Las empresas que operan en Costa Rica tienen la posibilidad de incorporar un apoyo económico dirigido a apoyar a los colaboradores para que sus hijos permanezcan en un lugar seguro mientras trabajan por medio de las redes de cuido.
Ese es el objetivo de la iniciativa Sin Descuidos, impulsada por la organización Talana, de Grupo Dehvi, y la Fundación Crusa. Con esto, buscan disminuir la pérdida de talento humano en las industrias a causa de dificultades para que alguien les ayude a cuidar a sus hijos, lo que en ocasiones los lleva a renunciar para dedicarse a la crianza en el hogar.
El reporte Estudios Económicos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) Costa Rica 2025, publicado en marzo, señaló la importancia de ampliar el acceso al cuidado infantil temprano como una estrategia clave para facilitar la participación laboral, especialmente de las mujeres, y reducir la informalidad.
Por esta razón, conversamos con Adriana Alfaro, directora de la iniciativa, y María Fernanda Chaves, trabajadora social de la misma. A continuación, le explicamos cómo una empresa puede unirse a esta iniciativa.
Diseño personalizado
Según la trabajadora social, las redes de cuido a las que se refiere el proyecto forman parte de la Red Nacional de Cuido y Desarrollo Infantil (Redcudi), las cuales fueron creadas por decreto en 2010 y tienen sustento legal en la ley 9220, que las define como un sistema universal, de acceso público y de financiamiento solidario.
El funcionamiento en alianza empresarial parte de un diseño personalizado que debe empezar siempre con un diagnóstico interno para escuchar las necesidades de los colaboradores: ¿cuántos hijos tienen?, ¿quién los cuida?, ¿les parece más factible destinar ese dinero a un centro de cuido?
Esa primera fase es competencia absoluta de la organización en cuestión, donde deberá definir el porcentaje que cubrirá. Alfaro explicó que algunas lo hacen con el 90% del costo, mientras que otras un 30%; dependerá de las posibilidades de cada una.
Asimismo, comentó que no importa la cantidad de personas que requieran el servicio. “Tenemos el caso de una empresa que participa solo por una familia”, aseguró.
A partir de esa información, se crea una propuesta específica para que las familias elijan los centros según sus necesidades, priorizando en la mayoría de los casos la cercanía a su lugar de residencia, aunque algunos optan por lugares próximos a su trabajo.
Esquema de financiamiento
Chaves aclaró que ninguna empresa llega a cubrir el 100% del costo porque el objetivo del proyecto es precisamente fomentar la corresponsabilidad entre todas las partes involucradas.
Así, se busca que las familias también participen con un aporte económico, que puede variar según sus posibilidades y las de la organización para la que trabaja.
“El objetivo es permitir el acceso a un servicio de cuido estable y seguro, algo que muchas familias no pueden costear por completo, ya que el monto promedio por hijo es de ¢150.000 al mes, lo cual puede representar más del 40% de un salario, especialmente en personal operativo”, aseguró la trabajadora social.
Por eso, el sistema de copago se convierte en una solución viable que permite a las familias acceder a este servicio sin tener que depender exclusivamente de familiares o cuidadoras informales que, a veces, no pueden hacerse cargo por motivos de salud u otras circunstancias.
Por ejemplo, si la empresa aporta el 90%, estaría costeando ¢135.000 y la familia solo debería saldar ¢15.000 cada mes.
Este programa se complementa con otras acciones como apoyo económico para colaboradores con altos niveles de endeudamiento, programas de salud financiera o planes para concluir estudios. Cada caso se resuelve de forma individualizada.
“De esta forma, el impacto no se limita únicamente al cuido infantil, sino que también impulsa el desarrollo personal y profesional de las personas beneficiadas”, añadió Chaves.
En algunos casos, además del aporte de la empresa y la familia, se integran otros actores como asociaciones solidaristas o incluso programas internos de apadrinamiento, donde los colaboradores donan recursos para apoyar el programa.
Según Alfaro, la directora, hasta el momento ocho empresas ya son parte de esta iniciativa: Philips, BAC Credomatic, ProSalud, Edwards Lifesciences, BAC Latam, Boston Scientific, Gessa y FarmAgro.
Si desea ser parte puede contactar a la organización Talana, quien desarrolla el proyecto, a la dirección de correo electrónico info@talana.biz.