Los ahorrantes afectados por la debacle de la financiera Desyfin, que fue intervenida y declarada inviable en 2024, recibirán la devolución de sus recursos por un total de ₡63.839 millones a partir del 18 de agosto, según lo dio a conocer este 1º de julio la Administración de la Resolución.
Las gestiones realizadas para recuperar fondos de la financiera permitirán devolver el 100% de sus recursos a 2.989 personas con depósitos garantizados hasta por ₡6 millones (74% de los ahorrantes de la entidad) este 18 de agosto.
En el caso de los 1.031 depositantes con ahorros superiores a los ₡6 millones (26% restante), el 22 de agosto se les devolverá el 48,97% de sus depósitos sobre el exceso de ese monto. La expectativa es poder aumentar ese porcentaje en una próxima entrega, que debería realizarse a más tardar el 9 de octubre.
Según Marianne Kött, resolutora de la financiera, la devolución será posible gracias a la venta de activos de la financiera y a inversiones realizadas mediante la Sociedad Administradora de Fondos de Inversión (SAFI) del Banco Popular y del Instituto Nacional de Seguros (INS), así como en instrumentos del mercado integrado de liquidez del Banco Central de Costa Rica (BCCR).
Al mes de mayo se había logrado recuperar un monto de $29,59 millones mediante el pago anticipado de créditos y se habían realizado inversiones por un total de ₡74.328 millones.
Kött detalló que el nivel de activos la financiera era de ₡176.611 millones y un 39% se utilizará para realizar el pago a los ahorrantes.
A diferencia de lo sucedido en el caso de Coopeservidores, en esta oportunidad se descartó transferir el “banco bueno” hacia otra entidad financiera. Si bien 35 entidades fueron invitadas y 11 manifestaron interés, la única oferta recibida presentó elementos técnicos y legales que no estaban alineados con los objetivos del proceso de resolución.
Kött afirmó que ya hay una entidad interesada en administrar la masa residual por medio de un fideicomiso.
También se descartó la posibilidad de utilizar el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD), un patrimonio autónomo creado mediante la ley de resolución bancaria (N° 9816) con el fin de garantizar, hasta cierto límite, los depósitos que las personas físicas y jurídicas mantengan en las entidades contribuyentes cuando son intervenidas.
“Según lo dispuesto en la legislación, el Fondo solo se usa cuando no hay liquidez suficiente para cubrir el pago a los clientes garantizados, pero en este caso será posible cubrirlo a partir de lo logrado con las gestiones de recuperación”, explicó Kött.
Operativa de pago
La devolución de los depósitos garantizados se realizará únicamente en colones, de conformidad con lo dispuesto en la Ley 9816, mientras que el monto que corresponda sobre el exceso de los ₡6 millones se pagará en la moneda en la que el ahorrante tenga los recursos, sea en colones, dólares o ambas.
Para concretar dicho pago, es necesario que cada depositante formalice las cuentas IBAN de su preferencia ante la Resolución, entre el 1 al 11 de julio. Este trámite es exclusivamente personal y se podrá hacer de dos formas:
1. Gestión virtual. Únicamente a través del formulario habilitado en el sitio web oficial de la Financiera www.desyfin.fi.cr, en donde se publicarán los requisitos de formalización de las cuentas IBAN. Para este trámite se requiere contar con un certificado de firma digital.
2. Gestión presencial. En las oficinas centrales de la Financiera, ubicadas en el Centro 27 en Guachipelín de Escazú, de lunes a viernes en horario de 8:00 a.m. a 4:00 p.m. Además, se contará con notario público para autenticar las firmas en los formularios físicos, sin costo para el ahorrante, provisto por la Resolución los días 3, 8 y 10 de julio, de 10:00 a.m. a 4:00 p.m.
Los antecedentes
Desyfin S.A inició operaciones en 1991 y se enfocó principalmente en el financiamiento de pequeñas y medianas empresas. Con el tiempo llegó a convertirse en la entidad financiera no bancaria supervisada más grande de Costa Rica, por activos totales.

Según datos de la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef), sus activos alcanzaron la cifra de ¢166.868 millones en agosto de 2023. Además, contaba con unos 4.200 depositantes.
Sin embargo, ya a finales de ese año existían señales de lo que sería su debacle, pues la entidad cerró el 2023 con pérdidas que ascendieron a los ¢1.141,5 millones.
El 13 de agosto de 2024, el Consejo Nacional de Supervisión del Sistema Financiero (Conassif) anunció la intervención de la entidad. Entre las razones, se señaló la subvaluación de un 20% de su cartera crediticia, una débil gestión de riesgos, actuaciones contrarias a las disposiciones regulatorias vigentes y registros incorrectos de gastos e ingresos.
Al concluir la intervención, en octubre del año pasado, el Conassif declaró que Desyfin era inviable financieramente y ordenó su proceso de resolución. Este mecanismo busca concluir de manera ordenada las operaciones de la institución para proteger la estabilidad del sistema y los ahorros del público.
La interventoría, encabezada por Marianne Kött, encontró pérdidas por ₡21.968 millones a agosto del 2024, derivadas de ajustes en la información financiera y contable, así como una pérdida de la totalidad del patrimonio.
El Conassif y la Sugef aplicaron el modelo de resolución de separar los activos y pasivos en dos grupos: el “banco bueno”, con elementos sanos y transferibles a otra entidad, y el “banco malo”, conformado por la cartera incobrable o deteriorada.
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El pasado 13 de junio, el Conassif aprobó el mecanismo que permitirá devolver el 100% de sus recursos a las personas con depósitos garantizados hasta por ₡6 millones.
La resolución avanza en la negociación para la venta directa de cartera crediticia y bienes, con el fin de realizar posibles devoluciones adicionales antes del inicio del proceso concursal, que está previsto para el próximo 9 de octubre.