Las empresas de todo tamaño pueden disponer de servicios y dispositivos de última generación en ciberseguridad, videovigilancia, monitoreo y hospitalidad, según sus necesidades y sin tener que invertir o gastar de más en su mantenimiento.
Con videovigilancia un negocio puede recibir una alerta si la cámara detecta que alguien ingresó a la tienda y no se quitó el casco de motocicleta. O puede detectar si una persona sufrió una caída en sus instalaciones, si se trató de un intento de engaño o de una caída real para acudir y llamar a emergencias si es necesario.
“En lugar de que la empresa invierta en todo, se le da el servicio que necesita, llave en mano”, dijo Harry Arana, gerente de desarrollo de producto para empresas de Liberty.
Él también es el encargado de un showroom que tiene este operador en Escazú para que los representantes de las compañías constaten cómo operan los diferentes productos.
A nivel global los servicios a empresas (business to business o B2B) superan en la actualidad los $50.000 millones y alcanzarán $160.000 millones en 2031, según Verified Market Research, una consultora global con sedes en Estados Unidos, India y Dubai.
Las firmas de estudios de mercado indican que en América Latina los servicios de los operadores a empresas están aumentando, pero no especifican volumen o tasas de crecimiento. Boston Consulting Group destaca que los servicios B2B en esta región son impulsados por el crecimiento de las empresas emergentes.
En Costa Rica en el 2024, con 177 operadores y proveedores de servicios, el mercado total de telecomunicaciones generó ¢781.237 millones. De ese monto, ¢42.623 millones fueron por líneas dedicadas, unas 20.089, según la Superintendencia de Telecomunicaciones (Sutel).
Pero no se registran datos de los otros servicios B2B para pequeñas y medianas empresas (pymes) o a nivel institucional y corporativo.
La oferta es variada: servicios de conectividad, ciberseguridad, asistencia (legal, médica, tecnología e incluso para llamar una grúa en caso de un incidente vial), redes virtuales privadas (VPN), conexiones fijas inalámbricas de quinta generación (5G), soluciones informáticas en la nube y videovigilancia.
A los operadores como Claro, Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) y su subsidiaria Radiográfica Costarricense S.A. (Racsa), Liberty, Telecable o Coopelesca, Coopealfaroruiz, Coopeguanacaste o Coopesantos se suman firmas especializadas en cada área y en distintos mercados de tecnología de información y comunicaciones.
Los operadores de telecomunicaciones destacan que con ellos se adquiere parte o la totalidad de los servicios, con costos customizados, sin necesidad de negociar con diferentes proveedores.
“Somos más que Internet o telefonía móvil”, recalcó José Pablo Rivera, director de comunicaciones de Liberty, que tiene más de 8.000 clientes empresariales en Costa Rica, desde pymes hasta multinacionales.
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Cada empresa es un mundo. Por eso las necesidades varían y los servicios se ajustan a los diferentes requerimientos.
En el área de hospitalidad, un hotel puede ofrecer a sus huéspedes un menú en la pantalla de cada habitación con todos o algunos de los servicios: información del wifi e Internet fijo y de proveedores de tours locales, control de la temperatura, ventilación e iluminación de la habitación y entretenimiento (televisión en alta definición y servicios streaming disponibles).
Las empresas de manufactura o de distribución pueden monitorear sus equipos (incluidos los sistemas de purificación y aire acondicionado), las flotillas, las cadenas de frío y los contenedores.
Aquí se combinan soluciones de Internet de las cosas (IoT) y sistemas de ubicación geoespacial (GPS) para obtener trazabilidad: funcionamiento, ubicación, temperatura interior y exterior, estado o carga de las baterías, y mantenimiento preventivo e incidentes.
En espacios cerrados o instalaciones se detectan situaciones de riesgo por cigarrillos, vapeo y humo.
Todas las empresas pueden utilizar servicios de “computación visual”, redes y sistema de cámaras con inteligencia artificial para detectar y alertar de comportamientos de riesgo, evitando que los guardas hagan caso omiso o no se den cuenta de algún incidente.
Las alarmas pueden ser de situaciones como el motociclista que ingresa a una tienda y no se quita el casco; maletines, bolsos y vehículos abandonados (en particular en aeropuertos) o en lugares que afectan la circulación de personas o transporte; y accidentes en zonas de riesgo, con la capacidad de determinar si es real, sus causas y si amerita activar el pedido de emergencia.
En los restaurantes se monitorea automáticamente el estado de los ingredientes y si el orden, tamaño, calidad y tipo de porciones de un platillo corresponden a los estándares definidos.
Y, por supuesto, está la videovigilancia perimetral, donde se detecta si alguien ingresa o sale por donde no debe.
Incluso se identifican las zonas de calor en una tienda, por donde hay más tráfico de consumidores, y así elevar los ingresos. Otra funcionalidad es determinar el éxito de un punto de venta o de una promoción con la contabilidad de las personas que pasan al frente, las que ingresan y las que compran.
En ciberseguridad se establecen alianzas con firmas especializadas (en el caso de Liberty con Fortinet) para implementar desde políticas básicas de protección hasta seguridad de las VPN y de las conexiones fuera de oficina o por teletrabajo. Abarca protección contra virus, mensajes no deseados (spam) y filtrado por direcciones electrónicas.
Las empresas también pueden utilizar servicios de infraestructura (IaaS, por sus siglas en inglés) y computación en la nube.
En el primero se incluye almacenamiento de información y colocación de servidores en centros de datos, gestión de aire acondicionado y unidades de procesamiento de cómputo (CPU), integración de la aplicación Teams de Microsoft a la central telefónica para comunicaciones virtuales e instalación de teléfonos fijos.
En el segundo, las empresas pueden disponer de diferentes tipos de sistemas informáticos, desde sistemas operativos hasta software gerencial tipo ERP.
Y, por supuesto, se gestiona la conectividad de la empresa ya sea mediante fibra óptica o conexiones inalámbricas 5G, protocolos IP o de conmutación de etiquetas de protocolos múltiples (MPLS, por sus siglas en inglés: una técnica para acelerar las conexiones de red).
En este campo, se puede monitorear el rendimiento de la red wifi, cuántos y dónde se conectan los usuarios, tipo de dispositivos, navegación y aplicación de políticas o restricciones según puestos.
“Los servicios son adaptables a todas las empresas”, recalcó Arana, de Liberty.
