La industria de semiconductores en Costa Rica volvió al centro del escenario nacional desde el 2023 cuando el gobierno de Estados Unidos (EE. UU.) calificó al país como un lugar seguro para invertir en la producción de microprocesadores.
Pero los anuncios oficiales de inversiones ligadas a esa industria mermaron en los últimos meses a nivel local. Esa desaceleración coincide con las elecciones presidenciales estadounidenses, la incertidumbre empresarial ante las políticas de Donald Trump, quien relevó a Joe Biden en la Casa Blanca este 20 de enero, y las crecientes tensiones entre EE. UU. y China, marcadas por restricciones mutuas para ganar dominio en el sector de los chips.
“Con respecto a las medidas y restricciones que ha emitido EE. UU. relacionadas a la industria de semiconductores, nos encontramos a la espera de la toma de poder del presidente Trump, y de las decisiones que se tomen a partir del próximo lunes (20 de enero) sobre este tema”, expresó Manuel Tovar, ministro de Comercio Exterior (Comex).
Los últimos días del mandato de Biden estuvieron marcados por un aumento de requisitos a las exportaciones de semiconductores para computación avanzada y restricciones a las exportaciones de chips destinados a la Inteligencia Artificial (IA). China, por otra parte, prohibió la exportación de minerales raros a EE. UU., lo cual afecta la cadena de suministro de los microprocesadores.
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Vanessa Gibson, directora de clima de inversión en la Agencia Costarricense de Promoción de Inversiones (Cinde), comentó que es importante que “Costa Rica fortalezca la formación de talento especializado” para que, de esa manera, se pueda “potencializar la atracción de nuevas empresas” en medio de la transición que ocurrirá en la Casa Blanca.
Semiconductores en tensión
Las tensiones entre Washington y Pekín no son nuevas, y mucho menos en el tema tecnológico. Desde que Biden promulgó la Chips and Science Act (Chips Act) quedó claro el objetivo: atraer la fabricación de semiconductores al Hemisferio Occidental.
Dicha ley contempla un incentivo por $500 millones para proyectos internacionales de microprocesadores en la región. La distribución de ese monto se otorga a empresas e iniciativas que se instalen en los países socios de EE. UU., razón por la que Costa Rica creó una Hoja de Ruta enfocada en talento, incentivos, atracción de inversión y mejora regulatoria.
Para Gibson es clave que el país consolide su estrategia, ya que las empresas instaladas podrían sacar mayor ventaja de un talento mejor formado. Esas acciones provocarían el interés de más compañías de la industria por obtener los beneficios que ofrece el país.
Ese atractivo requiere de renovación cada vez que ingresa un nuevo actor. Con Trump a la cabeza, se desconoce de manera detallada el plan que aplicará en este tema, pero durante su campaña criticó la Chips Act al señalar que fue un “mal” acuerdo porque se podía haber aplicado aranceles a los semiconductores importados.
Mientras la industria se mantiene cautelosa en espera del actuar del republicano, EE. UU. le pone el acelerador a los subsidios y restricciones. De acuerdo con el medio británico, The Economist, los desembolsos del gobierno han aumentado en los últimos meses de manera que, cuando concluya la administración, “habrán otorgado casi $40.000 millones a los fabricantes de semiconductores en poco más de un año”.
En cuanto a las restricciones, la Casa Blanca busca complicar el avance de la potencia asiática al impedir que China obtenga semiconductores informáticos avanzados de alta gama.
Gina Raimondo, secretaria de Comercio de EE. UU., expresó que “estas reglas apuntarán y fortalecerán aún más nuestros controles para ayudar a garantizar que la República Popular China, y otros países que buscan eludir nuestras leyes y socavar la seguridad nacional de Estados Unidos, fracasen en sus esfuerzos”.
Además, Trump ya prometió endurecer los aranceles a las mercancías con origen chino. La figura del republicano representa aún más tensiones entre los dos países.
