Impulsar las energías renovables, ofrecer medicamentos más baratos y gravar a las grandes empresas son los principales ingredientes del plan de inversiones de Joe Biden, adoptado el viernes 12 de agosto por el Congreso estadounidense.
Con la aprobación de la ley cada estadounidense recibirá hasta $7.500 en créditos fiscales por la compra de un coche eléctrico y la instalación de placas solares en los techos será rembolsada en 30%.
América Latina y el Caribe están en una situación casi “crítica” e “irreversible” por el cambio climático, según un informe de la Organización Meteorológica Mundial.
Costa Rica ya resguardó en este banco semillas de ayote, maíz, frijoles, tomate, papa y arroz silvestre para que, en caso de una catástrofe climática o enfermedades por el cambio climático, puedan ser recuperadas.
Los países en desarrollo quieren un fondo específico para ayudar a los que tienen menos responsabilidad en el cambio climático para enfrentar su impacto.
Cinco grandes petroleras europeas decidieron, este año, someter espontáneamente su política climática a una votación consultiva de su asamblea general.
Las reservas de hidrocarburos corren el riesgo de dejar de ser utilizadas porque la demanda va a bajar en el futuro para limitar las emisiones de gas de efecto invernadero. Otras reservas serán demasiado caras para ser explotadas frente a unos precios a la baja.
Los bancos de todo el mundo pueden y deben amplificar y acelerar la transición verde. Los gobiernos por sí solos no tienen los recursos para pagar el cambio a emisiones netas cero.
Los ganaderos holandeses se ven empujados contra la pared por su propio gobierno, que les hace elegir entre hacer sus granjas más benignas para el medioambiente o cambiar sus trabajos.
Tras un cuarto de siglo de conferencias sobre el cambio climático, la cita de Glasgow (COP26) en 2021 dejó un regusto agridulce y demostró que grandes contaminadores como China o India no están dispuestos a renunciar a su soberanía energética.