El consumo mundial de carbón alcanzará un nuevo récord en 2025, indicó el miércoles un informe de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), en parte por las políticas de la administración estadounidense de Donald Trump para impulsar la industria.
En este año, el consumo de carbón debería aumentar un 0,5% respecto a 2024, cuando ya se batió un récord, y llegar a los “8.850 millones de toneladas”, afirmó la AIE.
La demanda debería “recular ligeramente de ahora al final de la década” por la competencia de otras fuentes de producción eléctrica como las renovables, el gas y la energía nuclear, estimó.
Este combustible fósil es el principal contribuyente a las emisiones de dióxido de carbono de origen humano, que alimentan a su vez el cambio climático.
Tradicionalmente, el aumento del consumo venía impulsado por China e India, que recurrían al carbón para satisfacer las necesidades de electricidad de sus economías en crecimiento.

Pero esta vez la demanda de carbón se mantuvo estable en China y disminuyó en India.
En cambio, en Estados Unidos “está previsto que aumente un 8% en 2025 debido a una combinación de precios más altos del gas natural y una ralentización en el cierre de centrales de carbón debido al apoyo político liderado por el Gobierno federal”, dijo la AIE.
Esta evolución contrasta con la disminución media de un 6% anual durante los últimos 15 años.
El repunte ocurre después de que Trump firmara en abril medidas para relanzar la minería de carbón y más que duplicar la producción eléctrica para acompasarla con las necesidades de la inteligencia artificial.
Pese a ello, la AIE mantiene la previsión de que la demanda estadounidense disminuirá un 6% de media hasta 2030, por el auge de la energía renovable y la desconexión de las plantas de carbón, aunque sea a ritmo más lento.
A nivel mundial, esta agencia con sede en París prevé que la demanda de carbón en 2030 se reduzca un 3% respecto a 2025.
En este periodo aumentará el consumo de electricidad, pero también “se intensificará la competencia con otras fuentes de energía” como las renovables, la nuclear o el gas natural licuado, argumentó.
El director de mercados energéticos y seguridad de la AIE, Keisuke Sadamori, destacó también que la participación del carbón en la generación eléctrica pasó del 41% en 2013 al 34% este año.
“Ese es el nivel más bajo en la historia estadística de la AIE”, afirmó.
