EscucharDonald Trump ha apadrinado este martes, su segundo día en el cargo de nuevo presidente de Estados Unidos, una alianza entre tres gigantes tecnológicos para invertir hasta 500.000 millones de dólares en cuatro años en infraestructuras de inteligencia artificial. La alianza, denominada Stargate, la forman las empresas OpenAI, Oracle y Softbank. Trump sigue estrechando los lazos con los magnates tecnológicos, que asistieron en masa a su investidura del lunes.
“Estamos empezando con una tremenda inversión en nuestro país a niveles que nadie había visto antes”, ha dicho Trump en la sala Roosevelt de la Casa Blanca, donde ha intervenido acompañado por el consejero delegado de SoftBank, Masayoshi Son, que presidirá la alianza; el cofundador de Oracle, Larry Ellison, y el consejero delegado de OpenAI, Sam Altman.
El presidente ha señalado que será el “mayor proyecto de infraestructura de inteligencia artificial, con diferencia, de la historia”, lo que considera “una rotunda declaración de confianza en el potencial de Estados Unidos”. Son, por su parte, ha señalado que la creación de la alianza marca “el comienzo de una edad de oro”, replicando textualmente la frase que usó el presidente en su discurso de investidura.
Aunque Trump ha presentado el anuncio como una demostración de que su llegada a la presidencia está impulsando la economía, ya había expectativas de una construcción masiva de centros de datos y plantas de generación eléctrica para el desarrollo de la inteligencia artificial. Aun así, los directivos han asegurado ante Trump que no habrían llevado a cabo esta inversión de no haber ganado él las elecciones.
El presidente ha dicho que utilizará declaraciones de emergencia y decretos para facilitar los proyectos de construcción y el acceso a la energía. Tanto Trump como los ejecutivos destacaron durante el acto las posibles aplicaciones de la inteligencia artificial en la sanidad y otros campos que servirán para impulsar el crecimiento económico.
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Stargate prevé empezar a invertir 100.000 millones de dólares inmediatamente y tiene el objetivo de aumentar la cifra hasta “al menos” 500.000 millones de dólares en cuatro años para construir nuevas infraestructuras para OpenAI, incluidos centros de datos. El capital procederá de SoftBank, OpenAI, Oracle y el fondo soberano de Abu Dhabi MGX. Aunque SoftBank y OpenAI son los socios principales de la empresa, SoftBank se encargará de la financiación y OpenAI supervisará las operaciones. Los fabricantes de microprocesadores Arm y Nvidia y el gigante Microsoft serán socios tecnológicos, junto con Oracle y OpenAI.
La construcción del primer centro de datos comenzará en Texas. “Estamos evaluando posibles emplazamientos en todo el país para más campus a medida que ultimamos los acuerdos definitivos”, ha indicado OpenAI.
Los modelos de inteligencia artificial, como ChatGPT, de OpenAI o Gemini, de Google, requieren enormes cantidades de datos y potencia de computación para su desarrollo y funcionamiento. Entre los inversores en inteligencia artificial está Elon Musk, aliado cercano del presidente, que fundó el año pasado xAI, valorada ya en unos 50.000 millones de dólares. El presidente de la promotora inmobiliaria Damac, con sede en Dubai, anunció hace unas semanas planes para invertir al menos 20.000 millones de dólares en centros de datos estadounidenses en una reunión con el entonces presidente electo en su club de Mar-a-Lago, en Palm Beach (Florida).
Las acciones de Softbank se han disparado en la apertura de la sesión de la Bolsa de Tokio de este miércoles, con avances cercanos al 10%.
Entre las órdenes ejecutivas dictadas por el anterior presidente, Joe Biden, que han sido derogadas nada más llegar al cargo por su sucesor, está la referida a la inteligencia artificial, que ponía algunas cautelas para su desarrollo, con exigencias de transparencia y seguridad. Con su derogación, las empresas quedan libres de ataduras, lo que puede acelerar su desarrollo y ampliar la ventaja en la nueva tecnología que ha adquirido Estados Unidos sobre China y la Unión Europea durante el mandato de Biden. El anterior presidente incentivó las inversiones en plantas de microprocesadores.
La semana pasada, Biden firmó un decreto que ordenaba a las agencias federales arrendar terrenos gubernamentales para centros de datos de IA, haciendo hincapié en el uso de fuentes de energía limpia. Trump no ha derogado esa orden ejecutiva ni piensa hacerlo por el momento, aunque en general es más proclive a las energías fósiles que a las renovables.
“Esta infraestructura asegurará el liderazgo estadounidense en IA, creará cientos de miles de puestos de trabajo en Estados Unidos y generará enormes beneficios económicos para todo el mundo”, ha indicado OpenAI a través de un comunicado. “Este proyecto no solo apoyará la reindustrialización de Estados Unidos, sino que también proporcionará una capacidad estratégica para proteger la seguridad nacional de Estados Unidos y sus aliados”, ha añadido.
