La red 5G fue creada para impulsar el despegue de los negocios al facilitar el desarrollo de nuevos productos que dependerán de velocidades de Internet sumamente rápidas y estables.

A diferencia de 3G y 4G, pensadas para el uso del consumidor final, 5G se vuelve más atractiva para las empresas por su promesa de baja latencia, flexibilidad, mayor seguridad y un agresivo procesamiento de datos. Así será, por lo menos, a corto y mediano plazo; posteriormente, los usuarios volverán a ser los protagonistas.

Según una encuesta efectuada por Vertiv y la firma de análisis de tecnología 451 Research a más de 100 tomadores de decisiones de telecomunicaciones globales, en un inicio las prioridades serán respaldar los centros de datos existentes (96 %), brindar nuevos servicios al consumidor (36 %) y apoyar los servicios empresariales (32 %).

Las primeras señales de llegada de 5G se dan en países como Corea del Sur, que ya lanzó la primera red nacional de telefonía móvil con esta tecnología, y Estados Unidos, donde los usuarios también tienen acceso a la nueva red, aunque de manera limitada.

Australia, a través de la empresa Telstra, comenzó a habilitar el 5G en Melbourne y Sydney, y se espera que pronto suceda lo mismo en Japón, China y algunas regiones de Europa.

En Latinoamérica, Uruguay fue quien ya dio sus primeros acercamientos con una pequeña instalación 5G para usos comerciales.

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El 12 % de los operadores espera desplegar servicios 5G durante este año, mientras que un 86 % espera hacerlo para el 2021, añade la encuesta. No obstante, para nuestra región, se espera alcanzar una cobertura del 50 % para el 2029.

Como parte de las tendencias que nacen con esta nueva red, está el uso privado de 5G para las compañías, la sustitución del wifi, conexión masiva al Internet de las Cosas (IoT) y el desarrollo de nuevos smartphones compatibles con esta red ultraveloz.

Conectividad inalámbrica

Las redes 5G proveerán incrementos en tráfico y eficiencia de 10 a 100 veces mayores que las actuales; esto significa que tienen potencial para transformar la conectividad global.

Con la llegada del 5G estamos adentrándonos en un mundo en el que será casi imposible construir un objeto que no se comunique con Internet, afirmó John Ellis, fundador y director general de Ellis & Associates, durante un panel en el evento Dell Technologies World efectuado la semana anterior en Las Vegas, Estados Unidos.

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En esa discusión se intentó dar respuesta a la pregunta: ¿qué uso se les podrá dar a velocidades inalámbricas más rápidas?

La conclusión fue que todas las industrias podrán desarrollar servicios y ser más ágiles con la llegada de una red estable y ultraveloz, debido a que, de una u otra forma, los negocios ya están implementando tecnología en sus procesos.

Por ejemplo, las organizaciones podrán entender las diferencias en el viaje de cada cliente con sus productos.

“Uno de los mayores beneficios de 5G es la capacidad de infundir conectividad inalámbrica a cualquier cosa”, dijo Ellis. “Por ejemplo, se puede dar voz a los autos e incluso a las alfombras y asientos con el fin de llevar la comunicación en el hilo”.

Imagínese que va conduciendo y sus ojos comienzan a cerrarse por cansancio. En ese momento, el panel del auto detecta este comportamiento con su sistema de reconocimiento facial y lo alerta para que estacione el vehículo.

Gracias a que los datos viajan en 5G, esta acción podrá suceder en cuestión de segundos.

Si bien es cierto que los usuarios son, al final de cuentas, los más beneficiados con estos avances, a las empresas se les abren grandes oportunidades para desarrollar productos que resultan imposibles con velocidades 3G y 4G.

“Las generaciones 3G y 4G se crearon para los consumidores y esto significó que las telecomunicaciones comerciales no pudieron proporcionar a las empresas el ancho de banda inalámbrico necesario para ampliar las operaciones", señaló Caroline Chan, vicepresidenta del grupo de centros de datos de Intel, quién también participó en el panel.

Redes privadas

Las oportunidades que ofrece 5G son tan apetecidas por las empresas que incluso han decidido sustituir sus conexiones wifi por esta nueva red, si bien de forma privada.

Audi es un ejemplo. La compañía está probando la tecnología 5G en sus robots y, si todo sale bien, es probable que migre a redes 5G privadas, según señaló el MIT Technology Review.

Hay otras empresas interesadas en el despliegue de sus propias redes, entre ellas BMW, Daimler y Volkswagen.

Para dar los primeros pasos con 5G se necesita habilitar y licitar espectro radioeléctrico, la autopista por donde circula la información.

En el caso del 5G se requieren tres bandas: por debajo de 1 GHz, para ampliar la cobertura de banda en zonas urbanas, suburbanas y rurales, así como para apoyar los servicios de IoT; entre 1 y 6 GHz, para ofrecer una buena combinación de cobertura con capacidad; y, por encima de 6 GHz, para servicios que requieren ultravelocidad.

Al usuario final también se le ofrecen opciones directas como los lanzamientos más recientes de smartphones 5G.

El el Mobile Congress 2019 realizado en Barcelona, España, se presentaron dispositivos que ya son compatibles con las nuevas redes. Samsung, Huawei y Xiaomi son algunas de las marcas.

Los factores más importantes para los usuarios son una serie de protocolos técnicos en las comunicaciones entre antenas y dispositivos que permitirán conectar más elementos a la vez con menos recursos.

Por ejemplo, el usuario puede ver contenido en streaming en Ultra HD desde cualquier dispositivo solamente con el uso de 5G, sin necesidad de conectarse a una red wifi.

Para este año, 25 operadores móviles en el mundo afirman que lanzarán sus primeros servicios 5G, una cifra que, probablemente, se duplicará en el 2020.

La visión para Latinoamérica con el uso de 5G es que serán las pequeñas compañías de telecomunicaciones las que comiencen a efectuar instalaciones, aunque “anecdóticas”.

“Las grandes empresas de telecomunicaciones en América, como Millicom, AT&T y Telefónica, obviamente tienen grandes planes de inversión para los próximos 10 años. Sin embargo, no espero que se pueda llegar a un 25 % de cobertura hasta dentro de unos seis u ocho años; y para ver 50 % de cobertura tendrán que pasar 10 años”, afirmó Fernando García, vicepresidente y gerente general de Vertiv.

Los principales desafíos que enfrentan las operadoras con 5G son la regulación y la sostenibilidad.

El despliegue de 5G va a requerir dos a tres veces más cantidad de antenas e incluso se va a necesitar de instalaciones internas en centros comerciales, edificios y garajes. Esto exige una legislación enfocada en accesos de paso e instalación de esta red.

La conexión 5G implica de dos a tres veces más consumo de energía que las redes actuales y al final esto tiene como consecuencia un impacto ambiental importante.

“Las operadoras tienen que ser mucho más conscientes de adoptar estrategias de eficiencia energética o, de lo contrario, vamos a ver cómo esta revolución digital no va a ser sostenible a medio y largo plazo desde el punto de vista ambiental”, agregó García.

Las fuerzas se alinean paulatinamente y habrá que ver cómo responderá Costa Rica a este fenómeno. El país está con una adopción desigual de 4G, y, ahora, ¿qué sucederá con 5G?

Impacto de 5G en las industrias: