Si los incentivos fiscales fueron un poderoso anzuelo para atraer la inversión extranjera en el pasado, hoy existen otros factores de gran peso que influyen en las decisiones de localización de las compañías. Así lo determinó un reciente análisis de la Promotora del Comercio Exterior (Procomer), que se presentó el 11 de noviembre durante el “Foro estratégico de comercio e inversión”, organizado por esa entidad.
Conocer esos factores que determinan la atracción de Inversión Extranjera Directa (IED) resulta estratégico para Costa Rica en el contexto actual, marcado por las cambiantes políticas arancelarias impuestas por el gobierno de Estados Unidos y su intención de repatriar a las empresas que operan en otros países.
Los flujos de IED en el país al cierre del primer semestre del 2025 generaron un ingreso de $2.066 millones, lo que equivale a un descenso del 7% en comparación con el mismo periodo del año anterior. Por ello, expertos han señalado la necesidad de ajustar la estrategia de atracción de inversiones.

“Entender las motivaciones de localización permite diseñar políticas más acertadas para atraer la IED y maximizar su impacto en el desarrollo. Además, conocer el ecosistema y traducir los hallazgos en instrumentos concretos nos permite competir mejor por proyectos”, dijo Erick Apuy, analista de la Dirección de Inteligencia Comercial de Procomer, quien presentó el estudio De los datos a la decisión, el porqué detrás del destino en la IED.
Uno de los principales hallazgos es que, si bien los costos y la cercanía geográfica siguen siendo importantes, hay determinantes económicos e institucionales que adquieren mayor relevancia para las empresas, como la disponibilidad de capital humano, la estabilidad política y la infraestructura física y digital del país.
“Estamos viendo un panorama en donde el costo cada vez pesa menos frente a otras variables. Pasamos de un paradigma basado en bajos costos a uno más integral que se enfoca en el conocimiento, la tecnología, la innovación y la gobernanza”, afirmó Apuy.
El proceso de selección
El análisis de Procomer se basa en fuentes especializadas en IED, como The State of Site Selection (Estado de la selección de sitios). Este es un estudio anual de la agencia Development Counsellors International (Asesores de Desarrollo Internacional o DCI, por sus siglas en inglés), el cual analiza las tendencias globales que afectan las decisiones de inversión y la expansión de empresas.
La promotora también recopiló información de fDi Markets, una base de datos en línea que realiza un seguimiento en tiempo real de la IED en proyectos nuevos en todos los mercados y sectores a nivel mundial desde 2003.
Con esos datos, se analizó cómo han evolucionado los determinantes de inversión a lo largo de tres periodos: 2003-2010, 2011-2017 y 2018-2024.
Dicho análisis se realizó tanto a nivel global como regional (para América Latina) y nacional. Esta dimensión local se enfocó particularmente en el sector de servicios.
Según Apuy, el proceso para elegir una ubicación opera como un embudo, donde las empresas parten de una lista amplia de posibles ubicaciones y los primeros “descartes” ocurren por requisitos básicos, como el acceso a servicios, el talento y condicionantes ambientales.
Entre los determinantes económicos se encuentran el tamaño y crecimiento del mercado, el grado de apertura y acceso, la infraestructura física y digital, las condiciones del mercado laboral, la estabilidad macroeconómica y el talento. En este último, cuenta tanto la disponibilidad como el nivel de habilidades.
En la lista de determinantes institucionales sobresale la existencia de un Estado de derecho, la estabilidad política, la integridad pública y la facilitación de trámites.
“Entre finalistas similares, el factor decisivo suele ser la certidumbre en trámites y plazos de puesta en operación. Los incentivos no compensan la falta de esa certeza”, dijo Apuy.
Añadió que el entorno regulatorio y el control de la corrupción han adquirido relevancia en mercados emergentes.
A nivel global, la cercanía a mercados o consumidores de las empresas se ubicó como el principal determinante en el periodo 2018-2024.
En el análisis específico para América Latina se observa que la estructura de motivaciones regional replica el patrón mundial, con un avance de los motores de conocimiento sobre los puramente relacionados con costos.
Por ejemplo, entre 2003 y 2010, el factor de “tecnología e innovación” ocupaba el puesto 16 en el “ranking de importancia de los determinantes globales de inversión”. En el periodo 2011-2017 subió al puesto 7 y posteriormente ascendió al puesto 5, entre 2018 y 2024.
Por el contrario, el factor de “bajos costos” pasó del puesto 6 al 16, entre 2003 y 2024.
Los atractivos de Costa Rica
En el caso de Costa Rica, la disponibilidad de un recurso humano calificado ha sido el principal determinante para atraer la IED durante los últimos 20 años, tal como se desprende de la evolución del ranking local.
En el segundo lugar de importancia se encuentra actualmente el entorno regulatorio, mientras que el tercer lugar lo ocupa la proximidad a mercados o clientes.
Estos tres factores se han mantenido como los principales determinantes para la atracción de IED al país, desde 2003 hasta 2024.
Algunos factores que han ascendido en cuanto a su grado de importancia son el crecimiento del mercado doméstico, las habilidades lingüísticas, el apoyo gubernamental y la presencia de universidades y centros de investigación.
Según Procomer, estos datos se refieren a determinantes de empresas que ya han invertido en el país. Además, se basan en información que fDi Markets obtiene de fuentes públicas, tales como anuncios oficiales, comunicados de prensa, reportes corporativos y publicaciones emitidas por agencias gubernamentales o actores del ecosistema de inversión.
Cuando en estas fuentes se explicitan motivos para la inversión, el equipo de fDi Markets los clasifica y codifica como determinantes de localización, explicó la Promotora.
En el caso específico del sector servicios, la disponibilidad de mano de obra también encabeza la lista de factores destacados por la agencia DCI: el 91% de los consultores mencionó este como principal determinante.
En segundo lugar se encuentra la infraestructura, mencionado por un 55%, seguido por la legislación, los costos operativos, y la disponibilidad de sitios listos.
Los desafíos actuales
Como conclusión, Apuy señaló que en Costa Rica persisten brechas en infraestructura, costos energéticos y formación técnica que deben atenderse para seguir atrayendo la IED.
Añadió que este análisis muestra la importancia de dirigir políticas públicas hacia el fortalecimiento del capital humano y de la infraestructura como propuesta de valor para la atracción, retención y reinversión de las empresas.
“La IED de Costa Rica ha mostrado un desempeño resiliente en los últimos años, contrario a la tendencia global de desaceleración de los flujos de inversión”, dijo Guillermo Zúñiga, Director de Inteligencia Comercial de Procomer.
Destacó que la IED en el país mantiene un crecimiento promedio de 8,8% anual desde 2020 y actualmente representa un 5,3% del Producto Interno Bruto (PIB).
Estados Unidos concentra la mayoría de los flujos de IED hacia Costa Rica (68%) y el 74% de la inversión total en el país se dirige al régimen de zona franca.
Ante la creciente tensión comercial y la salida de empresas multinacionales de Costa Rica, expertos consultados recientemente por El Financiero han coincidido en que el país debe ajustar su propuesta de valor para la IED.
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