Más usuarios están utilizando las plataformas de inteligencia artificial (IA) para búsquedas de información. Esto impacta a los sitios web y también a los resultados en Google, por lo que se deben optimizar las páginas electrónicas y los contenidos.
Algunas plataformas como ChatGPT y Perplexity indexan o indican las fuentes de los datos que brindan en sus respuestas. Pero, en otros casos, como Gemini, Copilot, Grok o DeepSeek, los usuarios se quedan con las respuestas obtenidas y dejan de buscar en Google y los sitios web que indexa.
“Ya no basta con tener un sitio web”, advirtió Paul Fervoy, CEO de Siftia, una firma especializada en optimización en Internet. “Ahora cada página es una ficha semántica que puede alimentar o no a los sistemas de IA. Las empresas que entiendan esto temprano y se conviertan en fuentes claras, útiles y confiables serán las que dominen la nueva economía de la atención”.

¿Qué está pasando?
El tradicional Search Engine Optimization (SEO) está siendo reescrito por dos fuerzas simultáneas: una comprensión semántica más profunda del lenguaje por parte de Google, por un lado, y la inserción de la IA generativa en sus propios resultados de búsqueda, por el otro.
“Ya no se trata solo de palabras clave”, recalcó Fervoy.
La base de SEO sigue siendo relevante: calidad técnica del sitio en términos de velocidad de carga, diseño que se ajuste a los diferentes dispositivos (responsive), accesibilidad y datos estructurados. Esas son las condiciones mínimas. Pero toma más importancia la calidad del contenido.
Google premia contenido con experiencia, expertise, autoridad, confiabilidad (EEAT, por sus siglas en inglés).
Asimismo, la llamada Search Generative Experience (SGE) cambia el juego: las respuestas que el usuario ve, pueden ser generadas directamente por IA. Ahora muchos sitios compiten por ser fuente, sin que el usuario haga clic en algún enlace de los resultados de búsqueda.
En otras palabras: no basta con posicionarse, hay que participar con enseñar a la IA a citarnos.
Impacto
Todo esto provoca un cambio radical en el motor de búsqueda: ya no es siempre Google. Ahora hay otras plataformas.
Las personas están preguntando directamente a modelos de lenguaje para resolver dudas, planear viajes, redactar textos o entender el mundo. Y pocas veces regresan a buscar en Google.
De hecho, los datos reflejan que en los últimos dos años y medio, la cantidad de búsquedas comenzó a caer por primera vez, por el efecto de las consultas a las plataformas de modelos de grandes lenguajes (LLMs) como ChatGPT.
Esto significa que la visibilidad ahora también depende de que el contenido sea comprensible, accesible y valioso para que una plataforma de IA decida si cita o no al sitio web de su negocio.
El sitio web ya no solo tiene que rankear, tiene que ser un entrenador silencioso de máquinas inteligentes.

Optimización general
Google también está afinando sus algoritmos e incorporando resúmenes de respuestas en los resultados, los cuales pueden provocar que las personas no ingresen al sitio web.
Para hacer frente a estas tendencias se recomienda:
—Contenido útil y profundo: el contenido o información que se brinda en el sitio web debe responder a preguntas reales, usar un lenguaje natural, y —cuando sea relevante— exponer la perspectiva local (es decir, explicar qué significa “pura vida”, “brete” u otros temas con tiquismos). Así, los modelos aprenden el contexto.
Recuerde, las IA están entrenados con lenguaje de la web y la mayoría del lenguaje en la web en castellano no usa referencias coloquiales de Costa Rica.
—Datos estructurados: facilitan que los buscadores como los LLMs entiendan el contenido más allá de las palabras. Si no se usan datos estructurados, estamos hablando sin subtítulos para las máquinas que visitan nuestro sitio web.
—Formato para IA: las estructuras claras como Q&A (preguntas y respuestas), listas, tablas, glosarios, son mucho más fáciles de interpretar para modelos como los de Google o Perplexity.
—Actualización constante: el contenido viejo deja de existir para IA y Google. Si no está fresco, se queda en el olvido.
—Experiencia de usuario: la experiencia del usuario (UX) y el SEO técnico deben ser impecables. Si el sitio web es lento o engorroso, queda fuera.
Optimización para chats
¿Cómo lograr que un sitio sea citado por ChatGPT, Perplexity y similares? Fervoy recomienda:
—Publicar sin muros: si el contenido no es accesible (hay sitios que requieren suscripción o registro de pago o gratuito), no será usado por los modelos.
—Autoridad digital real: contar con enlaces hacia nuestro sitio web (backlinks), colaboraciones con expertos, presencia en medios... todo cuenta para que una IA tome el sitio en serio.
—Evitar el contenido vacuo y publicitario: las plataformas de IA no citan promociones disfrazadas de artículos. Se debe publicar artículos con citas de fuentes útiles, claras y confiables.
—Títulos y subtítulos que digan algo: son el ancla semántica con la que los modelos organizan la información. Es clave aprovecharlos.
Más recomendaciones
—Pensar en ecosistemas, no solo en SEO: la reputación digital se construye en muchos frentes. El SEO no es un departamento, es una práctica cultural de comunicación y valor.
—Hay que hacer mercadeo hacia otros actores en el ecosistema, para que mencionen el contenido o el sitio web y se convierta en una referencia. Por ejemplo, si alguien publica un blog o podcast popular en su ecosistema, vale la pena buscar hacer contenido para reforzarlo.
—Escribir como habla la audiencia: las búsquedas conversacionales dominan. “Si seguimos escribiendo como manual corporativo, la gente (y la IA) se irá a otro lado”, dijo Fervoy.
—Diversificar el formato: podcasts, newsletters (boletines), videos, colaboraciones... todo suma para entrenar y alimentar el modelo con nuestra voz.
—Medir lo que importa: utilizar herramientas como Search Console, Perplexity Labs o Semrush permite ver visitas y, en especial, entender qué contenido es citado, consultado y confiable.