Con esta apertura de las puertas comerciales, los vendedores de la fruta azteca se encontrarán con un mercado local que se transformó durante los seis años de la medida fitosanitaria que oficialmente buscaba prevenir el ingreso de la enfermedad mancha del sol a Costa Rica.

Supermercados y restaurantes encontraron nuevas fuentes de abastecimiento. Actualmente Chile, Perú, Colombia, Guatemala y Honduras, se colocan como los principales proveedores de aguacate hass, con un volumen importado del 54%, a marzo de 2022.

El restante 46% de la importación corresponde a aguacates verdes provenientes de Nicaragua y República Dominicana. Así lo refleja el boletín del Consejo Nacional de Producción “Análisis y monitoreo de mercados-Aguacate” de marzo 2022, con datos de la Dirección Nacional de Aduanas.

Por su parte, los gobierno de Luis Guillermo Solís y Carlos Alvarado procuraron impulsar la producción local, incluso creando un plan nacional para potenciar la siembra con miras a dejarse una porción de la demanda mundial de la fruta. Un objetivo que sostiene incluso ahora y por el cual insiste en la importancia de ajustar la medida fitosanitaria para cumplir con los lineamientos de la OMC y al mismo tiempo mantener al país libre de sunblocht como una ventaja competitiva para las exportaciones.

Alberto Montero, coordinador del Programa Nacional de Frutas del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) y de la Comisión Nacional de Aguacate, estima que la oferta local abastece el 50% de la demanda actual costarricense, y afirma que, en función del desarrollo de nuevas áreas de aguacate, en los próximos tres años, el país podría alcanzar un porcentaje importante de autoabasto.

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También la producción en México ha cambiado desde que en 2015 Costa Rica dejó de emitir permisos para la importación. El país es el principal productor de la fruta y actualmente el 80% de las exportaciones que hace México al extranjero son a Estados Unidos, su principal socio comercial. Son envíos valuados en unos $3.500 millones al año, según información publicada por el diario El País.

Volver, volver

La posibilidad del retorno del aguacate mexica al mercado local genera diferentes reacciones.

Para Montero la afectación para los productores locales podría ser significativa, si la importación se hace de manera masiva. Es decir, sin considerar la producción nacional o bien que los comercializadores discriminen el producto costarricense.

“Los productores deberán asumir un mayor compromiso para mejorar rendimientos y calidad, con el fin de enfrentar un mercado con más competitividad. El esfuerzo se debe incrementar aún más, en caso que se pretenda incursionar en el mercado de exportación, que algunos grupos ya consideran”, expresó el coordinador de la Comisión.

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Cadenas que comercializan la fruta como Subway y Automercado coinciden en que, están abiertos a trabajar con proveedores que les garanticen un abastecimiento durante los 12 meses del año, ya sea nacionales o importadores.

Por ejemplo, Gia Pandolfo, gerente de Mercadeo de Subway Costa Rica manifestó que antes de la restricción, se abastecían principalmente de México, sin embargo, ahora esto se define por la disponibilidad internacional. Actualmente trabajan con Fruta Internacional e Interfrut.

En Auto Mercado manejan un modelo mixto de compra de aguacate entre la producción nacional y lo que se importa, y cuentan con 12 proveedores en total.

“Estamos constantemente en la búsqueda de ampliar nuestra cartera de proveedores locales. En caso de que se retomen las importaciones de aguacate hass desde México, sería un oferente más que nos ayude a garantizar la disponibilidad de este producto para nuestros clientes”, expresó Elmer Solís, coordinador de Frutas y Verduras del supermercado.

La producción local

En Costa Rica, la producción de aguacate se concentra principalmente en la zona de Los Santos, donde predomina la variedad hass; y en la zona del Pacífico Central, donde predominan variedades de bajura o antillanas.

Sin embargo, el cultivo de la fruta se desarrolla en todo el territorio nacional, con importancia creciente en Pérez Zeledón, Buenos Aires, Coto Brus, Heredia, Naranjo, Acosta, Aserrí y algunas localidades de Guanacaste.

El MAG señaló que actualmente se encuentran en el levantamiento de datos de la I Encuesta Nacional de Aguacate, por lo que, las cifras que tienen corresponden a estimaciones.

Para el 2020 se estimó una siembra de aproximadamente 450 hectáreas, esto en función del número de plantas vendidas en viveros comerciales. Hace un año, la cifra fue del doble, 800 hectáreas plantadas.

A julio de 2020, existían 900 personas productoras de aguacate en Costa Rica.

El impulso obedece en parte al Plan Nacional de Fortalecimiento del Sector Aguacatero, cuyo objetivo era propiciar la competitividad y rentabilidad de la actividad.

El plan fijó como metas pasar de 1.800 a 5.000 hectáreas sembradas y de 800 a 2.000 productores. Renato Alvarado, ministro de Agricultura, confirmó que esa meta no se logró por razones como la pandemia y el acceso al crédito.

No obstante, resaltó que sí se lograron sembrar más de 2.500 hectáreas, promovieron la creación de viveros certificados, y realizaron acercamientos con productores para brindarles cursos sobre mejores prácticas.

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Los precios

El fuerte de la oferta nacional es de aguacate hass y el restante de aguacates verdes. Actualmente, el productor local de aguacate hass está recibiendo el precio de $2 a $2,30 por kilogramo (kg), esto al comparar calidades semejantes a las de importación.

Asimismo, según el boletín del CNP, los precios de importación del aguacate hass de enero 2021 a enero 2022, en promedio, se ubicaron en $2,75 para la fruta traída de Chile, Perú, Colombia y Guatemala.

El año pasado, en particular, se caracterizó por altos precios. Esto se reflejó, por ejemplo, en las ferias del agricultor con un precio máximo de aguacate hass de ¢2.969 por kg y un mínimo de ¢2.042 por kg.

Mientras que en la plaza del Centro Nacional de Abastecimiento y Distribucion de Alimentos (Cenada), el precio mínimo se registró en ¢1.700 por kg y el máximo no superó los ¢2.500 por kg.

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