Piense en cómo conectar su experiencia e intereses con lo que la empresa está buscando.
Cuando estamos inspirados, vemos nuevas posibilidades, estamos receptivos a influencias externas y nos sentimos energizados y motivados.
Algunas personas quieren cambios, otras no, y algunas simplemente no están preparadas para esperar los resultados. Cuando los líderes inician este viaje, ¿cómo saber qué hacer, cuándo hacerlo, a quién escuchar y cómo manejar a los críticos?
Los ejecutivos deben equilibrar constantemente las demandas a corto y largo plazo de sus negocios, pero puede ser difícil mantener el enfoque estratégico cuando enfrentas inquietudes inmediatas.
La mayoría de los líderes tienen fortalezas que los distinguen. Sin embargo, esas características pueden tener sus desventajas cuando las utilizan demasiado.
Las compañías que ofrecen buenos empleos hoy lo hacen combinando la inversión en las personas con elecciones operacionales que incrementan la productividad y contribuciones de los empleados.
Descubrimos que el narcisismo y el maquiavelismo tienen un impacto negativo en la calidad de la relación entre los líderes y sus seguidores. En consecuencia, la calidad de esta relación afectó el desempeño de liderazgo.
Cuando una iniciativa de cambio choca contra una barricada, los líderes a menudo les recuerdan a las personas que “los cambios son difíciles”. Sin embargo, esa vieja imagen puede convertirse en una profecía que se cumpla a sí misma.
Los ejecutivos de alto nivel son víctimas de la sobrecarga de información y el exceso de dependencia en el pensamiento rápido.
Priorizar la civilidad puede llevar a grandes recompensas: Incrementa el desempeño y la creatividad, ayuda a las organizaciones a detectar errores a tiempo y reduce el agotamiento emocional.