La inteligencia artificial fomenta una mejora en la gestión de las compañías e incrementa los niveles de competitividad y eficiencia.
En el país poco más de la mitad de los trabajos que se encuentran en alto nivel de riesgo frente a las máquinas están en el sector informal, un segmento ampliamente desprotegido y expuesto ante los shocks de la economía.
Un estudio de Academia de Centroamérica detectó que 171.000 peones agrícolas y de construcción podrían ser reemplazados por máquinas, seguidos de choferes de taxis, guardas de seguridad, secretarios, oficinistas y meseros. La investigación tomó como base 116 ocupaciones con mayor probabilidad de ser sustituidas en el futuro.
Si usted labora en el sector privado y en actividades informales enfocadas en comercio o servicios debe estar alerta pues su perfil laboral está entre los más amenazados por la automatización en Costa Rica, de acuerdo con un estudio publicado por la Academia de Centroamérica.
La economía digital representa un nuevo desafío para las agencias reguladoras, por la tendencia verificada entre las empresas que logran una ventaja a convertirse en monopolios o gigantes con diversas áreas de actuación.
La realidad es que actualmente las aplicaciones de aprendizaje automatizado pueden realizar algunas de las cosas que hacen los doctores, pero en el futuro previsible no serán capaces de reemplazar la mayoría de las labores que estos llevan a cabo.
Actualmente, todos los fabricantes de dispositivos se están enfocando en los algoritmos, la inteligencia artificial y los sensores especiales que en conjunto hacen que nuestras fotografías se vean más impresionantes.
Parte del problema es que esta tecnología no predice quién tendrá éxito en el rol, sino que muestra al empleador quién tiene más probabilidades de hacer clic en ese anuncio laboral.
Los algoritmos no son inherentemente negativos. Automatizar tareas transaccionales y repetitivas debería liberar a las personas para realizar trabajos más interesantes y significativos.
Aunque la mayoría de los vendedores saben cuando un trato se ha perdido, muchas veces temen admitirlo, así que se aferran a la esperanza. Esto infla los datos del CRM.