RIU Hotels & Resorts reabrió este mes el hotel Riu Guanacaste, ubicado frente a Playa Matapalo, tras completar su proceso de remodelación.
Este proyecto contempla la expansión de su complejo con 300 nuevas habitaciones, para alcanzar un total de 1.041 espacios.
La remodelación no solo abarca las habitaciones, sino que incluye zonas comunes, restaurantes, bares y áreas exteriores, e incorpora nuevas experiencias como cuartos con piscina privada, seis piscinas abiertas —tres de ellas con bar acuático—, una heladería y un bar.
Sin embargo, la reapertura también dejó ver los desafíos logísticos de un complejo que hoy emplea a cerca de 1.100 colaboradores y mantiene una alta ocupación.
El Financiero conversó sobre estos cambios con Joan Trian Riu, el miembro de más edad de la cuarta generación de la familia Riu, y director ejecutivo en el área de Operaciones de América (México, Jamaica, República Dominicana, Costa Rica, Panamá, Aruba y Bahamas), así como los hoteles Riu Plaza de USA, Toronto, Guadalajara, Panamá y Berlín.
—¿Cuáles son los principales cambios que se realizaron en esta remodelación?
El hotel cambió totalmente, tanto en su operación como en sus instalaciones: se incluyeron nuevas amenidades, restaurantes, habitaciones y zonas específicas para recreación de los niños, como sus propios juegos acuáticos.
También se incorporó una heladería, habitaciones con piscina privada y una decoración rediseñada. Hasta los baños fueron hechos desde cero. Se trata de una reforma integral.

— ¿Cuál es la filosofía detrás de estas reformas?
Nosotros somos hoteleros, así que debemos estar siempre modernos y bien presentados para nuestros clientes. Esa es la política de la empresa.
Más allá de la decoración o los restaurantes, lo importante es mantener el concepto de ofrecer una experiencia actualizada y de calidad. Llevamos aquí 16 años y queremos continuar al menos 15 más.
—¿Qué diferencias hay entre el Riu Palace y el Riu Guanacaste, y por qué se reformó este primero?
El Guanacaste es más antiguo, por lo que le correspondía la remodelación antes. Ahora quedó fantástico, sin embargo, eso hace que se noten más las debilidades del Palace, que probablemente será el siguiente en recibir una remodelación.
El Palace es de mayor categoría y más caro, algo que se refleja en la proporción de empleados por cliente, la comida y las amenidades. Por su parte, el Guanacaste, al ser un hotel nuevo y moderno, resulta muy atractivo.
Todos los clientes son bienvenidos: quien prefiera el Palace o pueda pagarlo, lo elige, y quien se sienta cómodo con el Guanacaste, también. Es cuestión de preferencias y accesibilidad, pues son productos distintos.
Aun así, como el Guanacaste está recién reformado, algunos clientes perciben menos esa diferencia. Cuando el Palace sea remodelado, se notará claramente, aunque todavía no hay una fecha prevista para ello.
− ¿Cuándo y qué se modificará en el Riu Palace?
Todavía no hay una fecha definida, aunque lo tenemos formalmente planeado. Será el siguiente paso natural después de la renovación del Riu Guanacaste, porque buscamos mantener ambos hoteles alineados en nivel de calidad y diseño.
— En redes sociales se vio que, hace pocos días, hubo aglomeraciones y confusión con el horario de ingreso. ¿Qué sucedió?
Eso ocurrió porque el hotel aumentó su capacidad con más habitaciones, lo que generó más entradas y salidas en un mismo día. Además, la carretera de acceso no es muy ancha, lo cual complicó el flujo.
Tradicionalmente, los costarricenses estaban acostumbrados a llegar a las ocho de la mañana, pero ahora la hora de entrada se fijó a la 1:30 de la tarde, para evitar cruces entre quienes salen y quienes ingresan.
Fue una situación típica de los primeros días, por lo que ahora evaluamos cómo escalar y comunicar mejor esos horarios para que no vuelva a pasar.

—¿Se contrató o capacitó nuevo personal tras la ampliación?
Sí, ambos hoteles suman alrededor de 1.100 colaboradores, el 90% locales de la provincia.
Es lo mejor para todos: los trabajadores están cerca de sus casas y el hotel gana en estabilidad, porque hay menos transporte, menos tráfico y más compromiso. Es un ganar-ganar que repercute positivamente en la comunidad local.
Con las 300 habitaciones nuevas, el aumento fue de unas 150 personas adicionales. Todas deben capacitarse y conocer bien cómo funciona el hotel y cómo se prestan los servicios.
—¿Cuál es la meta de ocupación para esta nueva etapa del hotel?
Con las 300 habitaciones adicionales, buscamos mantener la misma proporción de ocupación que antes, que ronda el 90% durante todo el año. Esa es nuestra meta.
Creemos que la vamos a lograr porque tenemos un producto muy atractivo, tanto para el cliente internacional como para el costarricense.
—¿Qué papel juega el turista nacional dentro de la estrategia de Riu?
El turista nacional es fundamental, no solo en Costa Rica, sino también en México, República Dominicana y España. En todos nuestros destinos el turismo local es muy importante.
En este momento, la ocupación del Riu Guanacaste ronda aproximadamente el 70% de su capacidad total y, de esa proporción, el 75% corresponde a costarricenses.

