La mayoría de los usuarios disfrutará de una rebaja pero más de 800.000 sufrirán un aumento, con el nuevo ajuste en el precio de los combustibles aprobado por la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep).
Estos empezarán a regir en el transcurso de la próxima semana, al día siguiente de su publicación en el diario oficial La Gaceta.
Después de haber hecho el usual proceso de consulta pública, la entidad aprobó el ajuste que se realiza con base en los costos de compra en que incurre la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope) para cada uno de los productos terminados que importa.
La evolución del precio internacional de cada producto, así como el tipo de cambio son los dos factores que determinan los ajustes que corresponde aplicar, según la información divulgada por la institución el 30 de mayo.

El ajuste permitirá la rebaja en el precio del diésel y de las gasolinas. De hecho, el mayor ahorro lo experimentarán los usuarios de gasolina regular, que pasará de ¢677 a ¢643 por litro, para una diferencia de ¢34, mientras que la gasolina súper costará ¢665, ¢27 menos que ahora.
Por su parte, el litro de diésel pasará a costar ¢665, lo que implica una rebaja de ¢15 con respecto al precio actual.
Quienes sufrirán un aumento de precio serán los consumidores que utilizan gas, pues el cilindro de 25 libras costará ¢7460; es decir, ¢71 más de lo que pagan actualmente.
En el siguiente cuadro se detalla el ajuste aprobado, correspondiente al mes de mayo, para los combustibles de mayor consumo en el país:
Beneficiados vs. afectados
Según datos de la Aresep, la rebaja en el precio de los hidrocarburos líquidos (gasolinas y diésel) beneficiará a 1.9 millones de usuarios; es decir, todos los propietarios de vehículos, destinados al transporte público y privado, que se abastecen en las 419 estaciones de servicio activas en el país.
Mientras tanto, el aumento en el precio de gas afecta a unos 800.000 usuarios, lo que representa alrededor del 49% de los hogares costarricenses y pequeños comercios, como es el caso de las sodas, que utilizan el gas principalmente para la preparación de alimentos.
El sector residencial consume alrededor del 35% del total de gas que se distribuye en el país, mientras que el 65% es consumido por los sectores productivos: industria, comercio y servicios.
“Si bien los mercados energéticos internacionales continúan registrando una alta volatilidad en el corto plazo, destacan dos eventos que incidieron de manera directa en la evolución de los combustibles: por un lado, el hecho de que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP+) haya incrementado los niveles de producción de crudo, decisión que presionó a la baja los precios internacionales ante la expectativa de una mayor disponibilidad (oferta) de petróleo en el corto y mediano plazo; así como el comportamiento diferenciado de los inventarios en Estados Unidos de los productos terminados de mayor consumo en Costa Rica”, explicó el intendente de Energía, Mario Mora, mediante un comunicado.
La Autoridad Reguladora ya inició el trámite de publicación en el diario oficial La Gaceta para oficializar el ajuste.