Ante esto, Pekín toma acciones como respuesta a las limitaciones que traza su oponente. La nación asiática bloqueó de manera automática esta semana las exportaciones de germanio, galio, antimonio y los materiales superduros a Estados Unidos, ya que podrían utilizarse para un doble uso militar y civil.
De acuerdo con el diario estadounidense The New York Times, en octubre pasado “China empezó a exigir a sus exportadores de tierras raras, que se utilizan en todo, desde semiconductores avanzados hasta bombas inteligentes, que revelen, paso a paso, cómo se utilizarían esos minerales en las cadenas de suministro occidentales”.
Esta medida de información afecta directamente a EE. UU. que se abastece de Japón, cuyo pincipal proveedor es China.
Impacto en Costa Rica
Costa Rica ha sacado provecho de las tendencias del nearshoring y friendshoring impulsadas por Washington. Esta relación se mantiene en el tema de chips y una muestra de ello fue la visita de Raimondo para la presentación de la Hoja de Ruta para el Fortalecimiento del Ecosistema de Semiconductores.
El país fue el primer socio comercial de EE. UU. en desarrollar una ruta para incentivar la industria de chips a nivel local, lo cual dio ventaja frente a los demás competidores que también buscan inversores e incentivos por parte de la Casa Blanca. No obstante, la carrera por los beneficios de la Chips Act tiene un nuevo obstáculo y se enfoca en demostrar al nuevo mandatario las ventajas de invertir en los territorios.
“Hay que aprovechar el posicionamiento que ya tenemos. Al mismo tiempo tenemos que ser bastante creativos y estar pendientes de cómo otros países van a competir por obtener muchas de las inversiones a las que nosotros queremos apostar”, aseguró Gibson.
El respaldo de Washington hacia Costa Rica es parte de la historia que une a ambos países. Si bien los anuncios de nuevas inversiones del sector han cesado en los últimos meses, las autoridades aseguran que el interés por invertir en el país se mantiene.
“El interés de empresas internacionales en la industria de semiconductores ha sido constante y ha crecido gracias a los esfuerzos realizados en eventos clave como Semicon West, además de las giras y foros internacionales en los que participamos en Singapur, Japón y Estados Unidos, para así atraer empresas de elevada complejidad en el sector”, mencionó Tovar.
Comex se mantiene a la espera de las normas que brinde Trump en materia de semiconductores. A su vez, resaltan que EE. UU. es un aliado estratégico con el cual trabajan en robustecer esta industria, por medio de programas de generación de talento, mejora del marco regulatorio, y creación de condiciones para ofrecer una cadena de suministro segura.
Las autoridades son conscientes de que el talento es fundamental para atraer inversores. De lo contrario, no tendrán mano de obra que pueda abastecer las necesidades de las compañías y sus clientes.
Tovar indicó que se han hecho importantes avances “especialmente en temas de talento, como actualización curricular y coordinación con la academia, y mejora regulatoria, al agilizar procesos relacionados con trámites usuales de esta industria”.
A pesar de los cambios que puede suscribir un nuevo rumbo a nivel político, las autoridades aseguran que el interés de las compañías por invertir en Costa Rica se mantiene. La herramienta que utiliza el país para exponerse a nivel mundial son las ferias y foros internacionales en Singapur, Japón y Estados Unidos.
El país no se limita a un origen específico para albergar firmas que se desarrollan dentro de la cadena de suministro de semiconductores; sin embargo, quien ofrece más beneficios económicos a las empresas, de momento, es Washington.
“Costa Rica seguirá enfocándose en fortalecer áreas clave dentro de la cadena de suministro de semiconductores, como el ensamblaje, pruebas, empaque y diseño, actividades que son fundamentales para consolidar al país como un socio competitivo para esta industria”, manifestó Laura López, gerente general de la Promotora de Comercio Exterior (Procomer).
López añadió que el entorno favorable para la inversión “ha convertido a Costa Rica en un destino atractivo para empresas de alta tecnología”.