En la azotea del edificio de electrónica del Tecnológico de Costa Rica (TEC) se ubica la más reciente antena del sistema de rastreo de satélites de la Agencia Espacial Europea (ESA), la cual dará seguimiento a las constelaciones de satélites y actividades cotidianas, como correcciones de órbita o investigaciones científicas.
De esta manera, Costa Rica se convierte en la sede número 25 de la estación de la red global. El país es el primero en la región centroamericana que acoge la antena de la ESA, las otras 24 estaciones solamente cuatro están en América: México, Brasil, Argentina y Guyana Francesa (territorio desde la ESA hace sus lanzamientos).
“Estas antenas recogen una información y generan unos archivos, y esos archivos son los que ellos usan luego para meterlo ahí en su ciencia y poder determinar si la altura es correcta o no es correcta en cuanto a los términos de los satélites”, explicó Johan Carvajal, investigador del Laboratorio de Sistemas Espaciales del Tecnológico de Costa Rica (Setec-Lab).
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La información que arroja la antena sobre la altitud de los satélites en relación con la Tierra es utilizada por la Agencia para operar mejor sus misiones y que dure más su tiempo útil porque, conforme pasa el tiempo, van perdiendo altitud y cuando se acercan a la parte superior de la atmósfera empiezan a calentarse y se dañan.
La antena es parte de la red GNSS Observation Network, o EGON, el cual es un sistema de navegación satelital. La estación cuenta con datos multi-GNSS, lo que significa que tiene datos de varias constelaciones como GPS, BeiDou, Galileo, Glonass, entre otros.
“Las estaciones terrestres proporcionan el enlace entre los satélites de la ESA en órbita y el centro de control de operaciones en Tierra. Todas las estaciones proporcionan datos multi-GNSS y una transmisión en tiempo real”, informa la ESA en su sitio web.
El interés de la ESA por tener una de sus antenas en territorio costarricense se debe a que el país posee una ubicación estratégica al ser parte de la línea ecuatorial. Desde el 2018 la agencia contactó al Setec-Lab porque necesitaban instalar el dispositivo en una región con una posición clave.
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Carvajal viajó a Darmstadt, Alemania, a las instalaciones de la ESA para conocer la necesidad que tenía la Agencia. El investigador se encargó de hacer el convenio entre el TEC y la ESA, y logró el visto bueno para que diera inicio la instalación de la antena.
A su vez, el convenio abre la puerta para que acojan más misiones en el campus de Cartago.
La Agencia envió los componentes del dispositivo para que Carvajal se encargara de la instalación. Las operaciones debían iniciar en el 2019, pero la institución académica no podía cubrir los gastos de la instalación debido a regla fiscal; por lo que hicieron un montaje de cableado más artesanal que los que se hacen normalmente.
Problemas de presupuesto
“Yo busqué abaratar los costos entonces dije ‘lo mínimo que necesito es un diseño electromecánico con una platina y unos sistemas para el anclaje en el edificio’. Y junto amigos colegas y donaciones de gente que había trabajado aquí en el laboratorio, vinimos un sábado y lo instalamos”, contó Carvajal.
El costo de la instalación, versión artesanal, tuvo un monto de ¢50.000 ya que dicho trabajo colaborativo no contempla el costo del montaje en el que incurre la sede. La antena tiene un cable que se conecta y se enlaza entre el cielorraso hasta el quinto piso, y de ahí se conecta a un centro de datos; el papel de la antena es de tecnología de soporte.
El valor original del montaje ascendía al millón de colones, que no estaban presupuestados dentro de la institución, según comentó Carvajal.
Las colaboraciones sin pago (de parte de las Agencias) y la ejecución de horas extras sin remuneración para desarrollar proyectos es algo común dentro de la academia. En Guanacaste se encuentra un radiotelescopio de la Universidad de Costa Rica (UCR), también atraviesa temas de financiamiento para agilizar las labores.
“En mi experiencia con este proyecto, nosotros no contamos con bastante financiamiento. Hemos tenido que trabajar con poquito dinero, minimizando costos y el apoyo que hemos tenido en recurso humano es ad honorem”, comentó Carolina Salas, investigadora principal del proyecto que se sitúa en Santa Cruz.
El instrumento que utiliza el proyecto es una antena que donó Radiográfica Costarricense (Racsa) y que los investigadores de la UCR transformaron en radiotelescopio
El radiotelescopio se mantiene en fase de desarrollo pero su objetivo, una vez que entre en funcionamiento, es captar las señales que provienen del Sol y con esa información hacer estudios de clima espacial para saber cómo impacta en la tierra la actividad solar.
“Todos estos proyectos se desarrollan bajo colaboración. Por eso es tan importante el aporte humano de los investigadores, hay mucha gente dispuesta a trabajar gratis por la ciencia”, acotó Salas.
El proyecto que está liderando Salas es el único en el país, de momento, que va a monitorear un objeto celeste.
Aunque trabajar con bajo presupuesto y en ocasiones ad honorem parece ser una práctica usual dentro de la academia, el ministro de Ciencia, Tecnología y Telecomunicaciones (Micitt), Carlos Alvarado, señaló que los investigadores académicos reciben una remuneración dentro de su salario por concepto de investigación.
Alvarado, en su condición de Ministro, forma parte del consejo directivo de la AEC. Además, su despacho dicta las directrices a las que se debe someter la agencia nacional.
“Es una agencia que está en el papel actualmente, no ha iniciado ejecución; nosotros vamos a trabajar fuerte para ver que podemos iniciar con la estructura y el marco normativo actual que tiene importantes áreas de mejora. Si es posible colaborar, sea con recursos, con soporte logístico, etcétera para los proyectos del país, pues la agencia va a estar en esa línea, pero lo primordial aquí es garantizar que la misma tenga algún tipo de sostenibilidad económica”, indicó Alvarado.
Desde el 2021 el gobierno de la Asamblea Legislativa aprobó a la creación de la Agencia Espacial Costarricense (AEC); no obstante, después de un año de existencia por medio de la Ley Nº 9960 aún se encuentra en papel porque el Micitt está haciendo un proyecto para modificar la redacción de la misma en los temas relacionados a sostenibilidad financiera y el desarrollo de las aplicaciones espaciales porque consideran que deben ir dirigidas a los sectores que actualmente necesitan mayor atención, como por ejemplo el medio ambiente.