Lo exótico es atractivo, mucho más si viene del otro lado del mundo con una promesa innovadora. Esa es una premisa que los perfumes árabes trajeron consigo y les permitió afianzarse en el mercado costarricense.
La variedad de fragancias es vasta. Los hay de diseñador, de nicho, de celebridad y catálogo. Sin embargo, el éxito de este grupo fue tan grande que ya se le clasificó como uno totalmente independiente.
En su mayoría, provienen de Emiratos Árabes Unidos (EAU), aunque también son intermediados por proveedores en Estados Unidos que, después, los envían a vecinos como Panamá. De ahí su fama de venta en la frontera.
Datos de la Promotora de Comercio Exterior (Procomer) muestran la existencia de importaciones perfumeras desde el país árabe hacia territorio nacional; en 2014, se contabilizó un total de $50.400 fruto de esta actividad.
No obstante, después fue intermitente, pues ciertos años se registran algunos miles de dólares importados, mientras que otros ni siquiera tienen un valor.
En 2023 se movió de nuevo al registrar $112.380. Para 2024, el monto fue de $162.500 y al corte de setiembre del año en curso ya se sumaban $454.490: cuatro veces superior a la totalidad de 2023, y aún en crecimiento.
¿Cómo lograron su popularidad?
El comportamiento importador descrito es congruente con el inicio de la fama de estos perfumes en las redes sociales hace cerca de dos años, cuando, de forma repentina, varios compradores empezaron a compartir una posibilidad de buena calidad y atractiva presentación de probar fragancias costosas a menor precio.
Esos son los conocidos “dupes” o reproducciones de fragancias originales, generalmente de diseñador, en tendencia.
Michella Bonilla, una experta en perfumería consultada por este medio, explicó que, para un público meta con ingresos de bajos a medios, resultó ser una gran opción de probar un poco de lujo.
“Aunque hay diferencias con los originales, el parecido es tal que las personas no dudan en adquirirlos”, comentó.
Así surgieron alternativas accesibles frente a fragancias de lujo como Creed Aventus, Delina de Parfums de Marly, Erba Pura de Xerjoff y Baccarat Rouge, cuyos precios superan fácilmente los cientos de dólares; en contraste, los perfumes árabes no suelen superar los $100.
Una vez consolidado un público entusiasta, algunas marcas empezaron a probar con fragancias originales de sus casas, lo cual fue un éxito rotundo.
A juicio de Bonilla, actualmente se posicionan como una de las tendencias más fuertes del mercado gracias a su tradición milenaria y a composiciones intensas que incluyen, en su mayoría, ámbar y especias avainilladas.
Andrei Khilkov, administrador de e-commerce de Aromática CR, coincide con Bonilla en el secreto detrás de la popularidad de estos perfumes, pero suma un factor adicional: la similitud climática.
Aunque Emiratos es un país conocido por sus temperaturas considerablemente superiores a las de Costa Rica y la región, son más parecidas en comparación con zonas europeas o con estaciones frías muy marcadas.
“Las notas se adaptan diferente a cada clima. Por eso, un perfume árabe puede que no sea tan popular en Europa porque la fragancia no se adapta con la misma intención, pero en un país latinoamericano conserva más esas propiedades características”, comentó.
Además, consideró que la principal diferencia frente a sus competidores es la libertad creativa, ya que las marcas árabes producen aromas más diversos y exóticos, lo cual llama profundamente la atención del consumidor acostumbrado a líneas de fragancias similares entre sí.
Ramón Monegal, perfumista español especializado en el sector de nicho, atribuyó la fuerza de este segmento a “un cambio generacional y al deseo de las personas de sentirse únicas”.
Describió que, por muchos años, la industria tradicional bloqueó la entrada de nuevas propuestas, pero internet y las redes sociales abrieron la puerta a marcas independientes, incluidas las árabes, que lograron captar la atención de un público joven que busca diferenciarse.
Más baratos para comercializar
Según Khilkov, al ser gran parte de estos perfumes dupes o inspiraciones de fragancias famosas, permiten que el precio final sea más bajo.
Las casas árabes no gastan tanto en marketing, fabrican volúmenes mayores y operan en Emiratos Árabes Unidos, donde los impuestos y los costos laborales son más bajos. Por eso, afirmó, un perfume árabe de $50 puede superar en calidad a uno de diseñador que cuesta entre $70 y $80.
Asimismo, esto permite que los envases árabes sean más llamativos y elaborados porque las marcas destinan más recursos al diseño de botellas y cajas.
De acuerdo con su experiencia, la mayoría de perfumerías locales compra sus productos a distribuidores de Estados Unidos. Explicó que traerlos directamente desde Emiratos exige volúmenes demasiado altos para el tamaño del mercado costarricense (entre 3.000 y 10.000 unidades por pedido), por lo que la vía estadounidense resulta más viable.
Las marcas más buscadas del momento
Aunque generan opiniones divididas dado su origen, Bonilla resaltó que estas casas trabajan con materias primas de alta calidad.
Entre las marcas más relevantes colocó a Lattafa, Arabian Oud, Armaf, Swiss Arabian y Rasasi, con las tres primeras como referentes dentro de su sector.
Khilkov, por su parte, detalló los más vendidos de Aromática CR. En el caso de los masculinos, sobresalen Rasasi Hawas Ice, Armaf Odyssey Mandarin Sky, Armaf Odyssey Aqua, Armaf Club de Nuit Intense Man y Rasasi La Yuqawam Homme, todos reconocidos por sus acordes intensos y de larga duración.
Para las mujeres, las elecciones más buscadas incluyen Armaf Club de Nuit Woman, Maison Alhambra Delilah, Lattafa Noble Blush, Afnan Supremacy Pink y Lattafa Yara, fragancias que destacan por su estela marcada y un estilo que combina dulzura, modernidad y carácter.
Los consultados consideraron que esta tendencia no es un hecho aislado, sino que las condiciones del mercado, junto con los cambios en el interés de los consumidores, fortalecerán su impulso.
