaria más intensos.
“El hecho de que la empresa haya estado cerrada por unos meses y luego volviera a operar claramente no la excluiría de la posibilidad de ser considerada, porque ahí tuvimos una imposibilidad material: aeropuertos cerrados, las personas en la casa sin poder salir y hubo varios meses en los que la estadía promedio fue muy cercana a cero”, aclara Víquez.
El director de Finanzas Corporativas de la firma también añadió que sí buscan que sean empresas que, a pesar de la dificultad de las restricciones, pudieron transicionar hacia la reapertura y que actualmente operan con normalidad.
En ese sentido, la resiliencia es un factor importante en su proceso de selección. “Eso puede ser un elemento que habla bien de la empresa: es un hotel que tiene su nicho de mercado, que es un modelo de negocio que posiblemente funcionó bien antes de la pandemia y que va a funcionar bien en la postpandemia”, menciona.
Adicionalmente, el negocio debe generar ventas de aproximadamente $1 millón por año.
Compromiso con la adopción de prácticas ASG
Las empresas también deberán abrirles las puertas a buenas prácticas en materia Ambiental, Social y de Gobierno Corporativo (ASG). “¿Eso significa que tiene que ser una empresa que ya tenga un estándar de gobierno sólido, robusto, con políticas de protección del ambiente? No, lo que estamos diciendo es que esté dispuesta a comprometerse a la adopción de buenas prácticas y políticas en materia de ASG que al final quedarán plasmadas en el acuerdo de socios en el caso de que se materialice una eventual inversión”, explica Víquez.
Proceso de selección
El primer contacto lo hace la empresa interesada con FCS Capital por medio del correo electrónico info@fcscapital.cr o al WhatsApp 8448-1327. Una vez se le comunica al negocio los requisitos básicos, se agenda una reunión virtual en la que se le explicará el funcionamiento del fondo y se le solicitará a la pyme información general, financiera y legal, toda bajo la protección de un acuerdo de confidencialidad.
Con esa información FCS Capital realizará una análisis financiero de la compañía para que un comité interno evalúe si se califica como empresa promovida o no, si efectivamente así se decide, la firma envía la propuesta al comité de inversión de Mutual Valores, entidad que administrará los FICR bajo el alero de Mutual SAFI (Sociedad Administradora de Fondos de Inversión), para que tome la decisión final.
Un modelo de financiamiento poco conocido
Estos dos fondos son los primeros de su tipo en Costa Rica. Debido a esto, las empresas que deseen ser promovidas por los FICR deberán pasar también por un proceso de capacitación. Según explica Víquez, la costumbre de los negocios costarricenses es buscar financiamiento a través de deuda, principalmente bancaria y la capitalización no siempre se toma en cuenta.
Óscar Alvarado, gerente general de Grupo Mutual, también ve vital para el éxito de los fondos que se cambie esa manera de pensar del empresario costarricense. “(Ahora) viene un proceso de convencimiento de las bondades que se tiene con estos instrumentos, que son donde vamos a apoyar el capital y no el endeudamiento”, dijo Alvarado el 9 de junio, cuando se presentaron los FICR en conferencia de prensa.
“Hay una inclinación a pensar en primer lugar en la deuda como fuente para allegar recursos, entonces aquí estamos en un proceso que va a requerir cierto tiempo para poder sentarnos con las compañías y explicarles al detalle cómo funciona, porque la vía para llegar a esos recursos es mayoritariamente a través de capital, es decir, convertirnos en socios minoritarios de las empresas”, explica Víquez. El fondo, por normativa, no puede poseer más de un 50% de las acciones de una empresa.
En este método de financiamiento, la empresa no debe devolver en un plazo el dinero que se invierte en ella, como pasaría en un instrumento de deuda, sino que los inversores inyectan recursos con el fin de que la compañía crezca y así obtener dividendos por concepto de las utilidades que se generen y el crecimiento en el valor de sus acciones.
“Creemos que es una estructura de financiamiento más saludable para las empresas en este momento porque fortalece su patrimonio, su estructura de capital, y le permite contar con recursos para financiar el crecimiento sin que tenga que devolverlos en el corto plazo”, comenta Víquez.
Concesiones que se deben hacer
Permitir que el fondo se convierta en socio de la empresa viene de la mano con una serie de acuerdos relacionados con la transparencia del negocio y la toma de decisiones.
El acuerdo de socios puede incluir cláusulas como el derecho a tener una asiento en la junta directiva de la empresa y el derecho a vetos en temas sensibles como el de endeudamiento. El fondo también podría pedir que se mejore la calidad de la información financiera a través de una auditoría externa y que se elaboren periódicamente reportes sobre la marcha del negocio que le sirva para valorar los avances. A su vez, el FICR podría pedir la contratación de ciertos perfiles de profesionales en puestos estratégicos y la generación de comités para la toma de decisiones.
Este tipo de concesiones podrían resultar nuevas para las empresas por esa misma poca utilización que se le da al mercado de capitales como método de financiamiento en el país. “De repente, si es una compañía familiar, pues es un grupo relativamente limitado el que toma las decisiones y pueden sentir como que pierden un poquito el control al incluir un tercero y puede ser que algunas empresas no lo vean todavía como una etapa en la que quieran ingresar”, explica Víquez.
Sin embargo, el director de Finanzas Corporativas considera que esta apertura se recompensa con un acompañamiento cualitativo. “El fondo al convertirse en socio va a procurar que llegue a la compañía conocimiento técnico sobre el negocio, va a generarle beneficios porque detrás del fondo va a haber un equipo de personas con experiencia que pueden ayudar a buscar nuevos clientes, mejores proveedores, que en resumen le pueden ayudar a crecer. Por eso es que el aporte del fondo en una empresa va más allá de la plata”, dice.
Un fondo para inversores profesionales
Los inversionistas que deseen participar de los fondos deben cumplir con el requisito de ser inversionistas profesionales. “La normativa de la Sugeval permite a las sociedades administradoras de fondos de inversión y a los puestos de bolsa la tarea de establecer una metodología para definir qué es un inversionista profesional, pero en términos sencillos son inversionistas que tienen conocimiento y experiencia sobre diferentes tipos de inversiones y cuentan con al capacidad para gestionar los riesgos asociados a este tipo de instrumentos”, explica Víquez.
El Sistema de Banca para el Desarrollo (SBD) fue el primer inversionista de los fondos con la colocación de un total de $2 millones: $1 millón en el FICR Sector Turismo y el otro $1 millón se destinará al FICR Avance Empresarial.
Yancy Cerdas, gerente general de Mutual Valores, entidad que negociará los fondos, manifestó durante la presentación oficial del 9 de junio que se respira un aire de confianza en la búsqueda de inversores. “El país cuenta con inversionistas suficientes y liquidez suficiente como para invertir en este tipo de instrumentos. La confianza va a ser parte de lo que nosotros tenemos que lograr en tema de capacitación, porque sí, lo que falta es capacitación en los productos. La banca de desarrollo nos da el espaldarazo para ser nuestro primer inversionista y con eso tendríamos el apoyo para que otros se unan también”, agregó.