La junta directiva del Banco Central de Costa Rica (BCCR) decidió bajar por tercera vez en este 2025 su Tasa de Política Monetaria el 18 de diciembre.
Con el nuevo recorte el indicador de referencia queda ahora en 3,25% a partir del viernes 19 de diciembre.
La TPM es la herramienta que tiene el Banco Central para guiar la inflación hacia la meta. Este indicador influye en el resto de tasas del mercado, tanto en las activas como en las pasivas. Es decir, dicta cuán caros o baratos son los préstamos y cuánto pagan las entidades por los depósitos.
Según el comunicado enviado por el Central, la junta directiva le prestó particular atención a las expectativas de inflación, las cuales continúan a la baja. El promedio de la encuesta de expectativas se situó, a 12 meses, por debajo de la meta anunciada por el BCCR, en 1,4%. Esto quiere decir que los agentes económicos no prevén que los precios coincidan con el objetivo del BCCR en el próximo año.
El Central tiene una meta de inflación del 3% y un rango de tolerancia de 100 puntos hacia arriba y hacia abajo (entre 4% y 2%). La última vez que la inflación se situó dentro de este rango de tolerancia fue en abril del 2023 y la última vez que cumplió en meses consecutivos con la meta fue entre setiembre del 2021 y enero del 2022.
“La Junta Directiva hizo énfasis en el comportamiento de las expectativas de inflación, que constituyen un elemento central para la conducción de la política monetaria. Su adecuado anclaje contribuye a que desviaciones transitorias de la inflación no generen presiones persistentes, de manera que las decisiones de consumo, inversión, así como los procesos de formación de precios de los agentes económicos sean coherentes con la estabilidad macroeconómica en el mediano plazo”, explicó el ente emisor por medio de un comunicado de prensa.
También se mencionó que los precios internacionales de ciertas materias primas que el país importa han tenido valores menores a los esperados, al igual que los precios internos y los esperados en el corto plazo para la electricidad, lo que constituye menores presiones inflacionarias.
“Estos elementos justifican una reducción en la TPM de forma congruente con el objetivo de política del Banco Central y que a la vez mantiene una postura neutral de la política monetaria”, justificó el BCCR en el documento compartido con la prensa.
Pablo González, gestor Jr. de Portafolios de Mercado de Valores, mencionó que la coyuntura internacional permite una mayor flexibilización de tasas, particularmente tras los recortes de la Reserva Federal de los Estados Unidos. “Estos movimientos reducen presiones externas sobre diferenciales de tasas”, explica.
El gestor también considera que el impacto del recorte debería ser acotado en los mercados de negociación, ya que el movimiento a la baja era esperado por los agentes económicos.
“En cuanto a los mercados financieros, las tasas de interés han venido disminuyendo de forma gradual y lenta, evidenciando un traspaso parcial de la TPM hacia el resto de las tasas del sistema, especialmente en las tasas activas, donde persisten factores estructurales que limitan una transmisión más rápida de la política monetaria”, dijo González.
El nuevo nivel de la TPM se mantiene en lo que el BCCR llama una zona de neutralidad. Esto significa que ni restringe la actividad económica ni la sobreestimula.
En un evento organizado por Coopenae el 16 de diciembre, Rodrigo Cubero, expresidente del Banco Central, considera que el ente emisor debería virar su política monetaria hacia una postura más expansiva, con el fin de alimentar una producción local que crece a tasas relativamente bajas.
“El crédito no está creciendo en Costa Rica porque en general las condiciones de crecimiento económico y las expectativas económicas de la gente no están bien y con el tipo de cambio apreciado las condiciones financieras se vuelven más bien restrictivas. Para luchar contra esto el Banco Central debería bajar más vehementemente su Tasa de Política Monetaria”, consideró el exbanquero del BCCR.
