Cuando al escultor Ronny Ross se le pregunta si es posible vivir del arte, el emprendedor no duda en responder que sí.
Sin embargo, aclara, para lograrlo hace falta mucho más que talento: también es necesario pensar como emprendedor.
Ross conversó con El Financiero sobre su trayectoria y su marca The Vault, un emprendimiento de esculturas que, desde hace cinco años, busca “convertir en realidad” las ideas de sus clientes.
Desde entonces el artista ha trabajado desde estatuillas para festivales como shnit o Shorts Costa Rica, hasta bustos personalizados y figuras elaboradas en arcilla, masilla, resina, madera y piedra, entre otros materiales.
Su propósito, dice, es que las personas puedan “hacer tangibles sus ideas” dentro de su “bóveda creativa”:
“Se me han acercado ingenieros, doctores, abogados y familias con necesidades distintas, bellas y diversas. Por ejemplo, una familia que perdió a su mascota quiso una escultura para recordarla; o un filósofo que admiraba a una figura histórica y quiso tenerla representada. Para mí lo importante es estar abierto a recibir y escuchar a las personas, para traducir sus ideas en algo tangible. Por eso mi marca se llama The Vault: la bóveda escondida en la imaginación, de la que extraigo estas criaturas que aquí encuentran un espacio creativo para volverse reales”.

Habilidades empresariales
La fórmula para “vivir del arte”, aseguró Ross, consiste en entender que no basta con las habilidades técnicas ni con el amor por la disciplina: también se requiere visión de negocio.
“El principal reto es tomar la decisión de emprender y entender cómo hacerlo. Siempre quise trabajar la forma, las artes plásticas; pero al emprender uno tiene que preguntarse cuál es el valor extra que puede ofrecer como escultor para que su trabajo interese a las personas. Cuando uno empieza a pensar en ese valor agregado, es donde realmente comienza esta maravillosa tormenta que significa vivir del arte”.
El artista subrayó la importancia de considerar todos los trámites y obligaciones asociados al emprendimiento desde el inicio.
Esa, afirma, es la clave para hacer del arte un negocio sostenible y realista:
“Un problema que tienen muchos artistas es todo el trámite que involucra: Hacienda, el seguro y, algo muy importante, saber cómo cobrar. Desde el momento en que uno hace una cotización debe valorar todo lo que le cuesta llegar hasta ahí y estar muy informado. Tenemos que conocer las implicaciones, los procesos, las oportunidades y los trámites para pagar impuestos como el IVA y la Renta. Esa fórmula es la que permite saber cuánto vale realmente nuestro trabajo”.

El escultor también destaca la necesidad de cuidar la salud mental y el manejo del estrés dentro del proceso emprendedor.
“Hay que estar listos para replantearse. Si producir muchísimo te va a desgastar, pero te ayudará a alcanzar tus metas, está bien; pero también debemos estar abiertos a reducir la cantidad y enfocarnos en la calidad. Si estamos muy saturados, eso también se nota”.

Una de las claves del crecimiento de su negocio, aseguró Ross, ha sido el networking, una herramienta que le ha abierto puertas en distintos círculos y espacios artísticos.
“Esas redes y comunidades son fundamentales para crecer. Gracias a ellas he podido participar en festivales de cine y otros espacios de patrocinio donde he mostrado mis proyectos”.
Ross también agregó que para él el éxito ha venido asociado a adaptarse al mercado, sin perder la esencia artística:
“La cuestión es qué tan dispuesto estás a cambiar o a mutar según las necesidades del mercado, sin dejar de ser el artista que querés ser, ni sentirte satisfecho con tu trabajo. Eso facilita que uno mismo aprenda a valorarlo”.

“Agarrarse de lo que uno tiene”
“Cuando uno inicia, hay que agarrarse de lo que tiene”, aconsejó el escultor a modo de cierre.
“Los amigos y la gente cercana son los primeros que te apoyan y por eso son valiosísimos. Luego empiezan a llegar oportunidades pequeñas y poco a poco uno se va exponiendo y creciendo”.
The Vault ha trabajado con empresas como Pozuelo, Hotel Sheraton y varios restaurantes nacionales, que han personalizado sus piezas y vajillas gracias a su arte. Quienes deseen contactar a la marca pueden hacerlo a través de WhatsApp, Instagram o al correo thevault.cr@gmail.com.
Para Ross, lo esencial es trabajar en equipo y fomentar las oportunidades dentro del ecosistema artístico costarricense: “Si nosotros valoramos nuestro trabajo, el entorno empezará a hacerlo también”, concluyó.