El cambio ha dejado atrás el “tradicional” asilo de ancianos, para enfocar los recursos en servicios a domilicio, estadías en hoteles, residencias de larga estancia, programas de soporte nutricional, terapias y actividades lúdicas y educativas.
El cambio ha dejado atrás el “tradicional” asilo de ancianos, para enfocar los recursos en servicios a domilicio, estadías en hoteles, residencias de larga estancia, programas de soporte nutricional, terapias y actividades lúdicas y educativas.