La creciente disponibilidad de dispositivos de escucha ha convertido una preocupación de película en una amenaza real para la privacidad de ciudadanos y empresas.
Si sospecha que sus conversaciones están siendo grabadas sin su consentimiento, actuar de manera metódica es crucial.
Gigantes de la ciberseguridad como Kaspersky, Norton y ESET han dado consejos para aplicar en caso de que usted se sienta vigilado con sistemas tecnológicos. Esta guía resume los pasos a seguir y los errores que debe evitar.
Con cuidado
En un mundo hiperconectado, la seguridad de nuestra información personal y profesional es una prioridad.
La amenaza del espionaje electrónico mediante micrófonos ocultos ya no es exclusiva de la ficción; es una realidad tangible que puede afectar a cualquiera.
Actuar impulsivamente puede alertar a quien ha colocado el dispositivo y comprometer cualquier acción legal futura.
Por ello, los expertos insisten en la importancia de un protocolo de actuación claro y prudente.

Lo que sí debe hacer
Si tiene indicios fundados de que está siendo espiado, los especialistas en seguridad informática recomiendan seguir un procedimiento lógico y calmado para verificar sus sospechas y protegerse.
- Realice una inspección física detallada. Según recomienda la firma de ciberseguridad Kaspersky, el primer paso es una búsqueda visual minuciosa. Examine objetos nuevos o que parezcan fuera de lugar: detectores de humo, lámparas, enchufes, aparatos electrónicos e incluso adornos. Busque pequeños orificios, lentes o cables inexplicables. Preste especial atención a las zonas donde se mantienen conversaciones confidenciales, como despachos, salas de reuniones o su propio vehículo.
- Utilice la tecnología a su favor. Para localizar micrófonos inalámbricos, los expertos en contramedidas de vigilancia técnica (TSCM) señalan que los detectores de radiofrecuencia (RF) son una herramienta clave. Estos aparatos están diseñados para identificar las señales que emiten los dispositivos de transmisión ocultos. Si bien los equipos profesionales ofrecen la mayor fiabilidad, existen opciones comerciales que pueden servir como un primer filtro.
- Escuche en silencio. Apague todas las fuentes de ruido conocidas (aire acondicionado, ordenadores, electrodomésticos) y preste atención a zumbidos o clics sutiles y persistentes. Firmas como NortonLifeLock también aconsejan estar atento a comportamientos extraños en sus dispositivos electrónicos, como que el teléfono se encienda o emita ruidos cuando no está en uso, lo cual podría delatar la presencia de software espía.
- Contacte a profesionales. Si sus sospechas son serias, especialmente en un entorno empresarial o si maneja información sensible, la recomendación unánime de los expertos en seguridad es contratar un servicio profesional de TSCM. Estos especialistas cuentan con equipos sofisticados y la experiencia necesaria para realizar una “limpieza” exhaustiva y fiable del entorno.
- Documente todo. Anote cualquier anomalía, objeto sospechoso o evento que alimente su preocupación. Este registro puede ser de gran utilidad si decide emprender acciones legales.
Lo que no debe hacer
Tan importante como saber qué hacer es conocer las acciones que pueden ser contraproducentes.
Reaccionar de forma incorrecta puede destruir pruebas o, peor aún, ponerle en una situación de mayor riesgo.
- No entre en pánico ni hable del tema. La regla de oro, destacada por múltiples especialistas en seguridad, es no revelar sus sospechas en el lugar que cree que está comprometido. Si ha encontrado un dispositivo, asuma que está activo y que le están escuchando. Salga del lugar a una zona segura (a la calle, por ejemplo, y sin su teléfono celular si sospecha que también está intervenido) para discutir el problema o hacer llamadas.
- No intente retirar el dispositivo usted mismo. Podría dañarlo, borrando información clave como huellas dactilares o datos de origen que serían vitales para una investigación policial. Además, algunos dispositivos pueden tener mecanismos de alerta que avisan al responsable si son manipulados.
- No confíe ciegamente en apps. Aunque existen aplicaciones que afirman detectar dispositivos de espionaje, su fiabilidad para encontrar hardware físico es, en el mejor de los casos, limitada. No pueden sustituir a un equipo de detección de RF dedicado y mucho menos a una inspección profesional.
- No subestime la amenaza. No descarte sus sospechas como simple paranoia, sobre todo si hay indicios que las respaldan (información privada que se ha filtrado, personas que conocen detalles de conversaciones confidenciales, etc.). La vigilancia ilícita es un delito y su privacidad es un derecho que debe ser protegido.
Actuar con inteligencia y estrategia es su mejor defensa. La clave es pasar de la sospecha a la certeza de forma segura y, si se confirma la amenaza, dejar que los profesionales y las autoridades se encarguen.
Castigo en Costa Rica
En Costa Rica, el espionaje electrónico y la instalación de micrófonos ocultos sin consentimiento son delitos graves que pueden ser castigados con penas de prisión según la legislación vigente.
Espionaje informático
El Código Penal costarricense contempla el “espionaje informático” y lo sanciona con penas de tres a seis años de prisión.
Este delito incluye la manipulación tecnológica no autorizada para obtener, copiar, transmitir o modificar información de valor, especialmente aquella relevante para la industria, el comercio o intereses privados.
Violación de la privacidad
Intervenir o divulgar las comunicaciones privadas, incluyendo el uso de micrófonos ocultos para grabar conversaciones sin autorización, también constituye un delito en Costa Rica.
La pena puede variar entre uno y tres años de prisión, y aumentar a dos o cuatro años cuando lo realiza personal encargado del sistema o cuando la información afectada pertenece a menores de edad o revela datos sensibles como ideología, religión o vida sexual.
Intervención de comunicaciones y agravantes
La ley establece que para las intervenciones de comunicaciones (grabación o monitoreo), solo el juez competente puede autorizar su aplicación en procesos judiciales, siguiendo un protocolo estricto para garantizar la privacidad de terceras personas no investigadas.
Si dichas acciones se realizan fuera del marco legal, la sanción puede ser de dos a seis años de cárcel, y es aún mayor si el responsable es un funcionario público o alguien vinculado a una empresa de comunicaciones.
Protección de datos personales y denuncias
La Agencia de Protección de Datos de los Habitantes (Prodhab) es la entidad encargada de fiscalizar y regular el uso legal de datos personales en el país.
Las víctimas de espionaje electrónico tienen derecho a presentar denuncias ante el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) y la Prodhab, donde se pueden iniciar procedimientos administrativos y penales.
El espionaje mediante micrófonos ocultos en Costa Rica está penado por la ley y puede implicar desde uno hasta seis años de prisión, además de sanciones administrativas y civiles dependiendo del caso y del tipo de información afectada.