A un mes del inicio del Mundial de Catar, el astro brasileño Neymar tiene a partir del lunes 17 de octubre una cita con el pasado que le devolverá a Barcelona, donde arranca el juicio por las irregularidades en el polémico fichaje que le llevó al club catalán en 2013.
La paciencia de DIS, la empresa brasileña que poseía parte de sus derechos económicos cuando todavía era un prometedor atacante del Santos, ha tenido recompensa y la Audiencia de Barcelona celebrará entre el lunes 17 y el 31 de octubre el juicio oral derivado de la querella que interpuso en 2015.
El atacante del París Saint-Germain, que a partir del 20 de noviembre volverá a liderar a la ‘Seleçao’ en el Mundial, está acusado de un delito de corrupción en los negocios por la Fiscalía, que pide para él dos años de cárcel y diez millones de euros ($9,7 millones) de multa.
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En el banquillo de los acusados le acompañarán sus padres, los expresidentes del FC Barcelona Sandro Rosell - para quien la Fiscalía pide cinco años de prisión por corrupción y estafa - y Josep Maria Bartomeu, así como el exdirigente del Santos Odilio Rodrigues Filho.
Los otros acusados son tres entidades jurídicas: el FC Barcelona, el Santos FC y la empresa fundada por los padres del jugador para gestionar su carrera.
Neymar, que hace seis años declaró que era su padre quien llevaba sus asuntos, debe presentarse el lunes en Barcelona, como todos los imputados, aunque todavía no hay confirmación oficial. De acuerdo al cronograma inicial, su declaración está prevista para el viernes 21 de octubre o el 28, cuando deben declarar las seis personas físicas acusadas.
Otro día de gran interés será el martes 18, cuando la acusación ha pedido que testifique el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, que intervendrá por videoconferencia, para explicar cómo influyó en el mercado el supuesto preacuerdo suscrito en 2011 entre el Barça y el jugador.
Pese a que el FC Barcelona cifró inicialmente el fichaje de Neymar en €57,1 millones (40 millones para su familia y 17,1 para el Santos), la justicia española estimó que alcanzó al menos los 83 millones.
Para DIS - empresa de inversión deportiva propiedad del grupo brasileño de supermercados Sonda - el Barça, Neymar y más tarde el Santos se aliaron para ocultar el monto real de la operación a través de otros contratos de los que ellos quedaron fuera.
La compañía, propietaria desde 2009 del 40% de los derechos económicos del futbolista, recibió €6,8 millones de los 17,1 ingresados oficialmente al club brasileño.
"Neymar Junior, con la connivencia de sus padres y del FC Barcelona, y sus dirigentes en el momento, y del Santos FC en un segundo momento, defraudó los legítimos intereses económicos de DIS, estafándole", resaltó este jueves Paulo Nasser, abogado de la compañía.
Sintiéndose doblemente perjudicada, tanto por no haber recibido su parte del traspaso real como por el contrato de exclusividad suscrito por Neymar y el Barça antes de su fichaje oficial - que impidió a otros clubes pujar por el delantero -, DIS solicita ahora que se le restituyan los €35 millones que estima haber perdido.
Como acusación particular, el grupo pide también cinco años de prisión para Neymar y que abone una multa al Estado de €149 millones, además de otros cinco años de condena para Rosell y Bartomeu con multas de €195 millones.
Los abogados de Neymar argumentan, de su lado, que su cliente no cometió ningún delito, ya que los €40 millones correspondieron a una “prima de fichaje legal y habitual en el mercado futbolístico”, según sus líneas de defensa, que cuestionan igualmente que España tenga jurisdicción para tratar el caso.
Este esperado juicio es el conocido como “Neymar 2″, ya que el “Neymar 1″, que dirimía una acusación por fraude fiscal en el fichaje, se cerró con un acuerdo entre la Fiscalía y el Barça, que aceptó pagar una multa de €5,5 millones en 2016.
La turbulenta historia entre el club y el brasileño no terminó, sin embargo, con su abrupta salida en 2017. Neymar y el Barcelona volvieron a enfrentarse en los tribunales en 2020, esta vez por la reclamación de un fragmento de la prima de renovación que le quedaba por cobrar a Neymar, que fue rechazada, y con otra condena al futbolista en juego por incumplimiento de contrato.
Finalmente, la entidad y el 10 de la ‘Seleçao’ llegaron a un acuerdo “de forma amistosa” el año pasado para cerrar todos los procedimientos judiciales pendientes.