Consumidores se mantienen negativos en cuanto a política económica y capacidad de compra.
La reapertura controlada y regulada, el fomento del turismo, la menor restricción vehicular sanitaria son algunas de las medidas que promovieron un incremento de la confianza en 8,4 puntos.
El Índice de Confianza del Consumidor (ICC) pasó de 28,3 puntos en la medición de agosto a 34,8 puntos en la de noviembre, lo que significa un repunte 6,5 puntos del indicador.
La conclusión de estos resultados muestra un desplome en la confianza hacia la labor del Gobierno y expectativas de crecimiento en problemas estructurales como el desempleo y la pobreza.
¿Es un buen momento para comprar artículos para el hogar? La proporción de opiniones negativas creció de 63,3% en febrero a 82,9% en mayo, esta última cifra es la más alta registrada en todas las encuestas.
La pandemia trajo fuertes repercusiones para el comercio mundial de mercancías, los mercados se han visto afectados de diferentes maneras y la disminución de las exportaciones encarece los servicios de logística, transporte y tramitología.
Los resultados del índice permiten afirmar que los consumidores perciben menos pesimismo hacia la economía en comparación con un semestre atrás.
Por cada consumidor pesimista, hay tres pesimistas, pero la cifra era más alarmante hace tres meses.
La confianza de los consumidores en la economía nacional experimenta pesimismo, a pesar de que en febrero había mejorado.
La medición, determinada por el Índice de Confianza de los Consumidores (ICC) de la Escuela de Estadística de la Universidad de Costa Rica, registró un incremento de 6,6 puntos, una diferencia calificada como significativa con respecto al año previo.