Ni el voto, ni la ideología, ni las actitudes democráticas confirman el mito preelectoral de que el joven costarricense es progresista. Los jóvenes son tan diversos —y a menudo tan conservadores— como el resto de la población
Ni el voto, ni la ideología, ni las actitudes democráticas confirman el mito preelectoral de que el joven costarricense es progresista. Los jóvenes son tan diversos —y a menudo tan conservadores— como el resto de la población