La junta directiva de Intel Corp. nombró a Lip-Bu Tan como director ejecutivo o CEO de la firma. Ocupará el puesto a partir del próximo 18 de marzo y sucederá a los Co-CEOs interinos David Zinsner y Michelle Johnston Holthaus, que continuarán con sus roles de vicepresidente ejecutivo y director financiero y de CEO de Intel Products.
Frank D. Yeary, quien ocupó el cargo de presidente ejecutivo interino de la junta durante la búsqueda del nuevo CEO, regresará a su puesto como presidente independiente de la junta cuando Tan asuma el cargo.
Tan es un reconocido inversionista y empresario de la industria tecnológia con una amplia experiencia en la industria de semiconductores. Incluso estuvo en la junta directiva hasta agosto de 2024 cuando renunció.
Fue CEO de Cadence Design Systems de 2009 a 2021, donde lideró la reinvención de la empresa para enfocarla en la innovación orientada al cliente. Durante su gestión, Cadence duplicó sus ingresos, amplió sus márgenes operativos y logró una apreciación de más del 3,200% en el valor de sus acciones. Estuvo ahí hasta 2023.
Actualmente, es socio gerente fundador de Walden Catalyst Ventures y presidente de Walden International. Tiene una amplia experiencia en juntas directivas de empresas públicas (que cotizan en bolsa) y actualmente forma parte de los consejos de Credo Technology Group y Schneider Electric.
“Su experiencia en la industria tecnológica, sus relaciones en los ecosistemas de productos y fundición, y su historial comprobado de generación de valor para los accionistas son exactamente lo que Intel necesita en su próximo CEO”, dijo Yeary.

Momento crucial
El nuevo CEO llega en un momento clave para Intel, en medio de resultados negativos del 2024, la sustitución de la compañía en el índice industrial Dow Jones por Nvidia y hasta búsqueda de un comprador por iniciativa de la misma junta directiva de Intel.
The Wall Street Journal lo califica como “un veterano” de la industria tecnológica y no parece que el mercado lo recibiera mal. Según el Journal las acciones de Intel subieron un 13%, hasta los $23,28, en las operaciones posteriores al cierre de este miércoles 12 de marzo y tras el nombramiento de Tan.
Las acciones de Intel habían perdido más de la mitad de su valor en el último año, obteniendo un rendimiento inferior al del mercado y al de sus competidores, aunque la especulación sobre posibles acuerdos de fusión o adquisición impulsó las acciones al alza en lo que va de este año 2025.
“Trabajaremos arduamente para restaurar la posición de Intel como una empresa de productos y una fundición de chips de clase mundial”, declaró Tan a los empleados de Intel.
El fabricante estadounidense, que tiene una planta en Costa Rica, lideró la fabricación de chips en EE. UU. durante décadas, pero perdió posiciones en los últimos años tras una serie de errores de fabricación y en medio del auge de la inteligencia artificial que desvió la demanda de sus chips de procesamiento central.
LEA MÁS: Dos gigantes acechan a Intel: ¿Está a punto de partirse en dos?
El resultado fue un mal 2024 en resultados financieros y la destitución de Pat Gelsinger como CEO en diciembre pasado tras el estancamiento de sus esfuerzos de reestructuración.
Gelsinger implementó una estrategia de recuperación de varios años, la cual implicaba gastar miles de millones de dólares en la construcción de nuevas fábricas y el crecimiento de un negocio de fabricación de chips por contrato.
Pero el negocio de fabricación de chips por contrato enfrenta dificultades para hallar clientes importantes, mientras que el negocio principal de Intel (fabricar chips para computadoras personales y servidores) fue desafiado por la demanda de equipos con procesadores para inteligencia artificial, donde Intel llegó tarde y Nvidia tomó ventaja.

Intel se vio superada por Nvidia como la empresa de semiconductores más valiosa de EE. UU. Nvidia alcanzó un valor de mercado de aproximadamente $3 billones desde 2021, mientras que Intel perdió $150.000 millones. Los clientes también se apartaron: Qualcomm y Tesla desistieron de la posibilidad de contratar a Intel para la producción de chips.
La junta directiva y los ejecutivos de Intel consideraron opciones para enderezar el rumbo: desde designar nuevos líderes, crear una junta directiva independiente para su división de manufactura, nuevos inversores o clientes y la posible división y venta, estableciendo conversaciones con fabricantes como Taiwan Semiconductor Manufacturing Co. (TSMC) y Broadcom.
Tan sostiene que ve importantes oportunidades para reestructurar el negocio de Intel. “Intel cuenta con una plataforma informática potente y diferenciada, una amplia base instalada de clientes y una sólida presencia de fabricación que se consolida día a día a medida que reestructuramos nuestra hoja de ruta en tecnología de procesos”, afirmó el nuevo CEO.