El Ministerio de Hacienda publicó las cifras de abril 2021 donde se acumuló un superávit primario de 0,61% del PIB. Este resultado se desprende de un enero y un febrero con déficits, un marzo con un superávit histórico y un abril con un superávit modesto, pero importante.
Sin lugar a dudas, es fundamental para el país que los ingresos del Gobierno Central sean superiores a sus gastos, excluyendo intereses (superávit primario); más aún, considerando que esto no pasaba en más de 11 años. Los resultados financieros (incluyendo los intereses) aún son negativos, por lo que el trabajo por hacer en las finanzas públicas aún está muy lejos de terminar, principalmente en temas de gasto.
Básicamente los resultados de marzo están empujando la balanza. En ese mes los ingresos corrientes aumentaron en 26,72%. Con dos aumentos como los más importantes:
- Los impuestos por los ingresos y utilidades que aumentaron en 30,45%, principalmente por el efecto de los 15 meses de renta acumulada.
- Los ingresos no tributarios que aumentaron por los montos que instituciones como la JPS, Inder, la Imprenta Nacional, el Registro Nacional y Recope, entre otras debieron trasladar al Ministerio de Hacienda; obedeciendo a los transitorios III y IV de la Ley 9371.
Entre ambos rubros se experimentó un incremento interanual de ¢340.000 millones, equivalente al 91% del total del incremento entre marzo 2020 y marzo 2021.
Para el mes aislado de abril se evidenció un superávit fue de 0,01% del PIB. Si bien es cierto que no se acerca al experimentado al mes precedente; se debe resaltar que para este mes no sobresalen ingresos extraordinarios como si pasó en marzo.
Por otro lado, es importante resaltar que el excedente primario obedece en su totalidad a incrementos en ingreso y no a reducciones del gasto. El resultado acumulado evidencia un aumento del gasto total de 8,17% entre abril 2020 y abril 2021, para el mismo periodo el gasto corriente aumentó en 6,29% y el pago de intereses aumentó en 22,08%. La única cifra que disminuyó fueron las transferencias al Sector Público en un 3,33%; donde hay que considerar la incorporación de los presupuestos de los órganos desconcentrados al presupuesto nacional (Ley 9524).
Finalmente, es imprescindible señalar que como consecuencia del considerable aumento el pago de intereses, más de una cuarta parte del gasto del Gobierno se está destinando al costo de la deuda. Cifra que evidencian la inminente necesidad de reducir el valor de nuestro endeudamiento con refinanciamientos como el buscado con el FMI.