Usted está preparando un informe para su trabajo, la oferta para un cliente o la tarea de la universidad desde su casa y va a contrarreloj, pues la hora de entrega se aproxima.
De pronto, en su pantalla aparece un mensaje que le indica que la conexión está fallando y debe esperar a que se restaure. O simplemente la velocidad de la aparición de los textos o las imágenes y la apertura de aplicaciones se vuelven lentas.
El problema parece continuar. La alerta de falla en el enlace vuelve a aparecer, se queda inoportuna durante más tiempo que la paciencia admite, mientras la hora límite va acercándose a alta velocidad. ¿Qué puede estar sucediendo?
Usted se cerciora de que los cables estén bien conectados. Apaga y enciende el enrutador. Apaga y enciende de nuevo la computadora. Nada.

Cuando puede, usted revisa —mediante SpeedTest, Fast.com o la aplicación que ofrece su operador— si la velocidad que está recibiendo en su servicio es la que contrató.
Cualquiera o todas estas situaciones ameritan confirmar que ocurre. Muchas veces contratamos la velocidad del enlace de Internet con base en el precio establecido por el operador y en el presupuesto que tenemos.
¿Qué puede hacer?
En cualquier caso, hay cinco medidas que debe adoptar para determinar cuál es el servicio que requiere y asegurarse que opere de manera óptima:
1. Considere la cantidad de personas y dispositivos: de acuerdo con Radiográfica Costarricense S.A. (Racsa), a la hora de contratar el servicio de Internet debe tomar en cuenta la cantidad de personas y dispositivos que estarán conectados en su hogar.
2. Estime la capacidad máxima según las actividades: considere las actividades a las que se dedican las personas en su casa, pues no es lo mismo alguien que trabaja produciendo y transmitiendo videos o diseños arquitectónicos y de ingeniería que quienes solo trabajan hojas de texto. Asimismo, hay que revisar las aplicaciones que utiliza; cuando son servicios en la nube y las aplicaciones son sofisticadas se requerirá una mayor capacidad.
Racsa recomienda definir la velocidad según esas actividades:
Vaya sumando |
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Velocidad según la actividad de las personas que se conectan en la casa: |
5 Mbps por dispositivo: navegación básica en Internet, enviar y recibir correos electrónicos, herramientas colaborativas, aplicaciones de videoconferencia (Zoom, Meet, Teams) y servicios de trabajo o clase en línea. |
5 Mbps por dispositivo: reproducción de vídeos estándar para educación y trabajo remoto. |
10 Mbps por dispositivo: reproducción de vídeos de alta definición en televisores inteligentes. |
3 Mbps por dispositivo: hogares con dispositivos para casas inteligentes de Internet de las cosas (IoT), cámaras de seguridad, termostatos, luces y asistentes de IA (Alexa, Google Home), entre otros. |
40 Mbps por dispositivo: juegos en línea en computadora o en consolas. |
Fuente: Racsa. |
3. Recuerde que los usuarios pueden estar en actividades distintas y conectados en diferentes dispositivos de forma simultánea. Estime cuánto requerirá en tales circunstancias y sumele un margen adicional para garantizar una mejor experiencia.
4. Considere el tipo de conexión disponible (fibra óptica, cable módem, satelital y 5G) y los operadores que ofrecen servicios en su zona: consulte con su vecinos cuál es la experiencia que tienen en cada caso, pues un mismo operador puede tener un servicio de alta calidad en una zona y enfrentar problemas en otro sitio debido a algún problema local en los servidores y en su red de distribución. Consulte con los operadores la disponibilidad de los servicios de Internet banda ancha, incluyendo 5G (Racsa ofrece un servicio de 5G inalámbrico al hogar).

5. Revise los dispositivos que utiliza: realice una evaluación de la ubicación de los routers o los puntos de conexión alámbricos e inalámbricos en su hogar y las barreras que pueden implicar las paredes, así como el funcionamiento de sus equipos, sistema operativo y navegador. En algunos casos, será necesario utilizar dispositivos para extender la conectividad en su casa.