Quizás usted sea de esas personas que, cuando llega el fin de semana, quiere escaparse del ruido de la ciudad y buscar un respiro de aire fresco en alguna zona montañosa de Costa Rica. Pues bien, ese es un privilegio que no tienen todos los países de la región.
Según el más reciente informe de la firma IQAir, en América Latina, la calidad del aire se está viendo cada vez más comprometida por la urbanización y la industrialización en aumento, así como por la insuficiencia de políticas públicas efectivas en diversas áreas.
La contaminación del aire, especialmente la concentración de partículas en suspensión menores a 2,5 micras (PM2,5), es uno de los problemas ambientales más graves en la región, con un impacto directo en la salud de millones de personas. De acuerdo con el reporte del 2024 de IQAir, sólo el 17% de las ciudades del mundo cumplen las directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre contaminación atmosférica.
¿Cómo le fue a Costa Rica?
En América Latina, Costa Rica se destaca como el país con los mejores resultados en 2024, con una concentración promedio de 7 µg/m3 (microgramos por metro cúbico), ligeramente por encima del límite recomendado por la OMS, que es de 5 µg/m3. Con este resultado, el país se ubica en el puesto 21 de naciones con mejor calidad de aire de los 138 analizados.
Eso sí, hay una desmejora de los resultados nacionales en comparación de 2023, cuando IQAir reportó una concentración promedio de 6,1 µg/m3.
El segundo país mejor calificado en la región latinoamericana es Argentina, que se ubicó en el lugar 32 de naciones con menos contaminación en el aire y una concentración promedio de 8,7 µg/m3. Ecuador, Bolivia, Panamá, Uruguay y Colombia les siguieron como los mejores de la zona, y en esas naciones se registró una concentración promedio superior a los 10 µg/m3.
Si bien México es considerado como uno de los países más contaminados de América Latina y con peor calidad de aire, lo cierto es que no es el que tiene la peor calidad, según IQAir. La nación azteca se ubica en el puesto 83, con una concentración de 17,4 µg/m3 pero fue superada por Guatemala, que está en el lugar 92, con datos de 18,8 µg/m3.
De acuerdo con IQAir, solo siete países cumplieron la directriz media anual de la OMS sobre PM2,5 de 5 µg/m3: Australia, Bahamas, Barbados, Estonia, Granada, Islandia y Nueva Zelanda. Dicho de otro modo, el 91,3% de los 138 países y regiones incluidos en el reporte de 2024 superaron el valor de 5 µg/m3.
“La contaminación atmosférica sigue siendo una amenaza crítica tanto para la salud humana como para la estabilidad del medio ambiente, y sin embargo una gran parte de la población desconoce sus niveles de exposición”, afirmó Frank Hammes, Consejero Delegado mundial de IQAir.
La contaminación del aire representa un grave peligro ambiental para la salud pública en toda América Latina. La OMS informa que más de 150 millones de habitantes de la región viven en urbes con niveles de contaminación atmosférica superiores a los límites, lo que incrementa el riesgo de padecer infecciones respiratorias, enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares y cáncer de pulmón, con un impacto desproporcionado en grupos vulnerables como niños, ancianos y mujeres.

Los países más y menos contaminados del mundo
En términos generales, el país con peor calidad del aire es Chad en África Central, según IQAir tiene un promedio de 91,8 µg/m3, es decir supera en más de 10 veces el nivel recomendado por la OMS. Bangladesh, Pakistán, República Democrática del Congo e India completan el top 5 de las naciones con los peores números.
Por el otro extremo están las naciones cuyos ciudadanos respiran la mejor calidad del aire. El primer lugar en esta categoría se encuentra Bahamas con una media de 2,3 µg/m, seguido de las Islas Bermudas, que reportó 2,3 µg/m.
La Polinesia Francesa, las Islas Vírgenes Estadounidenses y Puerto Rico completaron el top cinco. Reportaron promedios de 2,5 µg/m, 2,6 µg/m y 2,7 µg/m, respectivamente.
El desafío es claro y la situación exige no sólo una mayor concientización sobre los riesgos que representa la mala calidad del aire, sino también políticas más agresivas para mitigar la contaminación, como la promoción de fuentes de energía limpias, la mejora del transporte público y la regulación más estricta de las industrias.
