Las personas que fallecen pueden seguir ‘vivas’ en el ámbito virtual si no se realiza un legado digital o no se informa y certifica sobre su deceso a las plataformas de las que somos usuarios, lo que podría implicar riesgos informáticos
Las personas que fallecen pueden seguir ‘vivas’ en el ámbito virtual si no se realiza un legado digital o no se informa y certifica sobre su deceso a las plataformas de las que somos usuarios, lo que podría implicar riesgos informáticos