En el 2020 y por primera vez en la historia reciente, una pandemia genera problemas para la sostenibilidad económica y retos significativos para el sistema financiero nacional (SNF).
Tanto supervisores como participantes del mercado tomaron medidas extraordinarias con la expectativa de que la crisis sanitaria tardaría un máximo de cuatro meses.
Casi un año después el futuro sigue incierto, y el camino que adopta el Consejo Nacional de Supervisión del Sistema Financiero (Conassif) es mantener la flexibilización de normativas pero advertir que no será por siempre, por lo que es momento tomar acción sobre quienes no vayan a salir de la crisis.
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El mensaje de este ente según su presidente Alberto Dent es que por el momento se mantienen las normas, pero se deben buscar solvencia para los clientes lo antes posible.
Dent conversó con EF. A continuación, un extracto de la entrevista:
¿Eran necesarias las medidas en ese momento y su ampliación hasta por un año?
Bueno, en ese momento nos encontrábamos ante una situación muy complicada. Realmente yo tengo muchos años de trabajar en esto y nunca me había tocado algo de esta naturaleza.
Lo que decidimos fue hacer una investigación a nivel mundial de qué estaban haciendo las otras superintendencias a nivel mundial. Entonces llegamos a varias conclusiones. De hecho, el decreto de emergencia se dio el 21 de marzo y el 23 pusimos nosotros la primera medida.
Primero, la cartera principal de un banco es la de crédito. El crédito tiene una calificación de calidad y esa calificación de calidad lo que hace es solicitarle a los bancos hacer una provisión auxiliar.
Si la calificación es A, la mejor de todas, la entidad tiene que hacer una provisión menor, pero si la calificación es E, es la peor de todas, entonces tiene que hacer una provisión de casi el 100%.
Entonces lo que hicimos fue decirles: vamos a ser un poco más flexibles en cuanto a la forma en cómo usted va a revisar a sus clientes.
Usted revisa a sus clientes y les hace todo tipo de pruebas, de calidad, de capacidad de pago y de diferentes cuestiones, pero mientras estamos en esta crisis usted va a revisarlo con la calidad anterior a la crisis.
En ese momento no sabíamos exactamente cuánto tiempo iba a durar la crisis. Nos metimos a revisar la normativa 1-05, que es la que regula toda la cuestión y vemos una serie de cosas relativamente estrictas que hemos utilizado a través de los años.
Fuimos flexibilizándolas poco a poco para darle campo a los bancos para poder atender a sus clientes.
Luego hay una parte en la 1-05 que dice pueden hacer una reestructuración cada dos años, la pasamos a tres y luego a todos los días.
La otra que abrimos es darle la oportunidad a los clientes de que puedan tener un período de gracia mayor al que tradicionalmente se da.
¿Para qué? Bueno, para patear la bola para adelante y permitirles ajustarse a una situación que no sabíamos cómo iba a terminar.
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Todo ese tipo de medidas las fuimos acumulando hasta que llegamos en un momento donde vimos que había un plazo en donde esas medidas iban a vencer hasta que dijimos ‘hay todavía un nivel de incertidumbre muy grande, pero ya afortunadamente estamos ante la presencia de una vacuna, el sector turismo no se ha recuperado del todo, entonces extendamos esto hasta finales del 2021′.
Lo anterior a sabiendas de que las medidas que tomamos realmente van a tener casi dos años de vigencia pero bajo el entendido de que podemos negociarlas en cualquier momento del año.
¿Qué los motiva en noviembre a echar para atrás con la normativa de prórrogas y calificación de deudores? ¿Era necesario?
No echamos para atrás, en el mes de octubre comenzamos a discutir que nos asustaba un poquitito no tener una consciencia clara de qué estaba sucediendo con las carteras de los bancos. No queríamos llevarnos una sorpresa y encontrarnos que un banco tuviera el 50% de los clientes morosos y que el banco estaba en quiebra.
Entonces lo que hicimos fue decirles ‘comience a valorar la cartera que tiene. Comience a ver hacia donde va el análisis de capacidad de pago del cliente y dígame cómo está la situación’.
Ahí, sí tal vez en ese momento se nos fue un poquito la mano. Nos sentamos con los bancos a conversar, les dijimos vamos a hacer una variación adicional y creemos que vale la pena que la hagamos en forma permanente.
La variación es la siguiente, siéntese usted con su cliente vea que está haciendo el cliente con los otros bancos y se coloca la misma calificación del sistema. Pero agregamos una cláusula que explica que si el cliente que tiene está a moroso con otros bancos, la calificación se mantiene pero solo debe hacer la provisión de un 5%.
Estamos abriendo la puerta para reconocer la calificación del cliente en todo el sistema. Pero cambiamos la forma de provisiones.
Hemos tenido constante comunicación con las entidades financieras para escuchar opiniones y hacer cambios de acuerdo a las necesidades de ellos.
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¿Cómo ha cambiado el análisis que hace Conassif desde el inicio de la pandemia hasta hoy?
