Moody’s Local, la calificadora de riesgo doméstica para Latinoamérica de la firma Moody’s, inició operaciones en Centroamérica y República Dominicana gracias a la compra de una empresa costarricense: SCRriesgo (SCR). Dicha compra se anunció a del 2023, pero no se concretó la transición hasta noviembre pasado, cuando adoptó formalmente el nombre de la firma internacional.
El Financiero conversó con Renzo Barbieri, gerente regional, y Erick Campos, gerente general, ambos de Moody’s Local Centroamérica, para conocer más sobre cuáles son los mercados con mayor potencial, sus perspectivas de la región y retos para Costa Rica, entre otros temas.
A continuación, un extracto de la conversación:
El crecimiento potencial de las operaciones de una calificadora de riesgo está muy vinculado al crecimiento del mercado financiero y de valores del país en el que operan, ¿han visto alguna mejora en el mercado costarricense desde el anuncio de la compra de SCR o han sido años de estancamiento?
Erick Campos (EC): No me gustaría usar la palabra estancamiento. Aunque los mercados centroamericanos en el tema de valores no han sido fáciles de desarrollar, creo que ha habido iniciativas interesantes de diferente naturaleza en cada uno de los países con miras a fortalecer el mercado. Te podría decir que, en el caso de Costa Rica, las entidades bancarias son muy activas, también tenemos una industria de fondos de inversión muy interesante que también es sujeto de calificación.
No puedo negar que sería deseable tener participación de emisores corporativos no financieros. Ahí yo creo que sí hay que reconocer que hay un espacio para crecer, pero estas son cosas de largo aliento. Estoy seguro que vamos a ver cada vez más emisores yendo a los mercados locales.
¿Cuáles países de Centroamérica ven con un potencial de crecimiento más interesante?
EC: Panamá es un país que no solamente tiene un potencial, sino que los últimos años ha tenido un crecimiento en el tema de colocaciones de valores muy interesante. Además, la bolsa de Panamá está desarrollando la posibilidad de que más emisores de otros países vayan a listar sus emisiones directamente en Panamá con la posibilidad de que inversionistas en otras jurisdicciones puedan adquirir valores directamente colocados allí.
Panamá es el más interesante, pero yo después también destacaría un poquito a Costa Rica y El Salvador como los otros países de la región. Creo que República Dominicana también es un mercado muy interesante en el tema de valores.
¿Cuáles son los cambios que necesita Costa Rica para que se posicione como un mercado con mayor potencial de crecimiento?
EC: Creo que mucho de lo que pasa en Costa Rica y Centroamérica tal vez tiene que ver con el tamaño de nuestras operaciones. El ir a los mercados de valores requiere algún tipo de exigencias importantes y de orden en las compañías que van a pedir prestado a través de este mecanismo. A veces nos juega un poquito en contra el tamaño de nuestras empresas, la profundización de mejoras a nivel de gobierno corporativo.
Para acceder al mercado de valores hay varias barreras: está la monetaria, costos, comisiones, pero también hay otra barrera, más psicológica, que es la costumbre al financiamiento bancario. ¿Cuán grandes ve esas barreras?
EC: No creo que sea por el costo de la calificación de riesgo, por ejemplo, la razón por la cual una empresa no va a ir a la bolsa de valores. No creo que sea un tema de exigencias necesariamente monetarias.
Renzo Barbieri (RB): El mercado de valores es un complemento importante en el sistema financiero, primero que nada porque te da plazo. Los bancos, según las coyunturas, pueden estar abocados a financiar a corto plazo, mediano plazo y en algunas cosas muy puntuales, como vivienda, a largo plazo. Pero hay proyectos importantes, como pueden ser proyectos de infraestructura, carreteras, puertos, aeropuertos, que requieren de plazos largos para recuperar la inversión y que maduren.

EC: Eso que comenta Renzo me parece muy valioso porque en el caso de Costa Rica creo que hay oportunidades enormes en todo lo que tiene que ver infraestructura. Obviamente, se necesitan estructuradores que conozcan cómo armar estas cosas y llevarlas al mercado.
-Y también existen los fondos: hay inversionistas institucionales importantes en Costa Rica, por ejemplo, los fondos de pensiones, que tienen dinero que podría invertirse en infraestructura y generar réditos por los dos lados.
EC: Con todo el tema de los fondos generacionales hay una oportunidad para asumir un poquito más de plazo, un poquito más de riesgo, en el buen sentido. Entonces, con la cantidad de fondos de pensiones que hay en Costa Rica y con el volumen que manejan, hay capacidades interesantes de inversión; desafortunadamente tal vez no se han materializado como uno quisiera para la fecha.
-Costa Rica ha saneado un poco sus finanzas públicas en los últimos años, ¿cuáles son las expectativas que puede traer eso para el mercado del país?
EC: La calificación (soberana) de Costa Rica tocó fondo hace algún tiempo. Ha tenido una mejora de dos escalones y medio en los últimos años y actualmente está con perspectiva positiva. Todavía está teóricamente a un par de escalones y medio de ser grado de inversión. La principal debilidad de Costa Rica ha sido su desempeño fiscal, (aunque) se vio mejorado bastante con la entrada en vigencia de la Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas (9.635) a finales del 2018.
En los últimos tiempos pareciera ser que se ha agotado el efecto de la mejora fiscal. Hay una carga fiscal pesada y una parte importantísima del presupuesto se va a pago de intereses. O sea, todavía hay una parte de la tarea que hay que hacer para aspirar a mejores calificaciones. Las mejores calificaciones son deseables, yo creo que no solo para el gobierno, porque las calificaciones guardan una relación con el costo de financiamiento que tiene el soberano, pero también con todos los participantes domésticos que acceden a los fondos a nivel internacional.

¿Tiene Costa Rica potencial en el mediano plazo para convertirse en un grado de inversión?
EC: Yo diría que sí. La calificación está en perspectiva positiva, si se materializa esa perspectiva, por ejemplo, ya le faltarían dos gradas. Son dos gradas normalmente duras de subir, no son tan sencillas y no solamente para Costa Rica, creo que, en general, para cualquier país de la región.
Costa Rica siempre ha tenido el potencial para ser grado de inversión porque tiene algunos temas estructurales muy sólidos. El tema ha sido la credibilidad de la política fiscal. Ese fue un tema medular antes de la aprobación de la reforma porque le había costado muchísimo al país ponerse de acuerdo a pesar de la interesante institucionalidad que tiene.
Moody’s anunció la compra de SCR en 2022, ¿qué les ha llamado la atención del mercado costarricense y centroamericano en estos años de experiencia desde la compra?
RB: Reconocemos la oportunidad que hay cuando ves a la región como un todo. Después de la pandemia vemos una recuperación de las economías de la región centroamericana y del Caribe. Es un crecimiento desigual, unos se recuperan más rápido y mejor que otros. Pero, en general, estamos viendo una recuperación. Por ejemplo, es importante un mercado de capitales como el dominicano, que está en plena recuperación. Estuvimos ahí en diciembre pasado y estamos viendo niveles de negociación y colocación récord.
A Centroamérica también hay que verla en conjunto, porque si bien está compuesta por varios países, el origen de sus capitales es muy parecido: es gente emprendedora, gente trabajadora, hay remesas. Entonces, nuestra labor es acompañar a los emisores brindándoles una opinión que tiene que ser una profesional, independiente y oportuna.
¿Tienen planes de expansión?
RB: Seguiremos creciendo, eso es lo que te puedo decir.