Mujeres del sector informal llegaron a perder un 43,74% de los puestos de trabajo durante la pandemia.
Estudios, especialistas y directoras de firmas como Intel señalan beneficios en productividad, rentabilidad e ingresos con la diversidad y equidad de género.
La diversidad, la equidad y la igualdad deben darse en todos los niveles y exigen la implementación de políticas, medidas, campañas y acciones internas
Las acciones para potenciar el liderazgo femenino se han convertido en un reto mayor debido a que la mayoría de mujeres trabajan en áreas golpeadas por las restricciones sanitarias para contener el virus.
La entrada en vigor de una vanguardista ley en Islandia, sobre igualdad salarial entre hombres y mujeres acerca al país nórdico a la paridad, aunque su implementación esté llevando más tiempo de lo previsto.
Organizaciones enfrentarán dificultades para cumplir metas en equidad de género.
Pandemia afectó más el trabajo femenino y la recuperación de este talento dependerá en buena parte del compromiso de las compañías con el cierre de brechas de género, aunque estas también enfrentan limitaciones.
Si ya sabemos que la virtualidad funciona, por qué no dar un paso más y permitir que la jornada sea la que requiera la persona para el cumplimiento de sus tareas con justo equilibrio para ella.
Los investigadores tienen distintas ideas de por qué la división de labores en casa ha cambiado de manera tan lenta, a pesar de los beneficios que han obtenido las mujeres en otros aspectos. Una de las explicaciones más sencillas es que los hombres quizá se sientan felices de tener una pareja que aporte dinero, pero no de hacer más quehaceres ellos.
Aunque las compañías entienden por qué necesitan tener una fuerza laboral más diversa, muchas no están seguras de cómo lograrlo.