La inflación mundial debería alcanzar un pico en los últimos meses de 2021 en los países desarrollados y en los emergentes, antes de estabilizarse para mediados del año próximo.
Las expectativas de que la vacunación logre controlar la pandemia y los planes de estímulo llevaron al FMI a mejorar sus perspectivas para crecimiento económico global en 2021.
Para Pierre Dockes, países como India o Brasil podrían observar un parón en el avance del nivel de vida de sus clases medias con respecto a las de los países occidentales.
Los economistas quieren que los gobiernos tomen cartas y ofrezcan préstamos a las empresas y ayuda a los trabajadores que pasan penurias, sobre todo aquellos que no tienen días de enfermedad pagos. También piden más acceso a exámenes para detectar el virus y otras medidas.
Más de 8.000 noches en hoteles y 50 convenciones han sido canceladas en la primera semana del virus en suelo nacional, mientras que las estimaciones del Instituto Costarricense de Turismo (ICT), es que el peso principal sobre el sector, se sentirá en los próximos tres meses.
El G7 “está dispuesto a tomar medidas, inclusive medidas fiscales de ser apropiado, para ayudar en la respuesta al virus y apoyar a la economía”, anunció la agrupación en un comunicado.
La propagación del nuevo coronavirus en China, segunda economía del planeta, podría frenar un poco más el crecimiento económico mundial, ya debilitado, apuntan los expertos.
Felizmente, nos hallamos en un momento en que es posible tomar medidas para evitar que el peor escenario se convierta en una realidad ineludible. Ojalá me equivoque respecto de la actual parálisis política. Mientras estamos a tiempo, hay un chance de que las autoridades sigan el consejo que dio la entonces directora gerente del FMI Christine Lagarde en octubre de 2017: hay que reparar el tejado mientras hay sol.
Las finanzas mundiales están profundamente trastornadas tras años de generosidad de los grandes bancos centrales. De ser vigilantes lejanos, estos últimos se convirtieron, a menudo a su pesar, en pilotos omnipresentes de la coyuntura.
Debemos disfrutar las grandes ganancias que nos ofrece el mercado por ahora porque, en esencia, presagian que se avecina una década de economía sombría, aunque quizá no desastrosa.