Opinión

Hace 35 años, Costa Rica apostó por un modelo innovador que transformó la historia económica del país: el Régimen de Zonas Francas (RZF). Lo que inició como una estrategia para insertarnos en la economía global se ha convertido en una de las políticas públicas más exitosas, generando inversión, empleo de calidad y oportunidades de desarrollo en todo el territorio nacional.


El inicio del nuevo ciclo electoral en Costa Rica plantea un debate crucial sobre seguridad, economía, educación y salud. Más allá del marketing político, el país necesita diálogo, consensos y propuestas sólidas para definir el modelo de desarrollo que heredarán las próximas generaciones.