En los últimos años, el país ha ganado terreno como un hub para la industria de ciencias de la vida. De hecho, Costa Rica es el único país de la región considerado como un mercado emergente para este sector, según el reporte realizado por la firma consultora Cushman & Wakefield en 2024 y actualizado en marzo de 2025.
Dispositivos dentales, quirúrgicos, oftálmicos, ortopédicos y cardiovasculares, entre otros, se producen en 95 empresas multinacionales de tecnología médica que operan en Costa Rica, convirtiendo al país en el segundo mayor exportador de este tipo de equipos en América Latina, después de México.
Después de analizar 34 locaciones —entre ellas las sedes centrales de las empresas líderes en América y Europa—, el reporte de Cushman & Wakefield destacó a Costa Rica como destino emergente, al lado de ciudades como Houston, Atlanta y Phoenix, en Estados Unidos.
LEA MÁS: ¿Contra quién compite Costa Rica en los mercados globales?
“Costa Rica se ha consolidado como un centro clave en la industria de ciencias de la vida, gracias a su crecimiento sostenido, entorno favorable e infraestructura avanzada. Esto ha atraído a multinacionales en busca de estabilidad e innovación”, señala el reporte.
Según la Promotora de Comercio Exterior (Procomer), esta industria se ha transformado en el principal motor exportador del país: representó el 44% de las ventas de bienes al exterior en 2024, alcanzando una cifra de $8.753 millones.
Dicha entidad reportó que en los últimos dos años se han confirmado 11 nuevos proyectos de Inversión Extranjera Directa (IED) en el sector, que representan en conjunto un compromiso de inversión por $122,65 millones. De esas empresas, 8 provienen de Estados Unidos, 2 de Alemania y 1 de Suecia.
En ese mismo lapso, empresas del sector realizaron reinversiones por un monto adicional de US$794,7 millones, según datos al cierre de 2024.
Entre las firmas de tecnología médica (MedTech) que operan en Costa Rica, figuran 13 de los 20 principales fabricantes de equipos originales (OEMs) a nivel mundial.
Viant, Switchback Medical, Meko MedTech, ProMed Molded Products, Heraeus Medevio y Terumo Blood and Cell Technologies son algunas de las compañías que recientemente han anunciado nuevas operaciones o ampliaciones en el país.
Ventajas del país
La industria de ciencias de la vida ha experimentado un crecimiento sostenido durante las últimas dos décadas: en el año 2000 operaban 8 empresas de esta índole en el país, que generaban un 5% de las exportaciones nacionales.
Hoy, este sector es el mayor exportador de bienes y envía 4220 productos diferentes a 165 países, según datos de Cinde, entidad experta en el tema de IED. Estados Unidos, Países Bajos y Bélgica son algunos de los mercados con mayor crecimiento.
Información suministrada por dicha entidad muestra que Costa Rica ocupa el tercer lugar en la lista de los 10 países del mundo que han recibido más proyectos de MedTech entre 2015 y 2024, con un total de 119 proyectos, incluyendo nuevas operaciones y ampliaciones.
¿Cuáles factores favorecen el posicionamiento del país como mercado emergente?
“A pesar del contexto global actual, Costa Rica continúa consolidándose como un destino competitivo y confiable para la inversión extranjera directa, gracias a nuestra propuesta de valor sólida, estabilidad institucional, talento humano altamente capacitado, una base diversificada de empresas multinacionales con operaciones estratégicas en el país y al desarrollo de clústeres altamente especializados que en conjunto permiten la generación de mayor empleo y bienestar”, dijo Laura López, gerente general de Procomer.
El reporte de Cushman & Wakefield señaló que el país ha facilitado mano de obra calificada que la industria requiere y que en otros mercados presenta escasez.
Como consultora inmobiliaria, la firma destacó que el crecimiento del sector ha impactado el desarrollo de infraestructura de operaciones de alto nivel, al tiempo que las empresas multinacionales ven al país como una sede clave para sus cadenas de producción y acceso a mercados.
Estas compañías aprovechan los beneficios del régimen de zonas francas y representan alrededor de un 16% de las empresas que operan bajo esa figura.
“El posicionamiento al que hace referencia el estudio es gracias a una combinación de factores estratégicos que pasan por la ubicación privilegiada de nuestro país y el acceso a mercados, su talento, desarrollo de infraestructura-espacios industriales especializados para la industria y una visión de décadas que permitió el desarrollo del sector”, aseguró Marianela Urgellés, directora general de Cinde.
Urgellés señaló que Costa Rica no solo fabrica dispositivos médicos de clase I y II, sino que también ha avanzado en el diseño, desarrollo y validación de productos de Clase III, que requieren altos niveles de precisión y certificaciones rigurosas.
“El reconocimiento valida el camino recorrido y abre nuevas posibilidades para proyectar a Costa Rica como un hub regional en ciencias de la vida. Refuerza el mensaje de ser un país líder de la industria y de que manejamos procesos altamente innovadores y de calidad”, añadió.
La expansión de la industria ha impulsado un significativo desarrollo inmobiliario, con la creación de espacios especializados, como laboratorios y plantas de manufactura de alta tecnología, diseñadas para cumplir con altos estándares internacionales.
Estas instalaciones no solo se concentran en la Gran Área Metropolitana (GAM), sino que también están expandiéndose hacia otras regiones, como Grecia y San Carlos.
Generador de empleo
Uno de los principales beneficios de este auge en Costa Rica es la generación de empleo formal en una industria de alto valor agregado. En 2024, el sector superó los 58.000 empleos directos.