Se lo dije a los bancos desde el inicio en las reuniones que hemos tenido, tanto con la Asociación Bancaria como con la Cámara de Bancos. Les dije ‘tome en consideración que las medidas que han tomado son debido a las características atípicas de la crisis’; en momentos normales y generales estas medidas serían tomadas sobre mi cadáver.
Les dijimos ‘disfrútelo en este momento porque esto es una vacación normativa para ayudarle a los bancos y que se vea reflejado en los clientes’.
- ¿Y no temen que después de esta ‘vacación’ se venga una especie de colapso del sistema financiero nacional?
No. Precisamente por eso fue que les dijimos a los bancos ‘levante usted todos los manteles y levante todas las cuestiones para que usted esté claro cuál es la situación de sus clientes’.
Le dijimos ‘vamos a ayudarle a usted banco para que pueda hacer provisiones que le ayuden a ir limpiando la parte mala de la cartera’.
Teníamos unas reservas que veníamos haciendo con las provisiones contracíclicas, que eran simplemente unas reuniones numéricas que se estaban haciendo y que representa un montón de plata y les permitimos usar esas provisiones contracíclicas para amortizar la cartera mala y pasarlas a las provisiones.
También les aseguramos que en el año —si es necesario— podrán flexibilizar de la suficiencia patrimonial por debajo del 8% sin que tenga que ser intervenido.
¿Durante este 2021 la banca tendrá un espacio libre para renegociar condiciones con sus clientes?
Esa es la idea. Para que se puedan sentar y ser abiertos con el cliente y así tener todo tipo de facilidades para decirle ‘le voy a reestructurar y si en alguna forma se equivocaron, que lo vuelvan a reestructurar’. Que le puedan dar capital de trabajo con periodos de gracia más grande y podemos ayudar en ese sentido.
Creo que tenemos una visión bastante más clara hoy que la que teníamos en marzo del año pasado. O sea, sabemos hoy mucho más de lo que tenemos en frente, ahora deberíamos estar en capacidad de sentarnos con la clientela.
Pero sí les advertimos, que vayan negociando con la clientela de una vez para tratar de arreglar el problema lo antes posible. Ya deberíamos estar en capacidad de ver la parte realista de la situación y preguntarle cómo lo va a resolver.
Desde el 2018 el crédito venía en desaceleración, ahora cae en pandemia aún más. ¿Qué tanto les afecta a las entidades las medidas tomadas por Conassif y el BCCR en el proceso de dinamizar el crédito? ¿Qué puede ayudar a las entidades a dinamizar el crédito?
Depende mucho del sector donde la persona esté involucrada.
Hay sectores que se están viendo beneficiados en este momento, o que están viendo algún tipo de recuperación pero también hay sectores que no están al nivel que ellos quisieran.
Lo que nosotros hemos querido como reguladores, es sentarnos a ver la parte de no poner obstáculos para que puedan asistir a la gente a medida que la economía vaya levantando en cada uno los diferentes sectores.
¿Cómo está en este momento la liquidez y la suficiencia patrimonial?
Con el tema de la liquidez nosotros le pasamos una autorización a la Sugef (Superintendencia General de Entidades Financieras) para que con un lineamiento se pudiera flexibilizar un poquito los cargos de liquidez si fueran necesarios. Hasta el momento no ha sido necesario.
La suficiencia patrimonial siempre la vemos nosotros y se la pedimos a todos los bancos por meses para saber exactamente qué es lo que está pasando. Hay demasiadas políticas y cada entidad tiene la suya.
La suficiencia patrimonial de un banco siempre es un indicador muy importante pues nos permite ver cuál es la capacidad de un banco para hacerle frente a las posibles pérdidas con su capital y no con los ahorros de los clientes.
Con este indicador les dijimos a los bancos que si tienen que darse pérdidas importantes de su cartera, les bajamos el canon de irregularidad. Lo bajamos, el límite que casi siempre es del 8% al 10%, lo bajamos al 6% para que no se engañaran a sí mismos ni a nosotros.
Vimos índices de morosidad bastante estables en las instituciones. ¿Qué papel juegan las medidas de Conassif en este indicador? ¿Vamos a ver un efecto tardío en el 2021?
No lo creo. Le hemos dicho a los bancos que si bien están haciendo readecuaciones tenga claridad en lo que es el efecto de la morosidad. Hemos visto el incremento en la morosidad, pero bastante manejable todavía. Y creemos que los bancos deberían estar en capacidad de hacerle frente.
La liquidez y la morosidad son indicadores sumamente importantes.
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La pandemia cambió la costumbre de los clientes. En algún momento nos encontramos con que los bancos estaban sentados con un montón de dinero.
Las personas habían pasado el dinero de certificados de depósito plazo a cuenta corriente. Esta cantidad les podía comprometer calce de plazos como con la cartera de préstamos de clientes lo que los obligó a moverse sobre este dinero.
¿Está bajo presión el sistema financiero?
Yo diría que a nivel mundial sí estamos bajo presión. Esta pandemia ha tenido impactos más altos o bajos en mundo entero.