Ninguno se atreve a negar que la política nacional está en un momento crítico. Dirigentes de partidos políticos y aspirantes presidenciales coinciden con el gris panorama que revela el último XIX Informe del Estado de la Nación en ese campo.
A pesar de las coincidencias, los políticos consultados muestran sus diferencias en la percepción del problema y en la distribución de las culpas sobre la crítica situación que enfrentan ellos y sus partidos.
Según el estudio, cada vez más los ciudadanos se alejan de los partidos, el sistema democrático no los satisface y eso se reflejaría en el apoyo en las urnas.
Para Antonio Álvarez Desanti, jefe de campaña del Partido Liberación Nacional (PLN) -agrupación que según el análisis ha perdido identificación y apoyo entre el electorado- se trata de una "llamada de atención para que se cambie y se cumplan los proyectos que se prometen".
Para la mano derecha del candidato liberacionista, el efecto directo de la desconfianza en la política se verá reflejado en el porcentaje de abstencionismo en la próxima elección. "Es que la gente deja de participar y votar cuando se dan estos niveles de disgusto; lo que hay es que trabajar en eso para que regresen", expresó Álvarez.
Desde otra óptica lo mira el candidato del Frente Amplio, José María Villalta, para quien, efectivamente, hay crisis en la política pero quienes la han generado son los partidos que él llama "tradicionales", pues a su criterio "no han gobernado para las grandes mayorías".
"El principal riesgo es el abstencionismo. Hay gente que cree que no votar castiga a los tradicionales y es lo contrario, porque les permitirán seguir en el poder", señaló Villata.
Pese a estar en la acera contraria a la de Villata, su rival del Movimiento Libertario, Otto Guevara, también acepta la crisis política y coincidentemente enfoca sus baterías en los partidos grandes. "Eso hace que la campaña electoral sea particularmente difícil, pero confiamos en que los costarricenses se den cuenta de que no podemos seguir votando por lo mismo", explica Guevara. Pero el rojiblanco no ve riesgo de que crezca el abstencionismo.
En el Partido Acción Ciudadana (PAC), su candidato, Luis Guillermo Solís, reconoce la crítica situación y se inclina por una mayor interacción de los políticos con los ciudadanos. "Creo que hay que conversar y eso significa que hay que escuchar, que hay que proponer, trabajar y vincularse con la gente. No es una campaña cualquiera, requiere metodologías de llegar a la gente de forma más directa pero más eficaz", manifestó Solís.
El presidente de su partido, Olivier Pérez analiza el desencanto como el producto del "modelo de gobierno que hemos tenido en los últimos 30 años", el cual generó la pérdida de confianza del ciudadano en los políticos.
Por su parte, Gerardo Vargas, presidente del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC) asegura que el principal problema que tiene el país es la desesperanza. "Lo que los ciudadanos debemos entrever que no participar y no votar es expresar que se esta cómodo con lo que esta pasando. Caer en desesperanza y no hacer nada es caer en apoyar al partido del gobierno", sentenció el dirigente socialcristiano.
El abanderado rojiazul, Rodolfo Piza, dijo que el país tiene serios problemas sociales, económicos, políticos y ambientales, pero ninguno es peor que la perdida de la esperanza, la fe en sus instituciones y la confianza en el esfuerzo colectivo.
"El pueblo de Costa Rica siente que se ha traicionado el 'Contrato social' porque los gobernantes no resuelven las problemas más básicos que afectan a las personas. Se ha perdido la confianza en que se puede erradicar la corrupción, disminuir la pobreza, brindar una atención de salud oportuna, encontrar trabajo, salir de la pobreza, o resolver el problema de la platina.
"Yo soy uno de esos inconformes, que cree que las cosas se pueden hacer distinto, que tenemos que actuar en lugar de la apatía. Otros pueblos lo han logrado, nosotros también podemos lograrlo", concluyoPiza.