El movimiento difunde teorías conspirativas centradas en supuestas afirmaciones de que recibir sangre de personas vacunadas contra el coronavirus "contamina" el cuerpo.

Desde marzo de 2020, las personas que entraban al gigante asiático debían aislarse en instalaciones gubernamentales, primero por un plazo de tres semanas que se fue reduciendo hasta cinco días en noviembre.

A pesar del repunte de las infecciones, las autoridades chinas van a poner fin el domingo a las cuarentenas obligatorias a la llegada a China y autorizarán a sus habitantes a viajar al extranjero, después de tres años.

Repuntes en casos de covid-19 en dichas regiones asiáticas provocó la medida impuesta por el Ministerio de Salud.

Países como Australia, Bélgica y Canadá ya anunciaron que aplicarán la medida ante la explosión de una nueva ola de covid-19 en China; mientras que Estados Unidos y la Unión Europea podrían hacerlo pronto.

Países como Japón, India, Malasia, Taiwán, Italia, España, Israel y Estados Unidos anunciaron medidas restrictivas para viajeros provenientes de China, como la obligación de presentar una prueba negativa de covid reciente.

Washington afirma que Pekín no comparte suficiente información sobre el aumento de casos de coronavirus.

El repentino giro en la política anticovid de Pekín generó nerviosismo en el mundo, empezando por Estados Unidos, que está estudiando restricciones para los viajeros procedentes del gigante asiático.

De confiar en el balance oficial, China, el país más poblado del planeta, solo habría tenido seis muertes por covid-19 desde que se levantaron las restricciones.

“A partir de hoy, ya no publicaremos los datos diarios sobre la epidemia”, indicó la Comisión Nacional de Salud de China.