“Estos empleos suelen ofrecer estabilidad, acceso a seguridad social, salarios competitivos y claras oportunidades de crecimiento profesional. Además, muchas de las empresas en este sector han implementado programas robustos de desarrollo de talento, liderazgo, capacitación técnica e incluso becas educativas para sus colaboradores”, dijo Urgellés.
Según Procomer, estas empresas buscan profesionales en carreras de ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM) que cuenten con un buen dominio del idioma inglés, dado el entorno técnico en el que operan.
A nivel operativo, generalmente se requieren operarios de manufactura que hayan completado al menos el noveno año de secundaria, con buenas destrezas manuales y conocimientos básicos de matemáticas. También hay una alta demanda de técnicos en mecanizado de precisión y metalmecánica.
LEA MÁS: Inversión extranjera generará 2.300 nuevos empleos: estas son algunas de las regiones beneficiadas
Otro aspecto destacado por Urgellés es el enfoque inclusivo de estas operaciones. En el caso de manufactura médica, por ejemplo, la presencia femenina es significativa, lo que contribuye a cerrar brechas históricas en acceso al empleo técnico.
Estas empresas realizan actividades tales como fabricación de instrumentos y suministros médicos y odontológicos; manufactura, ensamble y subensamble de componentes; servicios de observación de pacientes por medio de tecnologías remotas y de telesalud; dispositivos ortopédicos para procedimientos de rodilla, cadera y hombro; implantes de metales y catéteres.
Desafíos y oportunidades
Con la llegada de multinacionales a distintas regiones del país se espera un efecto multiplicador en la economía local. Según Procomer, las empresas del sector de dispositivos médicos impulsan encadenamientos productivos y la contratación de servicios asociados.
Un ejemplo de ello es Grupo Vargas, que provee productos de cartón, plástico termoformado, etiquetas y empaques de alta tecnología para suplir a dicha industria.
Otro caso es el de Atemisa, empresa dedicada a la mecánica de precisión que ofrece servicios a estas compañías, como manufactura de metales en máquinas convencionales, confección de prototipos y estaciones de trabajo para cuartos limpios. Asimismo, Gauss diseña y fabrica componentes plásticos y metálicos de alta precisión para el sector.

Sin embargo, el economista Ricardo Monge señaló que todavía falta mucho por hacer en el país para fortalecer los encadenamientos productivos entre las multinacionales y los proveedores locales. Desde su perspectiva, el auge de empresas de tecnología médica es una oportunidad para impulsar aún más estos encadenamientos, articulando esfuerzos del gobierno, el sector privado y la academia, como lo ha hecho Irlanda.
“Los encadenamientos productivos son fundamentales para maximizar los beneficios de la IED. No solo permiten que el valor agregado permanezca en el país, sino que también estimulan la innovación, el aprendizaje y el crecimiento de las capacidades productivas de las empresas locales. Para lograrlos, se requiere una acción concertada que combine políticas públicas inteligentes, un marco institucional sólido y una gobernanza eficaz”, subrayó Monge, presidente de la Academia de Centroamérica.
Desde su perspectiva, una de las claves es avanzar en políticas de desarrollo productivo orientadas a mejorar la capacidad de absorción de conocimiento por parte de los proveedores locales. Estas políticas deben incluir inversiones en investigación y desarrollo, formación de capital humano, acceso a tecnología, apertura de mercados y promoción de la competencia.
Añadió que es urgente fortalecer el Programa Nacional de Clústeres para avanzar en la gobernanza sectorial y territorial, facilitando sinergias dentro de los ecosistemas productivos. También, dijo, es indispensable mejorar el clima de negocios para las empresas locales, reduciendo barreras de acceso al financiamiento y distorsiones en el mercado laboral.
“Costa Rica tiene frente a sí una oportunidad única: transformar la inversión extranjera en un verdadero motor de desarrollo inclusivo y sostenible. Pero esto solo será posible si los encadenamientos productivos dejan de ser una aspiración y se convierten en una política de Estado”, afirmó el economista.
Las nuevas políticas proteccionistas de Estados Unidos, que buscan atraer a las industrias para que inviertan en su país, también implican un desafío y una oportunidad para mejorar la competitividad de Costa Rica, con el fin de atraer nuevas empresas y retener a las que ya están instaladas en el país. Actualmente, somos el quinto mayor proveedor de dispositivos médicos para el mercado estadounidense.
“En este contexto Costa Rica debe reafirmar su propuesta de valor diferencial y mostrar cómo las operaciones ya instaladas en el país aumentan la competitividad de las corporaciones globales. La clave está en seguir siendo un país confiable, adaptable y competitivo, esto implica profundizar la inversión en talento humano con enfoque en habilidades técnicas y digitales, especialmente en áreas STEM, que son fundamentales para la sostenibilidad del sector”, dijo Urgellés.
LEA MÁS: AVNA Inc. inaugura nueva planta en zona franca de Grecia
Destacó que el país ya cuenta con capacidades en rediseño, automatización de procesos y desarrollo de nuevos productos, lo que lo coloca en una posición estratégica para escalar su participación en investigaciones y desarrollos más complejos.
“La próxima frontera para la industria de dispositivos médicos en Costa Rica será su transición hacia un centro integral de investigación, desarrollo y manufactura avanzada. Esto consolidará nuestra posición como líder en un mercado global que exige innovación y responsabilidad en cada fase de producción”, concluyó la directora de Cinde.