Las decisiones de política monetaria de economías desarrolladas generan ondas expansivas que influyen directamente en las estrategias de bancos centrales de mercados emergentes.
Ese podría ser el caso de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), la cual redujo sus tasas de interés de referencia este miércoles 17 de setiembre por primera vez este año, en un cuarto de punto, como esperaba el mercado, debido a un mercado laboral más débil.
Costa Rica mantiene históricamente una relación estrecha entre las decisiones de su Banco Central y los movimientos de la Reserva Federal estadounidense. Esta relación responde tanto a vínculos comerciales como a flujos de capital que nos conectan con la gran economía mundial, creando cierta dependencia en las políticas monetarias.
El Banco Central de Costa Rica redujo su Tasa de Política Monetaria (TPM) en su última reunión hace dos meses, en julio, siguiendo una tendencia de paulatina flexibilización que inició en abril de 2023.

Riesgos para el empleo
En su comunicado oficial, la Fed justificó la medida al señalar que “los riesgos para el empleo han aumentado”, a pesar de que la inflación “se mantiene de algún modo elevada”.
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La Fed redujo la tasa de interés de referencia a 4-4,25% y prevé dos recortes adicionales este año.
Solo el nuevo gobernador de la Fed, Stephen Miran, cuyo nombramiento fue impulsado por el presidente Donald Trump -crítico de la Fed- votó en contra de esta decisión y buscó una reducción mayor de la tasa.
El comité monetario del banco central se mostró asimismo más optimista sobre el crecimiento de la economía estadounidense, que prevé en 1,6% este año frente al 1,4% que proyectaba en junio.
No hizo cambios en cuanto a sus expectativas de desempleo e inflación.
La decisión de priorizar el empleo se produce a pesar de que datos publicados la semana pasada mostraron que la inflación en EE. UU., medida por el índice de precios al consumo, subió a 2,9% en agosto, el valor más alto desde inicios de año.
La decisión de la Fed tuvo lugar tras meses de fuertes presiones de Trump para que baje las tasas y en un contexto de crecientes preocupaciones por la presión política sobre el banco central, una institución independiente.
El Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) de la Fed, conformado por 12 miembros encargados de fijar las tasas, atraviesa una serie de turbulencias.
Aunque Trump ha dejado de amenazar con destituir al presidente de la Fed, Jerome Powell, el mandatario ahora apunta a despedir a la gobernadora del FOMC Lisa Cook por una acusación de fraude hipotecario.
Influencia en Costa Rica
El presidente del Banco Central de Costa Rica, Róger Madrigal, ha manifestado en múltiples ocasiones que las decisiones de la Reserva Federal estadounidense pesan en las determinaciones de la TPM costarricense.
Esta influencia responde a la integración financiera entre ambos países y al impacto que generan los diferenciales de tasas en los flujos de capital.
“Para Costa Rica, el movimiento puede tener algo de relevancia porque la Junta Directiva del Banco Central considera las decisiones de la Fed al definir su Tasa de Política Monetaria, como parte de una cesta de tasas de política monetaria”, explica Mauricio Moya, Líder de Inversiones de Grupo Financiero Mercado de Valores.
Sin embargo, Moya considera que la decisión de movimiento de la TPM en este momento dependerá más de la inflación interna, que a nivel interanual es negativa, y del impacto que puede tener esta tasa sobre nuestro crecimiento. “En temas cambiarios, no ha existido una rotación de carteras fuerte que genere presiones cambiarias relevantes”, explica.
El Central tiene una reunión programada para este 18 de setiembre, la cual adquiere relevancia adicional tras el recorte de la Fed. Las mismas declaraciones pasadas por Madrigal anticipan que la decisión estadounidense podría inclinar la balanza hacia un nuevo ajuste a la baja de la TPM local, pero no es una garantía.
La combinación de una prolongada inflación negativa y una reducción de tasas en Estados Unidos aumenta la expectativa de que el Central aproveche la ventana abierta por la Fed para continuar su proceso de flexibilización monetaria. Esta sincronización buscaría mantener equilibrios macroeconómicos mientras se apoya la actividad económica doméstica, la cual crece a tasas moderadas.
Una baja en TPM se traduce en resultados buenos o malos dependiendo de la condición personal de cada ciudadano. Una reducción significa que una persona endeudada pagará menos intereses de su crédito; pero una persona con ahorros o inversiones, el porcentaje de sus rendimientos o intereses ganados también se verán reducidos.
La baja en la Fed también tendrá un efecto en los préstamos en dólares en Costa Rica, ya que suelen estar indexados a tasas de referencia influenciadas por los ajustes de la autoridad monetaria estadounidense.