La inflación ha sido negativa en una buena parte de los últimos dos años, sin embargo, puede que para empleados públicos —especialmente los de menores ingresos— la caída en los precios no se haya sentido.
Según datos del Banco Central de Costa Rica (BCCR), el ingreso real de los funcionarios públicos sigue por debajo de los niveles que tenía antes de la pandemia. Es decir, en casi cinco años el aumento en el costo de los bienes y servicios del país —lo que llamamos inflación— ha superado las variaciones en los ingresos del sector público.

Este comportamiento se puede observar a través del índice de ingreso real, el cual muestra que entre febrero del 2020 y enero de este año el sector público redujo sus ingresos reales en un 12,29%. Esto significa que la inflación durante dicho periodo superó en ese porcentaje al crecimiento de las remuneraciones.
Este indicador se construye deflactando las variaciones del Índice de Precios al Consumidor (IPC, la inflación) a los ingresos de los trabajadores por ocupación, en este caso del sector público.
Si desagregamos el índice por nivel de calificación, el resultado es el mismo: la calificación alta (-15,87%), media (-2,08%) y baja (-5,81%) están por debajo del nivel prepandémico.
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La inflación, particularmente la de los alimentos, es más corrosiva en los sectores de menores ingresos —normalmente de calificación baja—, ya que obliga a personas en posiciones más vulnerables a dedicar un mayor porcentaje de su salario a cubrir bienes de primera necesidad.
La caída en los ingresos reales es el resultado no solo de la inflación —la cual fue particularmente dolorosa en 2022—, sino también de las restricciones de la reforma fiscal del 2018.
La Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas (9.635) establece que cuando la deuda soberana supera el 60% del Producto Interno Bruto (PIB) del país —como lo ha hecho en los últimos años—, las remuneraciones del sector público no pueden recibir incrementos por costo de vida en el salario base, ni en los demás incentivos salariales. Dada esta regla, los ingresos están congelados desde el 2022.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), el sector público representa alrededor de un 17% de los trabajadores del país.
Diferencias con el sector privado
Las remuneraciones del sector privado, en cambio, sí han crecido a un ritmo mayor al de la inflación, por lo menos así lo muestran los datos del Banco Central. El índice de ingresos reales de los trabajadores privados ha crecido en un 17,55% desde febrero del 2020.
Además, lo ha hecho en todas sus calificaciones: la alta ha subido en un 16,74%, la media en un 7,27% y la baja en un 13,66%.
“Esto indica, por un lado, el buen desempeño de la economía, que permitió una aceleración en el ritmo de crecimiento de los ingresos del sector privado y, por otro, los efectos de la contención del gasto sobre la dinámica de las remuneraciones de los trabajadores del sector público”, se lee en el último Informe de Política Monetaria del BCCR.
Los funcionarios públicos, si bien son a quienes más se les han reducido los ingresos reales, también son las personas que, en promedio, reciben salarios más altos. Según datos del INEC, el ingreso promedio del sector público fue de ¢979.397 a enero de este año, número que duplica lo que promedia la fuerza privada (¢474.855).
Según un análisis realizado por El Financiero en octubre pasado, esos ¢979.397 alcanzarían para entrar en el 30% que más salario percibe en el país, con base en datos de la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS).