El Tribunal Penal de Cañas dictó este jueves una condena de tres años de prisión contra Rafael Ángel Zamora Fernández, empresario y propietario del grupo Pedregal, por su responsabilidad en una serie de delitos ambientales cometidos entre 2008 y 2010 en San Miguel de Cañas, Guanacaste.
La Fiscalía Ambiental, según informó La Nación, había solicitado una pena de 15 años de prisión, argumentando que Zamora ordenó acciones que causaron graves afectaciones en zonas protegidas, incluyendo la alteración de cauces de ríos, la apertura de caminos ilegales en áreas boscosas y la usurpación de aguas.
Los cargos presentados incluyeron tres delitos de estrago, tres de usurpación de aguas, invasión de áreas protegidas y la apertura ilegal de una trocha en bosque, según informaron las autoridades mediante un comunicado de prensa.

Según la acusación, el empresario habría mandado a construir atascos en el río Higuerón para desviar aguas hacia sus propiedades, lo que modificó el comportamiento natural del río Lajas y provocó daños en plantaciones cercanas, especialmente en cosechas de caña.
Además, se le responsabilizó por la apertura de una trocha de 6.000 metros cuadrados en la zona protegida de un río, lo que resultó en la destrucción de más de dos hectáreas del bosque conocido como La Ojochada, una zona de alto valor ecológico.
El caso ya había sido juzgado en 2015, cuando Zamora recibió una condena de dos años y medio de prisión y una multa de ₡184 millones de colones. Sin embargo, logró evitar la cárcel gracias al beneficio de ejecución condicional de la pena. Posteriormente, un tribunal de apelación ordenó un nuevo juicio para recalificar los delitos e imponer una pena mayor, lo que derivó en la sentencia anunciada hoy.
La empresa Pedregal no emitió declaraciones de inmediato tras conocerse la condena.
Aún existe la posibilidad de apelación de esta sentencia, tanto del acusado como de la Fiscalía.
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Este artículo fue publicado por un editor de El Financiero con asistencia de un sistema de inteligencia artificial.