La creciente y popular tendencia pet friendly en Costa Rica, que durante años sumó adeptos y abrió las puertas de cientos de comercios a las mascotas, parece enfrentar su primer gran revés.
El reciente ataque de un perro de raza pitbull a un niño de siete años en el popular centro comercial Multiplaza en Escazú ha desatado una ola de reacciones que van desde la restricción inmediata en diversos locales hasta una recomendación directa de la Cámara Costarricense de Restaurantes (Cacore) de abandonar esta política.
¿Estamos ante el ocaso de una moda que priorizó la compañía animal en espacios públicos?
El hecho que catalizó la actual controversia ocurrió el pasado sábado 9 de agosto, cuando un menor de edad fue mordido en una de sus piernas por un pitbull.
Según relató la madre del niño -en redes sociales primero y luego a medios de comunicación-, el perro y su dueño bajaban por las escaleras eléctricas cuando el niño se aproximó y, a pesar de que el dueño presuntamente aseguró que el animal no era agresivo, este lo atacó. La denuncia de la madre no solo se centró en el ataque, sino también en la aparente falta de un protocolo de atención por parte del centro comercial.
La respuesta de las autoridades no se hizo esperar. El Ministerio de Salud emitió una orden sanitaria contra Multiplaza Escazú y anunció un refuerzo en la regulación para el ingreso de mascotas a establecimientos públicos y privados.
Tras el incidente, Multiplaza Escazú emitió un comunicado público lamentando lo acontecido y asegurando que desde el primer momento su equipo brindó acompañamiento a los afectados.
Posteriormente, y en respuesta a la orden sanitaria, distintos medios reportaron que el centro comercial implementó una nueva y más restrictiva política para el ingreso de animales y se instaló nueva rotulación especificando que “se permite el ingreso de mascotas pequeñas alzadas o en coche”, modificando así su anterior política más abierta y adaptándose a las nuevas exigencias de seguridad para mantener un ambiente controlado.
Las nuevas directrices de Salud exigen a los comercios que deseen mantener su estatus pet friendly contar con protocolos de emergencia, pólizas de seguro, rotulación clara sobre las condiciones de admisión y asegurar que las mascotas estén siempre bajo el control de un adulto responsable.
La reacción en cadena: comercios dan marcha atrás
A raíz del incidente y las nuevas regulaciones, la reacción de algunos negocios ha sido la de cerrar sus puertas a las mascotas de compañía, limitando el acceso únicamente a los animales de asistencia, amparados por la ley.
Según un reporte de CR Hoy, diversos comercios han optado por suspender temporalmente la admisión de mascotas mientras se adaptan a las nuevas y más estrictas disposiciones del Ministerio de Salud. Uno de estos comercios es Nación Sushi, una cadena de comida japonesa.

La medida, según expresaron comerciantes al medio, busca evitar incidentes y posibles sanciones, que pueden ir desde multas hasta la clausura del local.
Esta decisión marca un cambio significativo en un mercado que había acogido con entusiasmo la cultura pet friendly. Una encuesta de Unimer del 2024 citada por el medio Rumbo Económico revelaba que un 74% de los costarricenses estaba de acuerdo con que los comercios en el país permitieran el ingreso de mascotas, reflejando una tendencia social en auge que ahora se ve cuestionada por motivos de seguridad.
La voz de los restaurantes: “Era un tema de moda”
El golpe más contundente a la tendencia vino desde el sector gastronómico. En declaraciones a la emisora Radio Monumental, la Cámara Costarricense de Restaurantes y Afines (Cacore) fue enfática al recomendar a sus agremiados eliminar la política pet friendly.
El director ejecutivo de Cacore, Jorge Rodríguez, calificó la permisividad con las mascotas en los restaurantes como un tema de “moda” y aconsejó a los comercios ser más precavidos ante las nuevas directrices de Salud para evitar complicaciones.
Esta recomendación pone en una encrucijada a muchos restaurantes que habían invertido en adaptar sus espacios y promocionarse como amigables con los animales para atraer a un nicho de mercado en constante crecimiento.
El futuro: entre la convivencia y la seguridad
El incidente en Multiplaza Escazú ha abierto un debate nacional sobre los límites de la inclusión de las mascotas en la vida pública.
Mientras que los defensores de los derechos de los animales abogan por una tenencia responsable y la no estigmatización de ciertas razas, la seguridad de las personas, especialmente de los niños, se ha posicionado como la prioridad ineludible.
La ley en Costa Rica es clara respecto a los animales de asistencia, como los perros guía, cuyo acceso a lugares públicos está garantizado. Sin embargo, la aceptación de mascotas de compañía siempre fue una política voluntaria de cada establecimiento.
Ahora, con regulaciones más estrictas y el temor a incidentes similares, lo que hasta hace unas semanas era un valor agregado de muchos negocios y una moda en expansión, podría estar en vías de convertirse en la excepción y no en la regla, marcando un posible punto de inflexión en la cultura pet friendly de Costa Rica.
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Este artículo fue publicado por un editor de El Financiero con asistencia de un sistema de inteligencia artificial.