A finales de setiembre, el Gobierno de China vuelve a los titulares para anunciar un nuevo paquete de estímulos económicos. Estas medidas vienen luego de una apertura tardía de su economía tras el Covid-19, donde se esperaba un renovado dinamismo chino, cuando se reactivase la llamada “fábrica del mundo”. Esta reactivación suponía que el crecimiento iba a acercarse más a los niveles prepandémicos, al menos de un 5% de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) real.
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A pesar de las expectativas, a China le ha costado retomar ese rumbo, no sólo por el tema de los conflictos comerciales con EE. UU., sino por un factor de crecimiento a nivel interno, específicamente el consumo. A esto se le agrega un tema particular, que generó problemas: el sector inmobiliario.
Luego de la pandemia, y aunado a cambios en la dinámica demográfica (años de decrecimiento poblacional, entre otros factores), se generó un exceso de oferta importante, lo que deriva en caída en precios y menores ventas.
Esto no termina acá: algunos promotores inmobiliarios gigantes, como Evergrande o Country Garden, enfrentan pérdidas relevantes e incluso llegaron a declararse total o parcialmente insolventes. Todos los factores anteriores propiciaron que las proyecciones de crecimiento estén por debajo de la meta, rondando desde el 4.6% hasta el 4.8%.
Paquete de estímulo
Para poder empujar la aguja hacia el 5%, China tomó una serie de medidas expansivas, que son aquellas medidas macroeconómicas que buscan generar un crecimiento del PIB, en diversos campos:
Medidas monetarias
- Reducción de las tasas de interés de referencia, tanto de corto como de largo plazo.
- Reducción del coeficiente de reservas en 0.50%.
- Inyección de capital a bancos estatales.
Medidas fiscales y sectoriales
- Mayor apoyo presupuestario a proyectos gubernamentales en 2025.
- Subsidios para los hogares con más de un hijo.
- Ayuda a municipios para atacar problemas de deuda.
- Salvamento para algunos proyectos inmobiliarios.
- Mayores facilidades crediticias para compra de viviendas.
Impacto en el mercado bursátil
El anuncio de las medidas dio un impulso a los principales índices accionarios chinos. Tanto el Hang Seng de Hong Kong como el Shangai Composite Index tuvieron ganancias importantes a finales de setiembre e inicios de octubre, con una leve corrección posterior que es normal y que aun así deja los índices en verde a nivel de 2024, cuando días atrás tenían pérdidas. Luego de esto, se mantienen estables.
La pregunta que queda aún sin respuesta es si tendrán éxito las medidas. Si bien van en la dirección correcta, queda la duda de la efectividad final, especialmente en el sector inmobiliario, sobre el cual se aplicaron estímulos anteriores que no provocaron los resultados deseados. Asimismo, el impacto inicial positivo sobre los mercados de valores se mantendría o incluso mejoraría si las medidas impactan la economía real de la manera esperada; sino, se verán correcciones a la baja en los principales índices.