Aunque las personas asalariadas aportan un 4,25% de sus ingresos al ROP, este régimen puede robustecerse con depósitos extraordinarios que colaborarán a construir un mayor acumulado para la etapa de jubilación.

La posibilidad para la población migrante de acceder al servicio de salud pública que ofrece la CCSS, así como optar eventualmente por una pensión por invalidez, vejez y muerte constituye un beneficio importante.

El paseo transitorio por el Banco Popular de los fondos que van al ROP pudo tener alguna justificación en ese contexto, pero no la tiene hoy.