El bitcoin ha experimentado en 2025 uno de los años más volátiles de su historia, marcado por máximos históricos, caídas vertiginosas y una transformación fundamental en su base de inversionistas. Al 21 de noviembre, la criptomoneda más grande del mundo cotiza alrededor de $84.800, reflejando una caída del 9,2% desde el inicio del año.
El rally inicial y el máximo histórico
El año comenzó con optimismo moderado, con el bitcoin cotizando cerca de $93.500 el primer día de enero. Sin embargo, el verdadero impulso llegó con la toma de posesión presidencial de Donald Trump el 20 de enero, cuando la criptomoneda alcanzó un nuevo récord de $109.114. Este hito coincidió con las expectativas de políticas favorables hacia las criptomonedas por parte de la nueva administración, incluyendo promesas de convertir a Estados Unidos en la “capital cripto del planeta”.
“La especulación de que las criptomonedas podrían declararse de interés nacional por Estados Unidos en la toma de posesión está impactando positivamente el precio de bitcoin”, señaló Gracy Chen, CEO del exchange de criptomonedas Bitget.
El momentum alcista continuó durante los primeros meses del año, impulsado principalmente por la demanda institucional sin precedentes. Los fondos cotizados en bolsa (ETF) de bitcoin registraron entradas masivas de capital, con figuras como BlackRock’s iShares Bitcoin Trust acumulando $177 millones en un solo día durante octubre. Para finales de septiembre.

La caída vertiginosa de octubre
El punto de inflexión llegó el 6 de octubre, cuando el bitcoin alcanzó su máximo histórico absoluto de $126.198. A partir de ese momento, la criptomoneda entró en una espiral descendente que borraría todas las ganancias del año. En apenas siete semanas, el bitcoin perdió aproximadamente 33% de su valor, cayendo a mínimos de siete meses cerca de $80.760 el 21 de noviembre.
Esta caída dramática eliminó millones de dólares de la capitalización total del mercado de criptomonedas. “El bitcoin ha luchado debido a la presión de venta de los poseedores de largo plazo que están tomando ganancias, junto con las incertidumbres en torno a la política de la Reserva Federal, las condiciones de liquidez y los factores macroeconómicos más amplios”, explicó O’Leary, jefe de mercados globales de Hashdex Asset Management.
Los factores detrás del desplome
Tres elementos principales convergieron para crear la tormenta perfecta que hundió los precios:
Presión de la Reserva Federal: El cambio hacia una postura más restrictiva por parte de la Fed fue determinante. Los funcionarios de la Reserva Federal adoptaron un tono menos favorable respecto a futuros recortes de tasas de interés, citando preocupaciones persistentes sobre la inflación. Este giro redujo las expectativas de un recorte de tasas en diciembre de apenas 30% a principios de noviembre. Las criptomonedas, consideradas activos de riesgo, sufren cuando los costos de oportunidad de mantener activos sin rendimiento aumentan.
Liquidaciones masivas: Los ETF de bitcoin experimentaron salidas récord en noviembre, con más de $3,79 mil millones en retiros. Solo el 14 de noviembre, estos fondos vieron salidas superiores a $1,1 mil millones, la segunda mayor salida diaria desde su debut. “El BTC se encuentra actualmente muy vulnerable y sesgado a la baja”, advirtió Sean Dawson, jefe de investigación de Derive.
Cambio estructural en la propiedad: El mercado experimentó una transferencia masiva de riqueza de los primeros inversores minoristas a inversores institucionales. Mientras las “ballenas” o poseedores de largo plazo realizaban ganancias, las instituciones absorbían esa presión vendedora, pero no al ritmo suficiente para sostener los precios durante la corrección.
Institucionalización acelerada
A pesar de la volatilidad, 2025 marcó un hito en la adopción institucional del bitcoin. Para octubre, los productos negociados en bolsa y empresas cotizadas habían adquirido colectivamente 944.330 BTC, aproximadamente 7,4 veces la nueva oferta de bitcoins minados durante el año.
El número de entidades rastreadas que poseen bitcoins se duplicó desde enero, pasando de aproximadamente 169 a 338 entidades para finales de septiembre, incluyendo 265 empresas públicas y privadas. Este cambio estructural representa una maduración del mercado, aunque también lo hace más sensible a las dinámicas macroeconómicas tradicionales.
Desafíos regulatorios y avances legislativos
El panorama regulatorio experimentó cambios significativos. Durante la llamada “Crypto Week”, el Congreso estadounidense aprobó tres proyectos de ley importantes: la Ley GENIUS, la Ley CLARITY y la Ley Anti-CBDC. La Ley GENIUS se convirtió en la primera legislación federal integral sobre criptomonedas en convertirse en ley, estableciendo un marco regulatorio para las stablecoins y requiriendo que los emisores obtengan una licencia federal o trabajen bajo un regulador estatal calificado.
“El 2025 está destinado a ser un año fundamental para la legislación de activos digitales”, afirmó el senador Bill Hagerty, describiendo los proyectos de ley como “vitales para garantizar que Estados Unidos esté a la vanguardia de la innovación en el espacio de activos digitales”.
Perspectivas hacia el cierre del año
Al 21 de noviembre, el mercado de opciones asignaba solo un 30% de probabilidad de que el bitcoin termine 2025 por encima de $100.000, mientras que la probabilidad de cerrar el año por debajo de $90.000 aumentó al 50%. El análisis técnico mostró que el bitcoin había caído por debajo de sus promedios móviles de 50 y 200 días, señalando una estructura bajista.
Sin embargo, algunas voces mantienen el optimismo. John Glover, director de inversiones de Ledn, sugirió que el bitcoin podría alcanzar $128.000 en los próximos meses si Trump cumple sus planes de flexibilizar la política regulatoria en torno a los activos digitales.
El viernes 21 de noviembre trajo un rayo de esperanza cuando John Williams, presidente de la Reserva Federal de Nueva York, indicó que aún hay espacio para ajustar la política en el corto plazo, poniendo nuevamente sobre la mesa un posible recorte de tasas en diciembre. Este comentario elevó las probabilidades de un recorte al 70%, desde apenas 39% un día antes, ayudando al bitcoin a recuperarse por encima de $84.000 desde su mínimo matutino por debajo de $81.000.
Un año de transformación
El desempeño del bitcoin en 2025 hasta el 21 de noviembre ilustra la creciente maduración del mercado cripto, pero también su persistente vulnerabilidad a factores macroeconómicos. La transformación de un activo dominado por inversores minoristas a uno cada vez más controlado por instituciones representa un cambio fundamental que podría reducir la volatilidad a largo plazo, aunque en el corto plazo ha expuesto a la criptomoneda a nuevas presiones relacionadas con políticas monetarias y apetito de riesgo global.
“Juntos, estos datos sugieren una transferencia estructural del suministro de bitcoins de los poseedores de largo plazo a las instituciones que están iniciando posiciones en una nueva clase de activo”, concluyó el análisis de ARK Investment Management. La pregunta que queda para el cierre del año es si esta base institucional será suficiente para estabilizar los precios o si el mercado enfrentará nuevas presiones a la baja antes de establecer un piso sólido para 2026.
